ENTREVISTA

Diego Urdiales: “No me preocupa nada ser figura: lo que me preocupa es ser feliz con mi toreo”


jueves 21 mayo, 2015

Está a punto de conseguir el sueño de la cúspide en tres fechas isidriles que marcarán su carrera y, esperemos, la historia de la plaza de Madrid. Así se lo cuenta a CULTORO.

Diego Urdiales: “No me preocupa nada ser figura: lo que me preocupa es ser feliz con mi toreo”

Con el corazón en el pecho pero la cabeza sobre los pies Diego
Urdiales se enfrenta al San Isidro más comprometido de cuantos ha actuado.
Cuajó un toro en Valencia, estuvo ausente de Sevilla y, ahora, tiene por
delante tres tardes de relumbrón en la primera plaza del mundo. Pero él sigue
siendo el mismo torero campechano que La Rioja parió, sigue estando con los
suyos, sigue sintiénose torero al lado de los que siempre han estado cerca de
él y, sobre todo, lo hace con la humildad que realmente ha hecho grande su
carrera.

Diego Urdiales es el torero del pueblo: aquel que exige el aficionado
de a pie para las Ferias y aquel con el que se rebota el taurino de a pie si no
lo ve en los carteles. Tan del pueblo es Diego que ha sido él, el pueblo,
materializado en amigos, los que le han escrito un libro. «Retrato de pureza”
fue presentado el pasado martes en Madrid, y ante esta loa de multitudes, el de
Arnedo señala que se siente ”con una ilusión y una emoción enorme porque
no todos los días a uno le escriben un libro. Poder conseguirlo en la vida es
una de las cosas bonitas que te pueden. Leer y ver con el cariño con el que lo
han hecho grandes amigos es algo importante y, sobre todo, ver la ilusión
reflejada en la cara de un amigo: Israel. Es
un hermano apara mí. Esa familia ha significado muchísimo en mi vida y
me ha podido llegar a ver plasmando tantas emociones y tantas cosas bonitas que
este libro para mí es un orgullo”.

No
tiene que ser fácil mirar a Madrid, a priori de pisar su ruedo, con ojos de
agradecido. Pero Diego lo es. Siempre lo ha sido. Sabe que le debe su carrera a
la plaza justa en la que tantos toreros de la historia han soñado como él en
tres tardes para la esperanza. «Las afronto con muchísima responsabilidad,
como te puedes imaginar. Ya estar anunciado en Madrid conlleva una ilusión pero
a la vez una responsabilidad tremenda. Y tres tardes ya ni te cuento… Las
afronto con orgullo y satisfacción, con la ilusión de que todo eso que la gente
espera de mí se vea plasmado delante del toro. Ojalá y se junten las cosas que
se tienen que juntar para dar tardes de toros bonitas e importantes. Estoy con
mucha ilusión de poder pisar esta plaza y de poder ser capaz de sentir sobre el
ruedo de Madrid”.

No es
el mismo Diego Urdiales el que se vio hace un año en la calle Alcalá con la
corrida de Adolfo que el que cuajó un toro en Zaragoza o el que se rompió por
naturales hace dos meses en Valencia. No es el mismo. Ha evolucionado un toreo
que viene pidiendo cada día más poetas. «Llevo buscando durante toda una vida esto…y
el tiempo está dándome la razón. Estoy llegando a conseguir que todas las
circunstancias se conjunten, llegar a expresarme mejor que nunca delante del
toro. Intento superar esa presión y esa responsabilidad para poder llegar a los
momentos que uno quiere delante del toro. Y eso no es nada fácil, porque llegar
a ese punto, con todo lo que envuelve esta profesión y lo que trasciende no es
del todo fácil, pero me siento feliz porque me encuentro en un momento bueno de
mi vida. Sobre todo, cuando estoy delante de los toros intento buscar esa
felicidad”.

