OSUNA (SEVILLA)

Predicar en el desierto


sábado 16 mayo, 2015

Castella, Talavante y Jiménez se estrellan ante una deslucida corrida de Fermín Bohórquez en el cartel estrella de la feria de Osuna.

Castella, Talavante y Jiménez se estrellan ante una deslucida corrida de Fermín Bohórquez en el cartel estrella de la feria de Osuna.

                                                                                                    El cartel fuerte de Osuna llegaba con la segundo festejo de la Feria. En
el paseíllo, el francés 
Sebastián
Castella
, el extremeño Alejandro Talavante y el
sevillano 
Javier Jiménez ante un encierro de Fermín Bohórquez. 

Se esperaba con gran interés este festejo, Castella venía de un comienzo de temporada con toques de antención en Valencia y SevillaTalavante traía tras de sí la estela que marcaban sus
triunfos y grandes actuaciones en los cosos americanos y españoles, 
Javier Jiménez se encontraba ante la oportunidad de reafirmar sus condiciones en un
cartel de figuras y la ganadería de 
Fermín Bohórquez se veía
acartelada por fin en un cartel de a pié, ganado se lo tenía. Pero la corrida
no ayudo, no tuvo las virtudes que atesora este encaste y más especialmente
esta ganadería. Sosos, flojos, sin casta ni bravura, una corrida que no puso
nada de su parte para el lucimiento de los espadas. Sólo el sexto tuvo cierta
nobleza y movilidad, pero se fue apagando hasta mostrar lo que venía siento la
tónica de toda la corrida, una falta alarmante de raza.

Manso y deslucido fue el primero, un toro que siempre tuvo querencia a
tablas. Rajado desde el principio, tanto es así que 
Castella ni pudo
justificarse, el animal más pendiente de huir que de la muleta del francés
acabó por mandar al traste la faena del Galo.

Salió en cuarto lugar un toro con cierta nobleza aunque como sus hermanos,
andaba justo de motor. Llegó a la muleta andarín, sin mucho celo en la
pañosa. 
Castella intentó encelarlo, sobarlo poco a poco para que el animal ganara en
confianza y sacase lo poquito que podía tener dentro, pero el de 
Bohórquez iba a regañadientes, no
tenía casta para venirse arriba. Disposición del francés ante un soso y
desrazado animal. Estocada y ovación para el galo. 
Castella acabó desesperado
ante un lote sin opciones.

Sin fuerza salió el segundo, animal al que se pidió insistentemente su
devolución. Tuvo cierta movilidad al comienzo de faena, pero duró un suspiro.
Detalles sueltos de 
Talavante ante un oponente que nunca quiso
pelea. Pasaportó al animal con un pinchazo y una estocada baja, fue silenciado.

Tuvo movilidad el quinto, pero ni clase ni raza en sus embestidas. Juan José Trujillo volvió a estar
inmenso con dos pares muy toreros, su labor fue fuertemente aplaudida sin que
este llegara a desmonterarse. 
Talavante dejó una faena
voluntariosa y templada ante un toro carente de bravura. Comenzó la faena con
ayudados muy ajustados en el centro del platillo, el de 
Bohórquez nunca humilló, se
venía de largo pero sus embestidas no decían nada. 
Talavante dejó pases sueltos
de bella factura por ambos pitones, pero el animal bajó la persiana, su falta
de raza se hizo patente. Cerró la faena con ajustadas manoletinas, tras una
estocada fue ovacionado.

Una oreja paseó Javier Jiménez del
tercero, un animal carente de raza y casta. Muy por encima estuvo Jiménez del de Bohórquez. Este sí que
mantuvo en pie, pero su condición no era la de galopar por abajo comiéndose los
engaños. Embestidas de manso, con genio y sosería. La disposición
de 
Javier y el valor
marcaron la faena, tanto es así que se llevó un susto, el animal se paró en un
muletazo y le soltó un feo derrote, afortunadamente sin consecuencias. Mucho
merito tuvo la faena, el publico supo valorarla y tras una buena estocada se le
concedió la oreja

Tuvo movilidad y nobleza el sexto, el mejor de la tarde. Sin ser algo
excepcional, fue el único toro que dio realmente opciones de triunfo. Lo
recibió con templadas verónicas, tenía que ser todo a media altura, el animal
no humillaba. Tuvo emoción el quite de 
Javier, capote a la espalda, ajustadísimo pasó
el animal, mucho merito tal como iba la tarde. Faena templada y con buenos
pasajes, de más a menos, ya que el Toro iba perdiendo gas conforme avanzaba la faena.
Para levantar al público se echó rodilla en tierra, desplante muy de la casa Espartaco, lo dio todo el de Espartinas, era consciente de que
tenia la puerta grande en su mano, pero la perdió con los aceros. Escuchó
palmas cuando la tarde llegaba a su fin.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Osuna. Segunda de Feria. Corrida de
toros. Casi media plaza.

Seis toros de Fermín Bohórquez, desiguales de presencia, flojos, sosos y desrazados.

Sebastián Castella (Blanco y oro) ovación y
ovación tras aviso.

Alejandro Talavante (Nazareno y azabache) silencio y
ovación.

Javier Jiménez (Verde manzana y oro) oreja y palmas.