OSUNA (SEVILLA)

Brillar con luz propia


domingo 17 mayo, 2015

Leonardo Hernández cuaja una gran tarde en Osuna donde corta tres orejas, le acompaña a hombros Hermoso de Mendóza. Andrés Romero corta una oreja y pierde la puerta grande por el descabello.

Leonardo Hernández cuaja una gran tarde en Osuna donde corta tres orejas, le acompaña a hombros Hermoso de Mendóza. Andrés Romero corta una oreja y pierde la puerta grande por el descabello.

Clasicismo, torería y entrega, tres
conceptos, tres formas de interpretar el toreo. Sobresalió Leonardo Hernández con un toreo de una gran
brillantez, siempre haciéndolo todo con suma pureza, un rejoneo que brillo con
luz propia en una tarde de triunfo rotundo. Demostró Leonardo que tiene una cuadra de nivel y un
diamante en bruto llamado «Sol«, un caballo de una
personalidad y una torería fuera de lo común, uno de esos caballos que marcan
la diferencia. Pablo
Hermoso de Mendoza
 demostró
la clase de torero que es, volvió a dar una lección de cómo se tienen que hacer
las cosas, ni un tirón, ni una batida a destiempo, un rejoneador que sigue demostrando
por qué está donde está. Por su parte Andrés Romero derrochó
ganas y entrega en una tarde importante para él, supo sobreponerse a los
acontecimientos y de no ser por el mal uso del descabello hubiera salido a
hombros con sus dos compañeros.


Abrió la tarde en Osuna un noble ejemplar de Castilblanco, que ya en
los primeros compases demostraría que estaba  cogido con alfileres.
Actuación muy templada de Pablo
Hermoso
 ante un noble aunque
justo de raza primero. «Duende» puso la templanza, «Ícaro» el corazón y «Pirata» el valor. Faena de toreo clásico,
siempre toreando a favor del astado. El animal era sosito, pero el navarro puso
lo que le faltaba a su oponente. Tras un rejonazo dejó al toro sin puntilla, el
público pidió la oreja a una labor de templanza y buen rejoneo.



Su segundo oponente tuvo la
virtud de la movilidad y la nobleza, pero al igual que sus hermanos, peco de
falta de transmisión y raza. Faena muy torera de Pablo Hermoso. A lomos de Disparate dejó pasajes de
toreo puro, siempre citando de frente y clavando al estribo, también hubo
buenos pasajes a lomos de «Dalí«,
un caballo con una gran expresión, banderillas
de una gran pureza, piruetas en la cara, el público se entregó, pero es que a
continuación sacó a «Pirata»,
con el que clavó con gran verdad las banderillas cortas. Tras un rejonazo cortó
la oreja que le abría la puerta grande.



Dos
orejas paseó Leonardo
Hernández
 en el segundo.
Actuación maciza, de mucha torería y verdad ante un animal que pese a mansear
en los primeros compases de la faena, se vino arriba. A lomos de «Verdi» citó al toro de largo, banderillas de
mucho riego y personal ejecución. Rejoneo de alto nivel ante buen toro de Castilblanco que tuvo son, movilidad y prontitud.
Con «Sol» se vivieron los momentos más toreros
de toda la tarde, banderillas de poder a poder, siempre haciéndolo todo con
sumo gusto, ¡que caballo!. A lomos de «Xarope»
vimos a un Leonardo mas enrazado, haciéndolo todo por
derecho, venia con la moral por las nubes tras el zambombazo de Madrid. Tras un
rejonazo corto las dos orejas.


«Olé»,
«Despacio» y «Xarope» 
formaron
un lío en el quinto de la tarde, otra gran faena ante un toro nada fácil. Los
tres caballos estuvieron a un nivel altísimo, aguantaron miradas, parones, se
sobrepusieron con mucha torería a las dificultades del toro. El de Castilblanco se lo pensaba siempre. Por el
izquierdo se vencía y sabia lo que se dejaba atrás, faena de rejoneador macizo,
expuso de verdad ante un toro incierto. Leonardo  volvió a demostrar que pasa por
un gran momento y lo que es más importante reafirmó lo visto en Sevilla y Madrid. Faena de gran
intensidad, muy meritoria por la mansa condición del astado, de esas que
demuestran que él y su cuadra se sobreponen a las dificultades que les pone el
toro. Mató de un rejón algo tendido, el toro tardo en caer, de ahí que no se le
otorgara nuevamente el doble trofeo. Oreja de peso por una faena de valor y
entrega.


Faena de
menos a más de Andrés Romero en el tercero, un animal que siempre
llevo la cara por las nubes, tuvo movilidad, pero un puntito de aspereza.
«Cantú», «Conquistador» y «Chamán», hoy en Osuna volvieron a reafirmar su gran nivel,
demostrando su raza en un tercio de banderillas vibrante. Tras un pinchazo y un
rejón algo caído tuvo que poner pie a tierra, se atascó con el descabello y
perdió la oreja que se había ganado.

Se fue a portagayola a lomos de «Perseo», vibrante y de gran exposición
fue el recibimiento de
 Romero, el animal marcó claramente su
querencia a tablas, pero el de
 Escacena estuvo
listo y se lo sacó al centro del ruedo, le quito las querencia y ahí el toro
fue otro. Destacó a lomos de
 «Roneo», pasajes
interesantísimos con un caballo de una gran expresión. A lomos de «Cheke»
 clavó
banderillas de poder a poder, con mucho riesgo, faena con momentos brillantes,
de mucha transmisión. El toro tuvo movilidad, aunque le faltó una mayor entrega.
Debutaba
 «Odiel» caballo
torero y con mucha transmisión con el que dejó dos banderillas
importantes. No quería irse de vacío
 Romero, lo dio todo como en
el es habitual, faena de torero enrazado. Oreja a la entrega y al tesón, un
premio que se quedó corto por el mal uso del descabello.

FICHA DEL FESTEJO


Plaza
de toros de Osuna, Sevilla.
Tercera y última de Feria. Corrida de rejones, algo menos de tres cuartos de
entrada.


Seis
toros de Castilblanco, dispares
de presencia, manejables el líneas generales, destacó el buen segundo, con son,
movilidad y duración.


Pablo
Hermoso de Mendoza, oreja y oreja. 



Leonardo
Hernández, dos orejas y oreja. 



Andrés
Romero, silencio y oreja.