Durante
toda esta semana, CULTORO ha querido hacer un pequeño repaso histórico sobre la
relación que el mundo de los toros tiene en las Cofradías hispalenses. Son dos
mundos ampliamente unidos por numerosos factores de conexión: el pasado lunes
recordamos la torería de la Hermandad de San Bernardo, a la que han pertenecido
toreros de ente como Pepe Luis Vázquez, Manuel y Pepe Bienvenida, Diego Puerta,
Dávila Miura o Manolo Vázquez; también recordamos ayer a la Hermandad del
Baratillo, tan cercana a La Maestranza; mañana lo haremos con la Hermandad de la
Esperanza Macarena, la devoción de Joselito el Gallo.
Hoy recordamos una de las facetas más
importantes para la Semana Santa hispalense como es la de un capataz. Comenzando
por orden de antiguedad, abre plaza Luis Martín Núñez, uno de los capataces
de la Hermandad de los Panaderos de Sevilla. Martín Núñez tomó la alternativa el pasado verano en la plaza de
La Palma del Condado de manos de Borja Jiménez y en presencia del rejoneador
Andrés Romero. El oficio de capataz le viene de casta, pues su padre, Juan Manuel Martín, es una de las voces más
reconocidas en la Madrugá sevillana, así como la de su hermano Juan Manuel Martín.
En
orden de antiguedad, le sigue otro novillero sevillano: Miguel Falcón. Debutó
con picadores en Azuaga (Badajoz) el agosto del pasado verano,
obteniendo triunfos sonados en plazas de menor ente durante todos estos meses. A
pesar de su juventud, ya está a los mandos de un paso, pues durante el pasado Domingo de Ramos dirigió el palio
de Nuestra Señora de los Ángeles de la hermandad de la Quinta Angustia de
Utrera.
