CIUDAD RODRIGO

A contra viento


martes 17 febrero, 2015

Domingo López Chaves selló un sólido triunfo en el festival que ponía fin al Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo

Domingo López Chaves selló un sólido triunfo en el festival que ponía fin al Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo

Contra el viento que azotaba sin tregua, el mismo que se alió en el trasteo de los espadas salmantinos que hoy, a base de querer, pusieron el broche final al Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo. Gritó el viento como si quisiera acabar con todo, aunque no pudo con la entrega de esos que saben que cada tarde, en cada ruedo, está su futuro.

Con triunfo saldó su cita el ledesminoDomingo López Chavesante un buen ejemplar de El Pilar. Se mostró capaz dejando un poso de sensatez y madurez. Fue a más con la muleta en la mano, tiró de temple, buscó el trazo suave pero no siempre pudo con el viento que no daba tregua aunque sí pudo soltar el trapo en la diestra y firmar por ahí los mejores pasajes. Buena fue la estocada que le dio las dos orejas.

Sobreponerse fue el papel que le tocó interpretar aEduardo Gallo. Sacó el salmantino el innato temple del que hace gala, pero no en su máximo esplendor, no por no querer, que quiso, y por momentos selló tandas de gusto por el pitón derecho, aguantando con ritmo la exigencia del aire, que fue a más. Gallo se gusta y gusta porque interpreta lo que siente, pero hoy no pudo ser, pinchó y tuvo que conformarse con una ovación.

Fue la actitud que se apoderó deJuan Andrés Gonzálezquien le dijo que hoy sí era el día. No era jornada de lucimiento, pero sí fue para él la oportunidad de gritar que está, que tiene condiciones aunque en él pesa la falta de contratos. Tras pinchazo y estocada pudo cortar una oreja que le supo a gloria.

El toreo se escribe con oficio, y eso muy a su pesar no lo tieneJuan Antonio Pérez Pinto, que mostró condición, trató de mostrar maneras y logró un par de seriesbien estructuradas a las que faltó continuidad. Se atragantó en la espada y sus ganas por querer decir y trasmitir fueron compensadas con una ovación. Cierto es eso que dicen que no se puede cambiar la dirección del viento, pero sí ajustar las velas para llegar siempre al destino. Y así fue. Quiso el viento emborronar, pero paso a paso, se llegará.