Es o de
figura se lo toma con cautela. Sabe que puede y debe llegar a mandar en un
toreo que ha mandado en él a lo largo de sus días, pero es paciente. Confía en
el tiempo. Como siempre. «Eso de figura son palabras mayores. Yo lo
único que intento es cada día ser mejor, cada día ahondar en mi toreo. Lo que
consideran los demás lógicamente es bonito, pero eso de figura son palabras
mayores. Ser figura o no la verdad es que no me preocupa, lo que me preocupa es
ser feliz delante del toro”.

Tarde
de figura auténtica ofreció en unas Fallas en las que entró a última hora, pero
entró por la vía legal y salió de ellas por la vía del corazón. Se rompió Diego
por naturales para ser lo que siempre había querido ser: feliz toreando. Lo
acaba de decir. Y también lo dijo sobre el ruedo de Valencia. «La
verdad que unas sensaciones preciosas, porque me sentí muy bien durante toda la
tarde y eso es lo que busco. Mi sueño es estar en el punto en el que estuve en
Valencia, en ese punto en el que tienes la mente despejada, tienes las
sensaciones a flor de piel y te permiten expresarte. Como digo, las sensaciones
fueron extraordinarias y ojalá que se vuelvan a repetir estas tres tardes”.

Lo de
Sevilla fue el ejemplo que ojalá nunca ocurra más porque sería la vuelta no
sólo de la justicia de un torero que se ha ganado a sangre y fuego estar en las
Ferias, sino porque sería el cuestionamiento de un sistema que se sustenta en
el aficionado. Y éste pide a Diego Urdiales. Lo de Abril fue el dramático ejemplo que no se
debería seguir jamás. «Bueno, se volverá a caer porque esta
profesión está así. Yo estaré encantado de torear en Sevilla en próximas
temporadas. A todos los toreros nos encanta esa plaza. Este año no estuve, pero
eso es ya agua pasada. Ahora tengo una responsabilidad muy bonita en Madrid y
eso ya es pasado. Hay que mirar la presente”.

Cuvillo,
Victoriano del Río y Adolfo Martín. Ya le esperan caminito de Alcalá. Y de
sentirse a gusto, se siente a gusto con… «me siento a gusto primero con la de Cuvillo
porque es la primera, es en la que pienso. Tiempo habrá de pensar en las demás.
Ahora mismo son tres ganaderías muy importantes que las afronto con muchísima
ilusión y mucha fe. También la suerte me juega un papel importantísimo: el toro
tiene que ayudar para hacer cosas bonitas e importantes. Tengo mucha fe en las
tres corridas”.

Es Luis
Miguel Villalpando el claro ejemplo de cordura en medio de una carrera en la
que el tiempo ha sido el que ha apoderado a Diego Urdiales. Luis Miguel tan
sólo se ha encargado de gestionar ese tiempo. Y eso es de toreros grandes. «La
relación que tenemos es por todos conocida porque es una relación especial. Es una
relación familiar, de cariño, de respeto mutuo, de un afecto tremendo, y eso es
fundamental para que yo quiera salir a la plaza como tengo que salir”.

Se
siente orgulloso de su pasado. Echa Diego la vista atrás y ve todo un compendio
de recuerdos bonitos que han fraguado el corazón que palpita y el alma que
torea. «De todos. Me acuerdo de todo, de esa ilusión que tenía cuando era un
niño. En aquellos momentos veías la plaza de Madrid, en plena Feria de San
Isidro, y te parecía inalcanzable el sueño de poder torear ahí y poder estar
tan cerca de ella. Era tan lejano, tan difícil, que uno no se imaginaba nunca
que llegaría un momento así, estando anunciado tres tardes de esta manera. No
me acuerdo nunca de lo malo, porque lo malo son piedras en el camino que uno
siempre encuentra para mejorar, para evolucionar y para replantearte la vida.
Ahora miro a Madrid y me siento feliz por ser parte de ella. Sólo pido que Dios
me de fuerzas para ser feliz toreando en estas tres tardes
”. Y el
aficionado se siente feliz por verlo triplemente anunciado en San Isidro.

 

FOTOGALERÍA: JUAN LUIS LÓPEZ

FOTO INTERIOR: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO