El
matador de toros Juan Serrano ‘Finito de
Córdoba’ comenta con Cultoro sus
inquietudes ante de su importante cita de San Isidro. El Cordobés que atraviesa
unas de las etapas más dulce de su carrera profesional, estará a cartelado con Talavante y Daniel Luque para estoquear una corrida de Juan Pedro Domecq.
.- Brillante inicio de temporada
Juan.
«Estoy disfrutando
mucho y el aficionado lo percibe en cada tarde. Cuajé un toro en Valencia, en
Sevilla, pero en mi tierra no tuve suerte en la corrida del cincuenta
aniversario. Las sensaciones son muy positivas y cada tarde que me visto de
torero me lleno de ilusión como si fuera la primera vez y llevo 25 años de
matador”.
.- Aunque suene a ‘Tópico’ se puede
decir que estas en el momento más dulce de tu carrera.
«Puede ser. Lo cierto
que si le añadimos los años que llevo de carrera la madurez se ve reflejada y
si añadimos el estado anímico en el que me encuentro podemos afirmar que sí. A
veces llegamos a los sitios y difícilmente embisten los toros, por eso, cuando
uno medio te deja expresar, se encuentra ese estado de ilusión y conectamos el público,
al que a día de hoy tengo tanto que agradecer. Los aficionados me esperan y me
dan ese tiempo de espera para dejarme hacer y expresar. A partir de ahí, me
juzgan luego. La gente disfruta cuando cuajo un toro y también es distinto
porque tampoco tengo la obligación de cortar las orejas todos los días. Creo
que la gente lo ha encajado bien así y lo tiene asumido, por eso van a la plaza
a disfrutar como yo”.
.- El próximo viernes nueva cita con
Madrid. Una más, pero muy distinta a las
anteriores.
«Hace dos años que
regresé después de seis años sin ir a Madrid. Dejé de ir porque no me
encontraba a gusto, no estaba cómodo y definitiva no estaba disfrutando cuando
hacía el paseíllo. También veía que el público no lo hacía conmigo y notaba
esas diferencias por eso decidí no torear allí y creo que fue una decisión
acertada. Pasó el tiempo y volví en un momento en el que me encuentro muy bien,
percibiendo el respeto y el cariño del público de Madrid. Medio se han dejado
dos toros, no como yo quisiera para triunfar pero al menos cuando lo he
intentado la gente me ha respetado. Yo tengo mucho que agradecerle a Madrid y
lo por supuesto que no le he dado la espalda en los últimos años. Es una plaza
a la que hay que ir y siempre pensando en lo mejor. A estas alturas Madrid no
me va a quitar, es todo lo contrario, me puede dar mucho. La satisfacción, la
felicidad personal de poder darle a un toro quince o veinte muletazos a un
toro. Las Ventas es de las pocas plazas del mundo que con esos muletazos le
cortas las orejas a un toro y con eso lo digo todo”.
.- Ese respeto y admiración mutua hace que aún estés más
feliz por torear en Las Ventas.
«Sí. Madrid es una plaza que te llena y te carga
de responsabilidad. Estar anunciado en Madrid pesa mucho y más a estas alturas
de profesión. Parece que cuando más tiempo pasa mejor controlas más la
situación, es decir, el miedo sigue estando ahí y es permanente no se supera y
lógicamente la responsabilidad, la presión tampoco. Cada año es diferente
distinto pero sentir esos ‘olés’ de Las Ventas te llenan interiormente como
torero y como persona”.
