LA CRÓNICA DE MADRID

El mayo pobre


domingo 3 mayo, 2015

Sergio Aguilar sufre el rigor del público de mayo cuando se rellenan festejos fuera de sitio, Curro Díaz vuelve a mostrar torería y San Sebastián paga con sangre el fielato de Las Ventas

Sergio Aguilar sufre el rigor del público de mayo cuando se rellenan festejos fuera de sitio, Curro Díaz vuelve a mostrar torería y San Sebastián paga con sangre el fielato de Las Ventas

Mayo es el mes de los meses en la plaza de Las Ventas. Por el ruedo grande pasan, sin solución de continuidad, figuras, meritorios y obsesos en busca de una esperanza que les mantenga en la lucha. Una lucha que haría desistir a cualquier mortal y mantiene enganchados a algunos, tal vez porque nadie les habla claro. Esto es el toreo, y esto es muy serio; no vale cualquiera con recursos suficientes para librar la cornada o con el ánimo puesto en pensar que, a una mala, siempre queda el milagrero Padrós. Don Máximo debería estar para otras cosas.

Porque hay festejos y festejos cuando llega el quinto mes. Y el de hoy pertenecía al mayo pobre. Pobre de ideas y de planteamientos, en el que vale proponer una de Carriquiri como podría anunciarse otra cualquiera. Pobre de soluciones al compromiso, porque se anunció a Curro Díaz para desagraviar otras faltas y se recuperó a Sergio Aguilar para este ruedo sin ofrecerle una astilla para salvar sus muebles sabiendo que no puede decir que no a la única plaza que da y que quita. Lo de Leonardo San Sebastián… sorpresivo cuando menos, porque no sonaba ni el nombre entre los profesionales consultados. Y han sido muchos. Su sitio, claro está, tapaba el hueco del mayo pobre.

Que lo es más aún tras la grandeza de la víspera, la seriedad del festejo anterior y las dos puertas grandes de derrochar mentalidad y arrestos para venir a Madrid. Pero tenía ese festejo una garantía con cuatro patas por seis toros; hoy todavía esperamos que alguno quiera humillar. Dicen que no hace falta clase para que un tío demuestre cómo se anda con un toro, y es una gran verdad. Pero para que eso valga tiene que haber en el tendido gente que lo sepa ver. Y de esa cada vez carece más la más importante plaza.

Convendrá conmigo a estas horas un Sergio Aguilar que llegó a recuperar su sitio y su coso con fe en sus armas, asiento en sus plantas y un carro de valor para que valiese cualquier contrario. Con lo que no contaba Sergio es con que no le sirvieran en Madrid los naturales más profundos que se vieron en la tarde. Fue con el negro quinto, abrochado de pitones, prominente en el morrillo, musculado en pecho y trana y con la seria expresión de quien avisa el disparo. Hasta el embroque le humilló el bicho, que le buscó luego el cuello para no salir sin presa. Le valió al madrileño esa media humillación para imponerse primero, obligarlo después y trazarle templado y puro para que nadie dijese que algo quedaba faltando. Reunido con el toro, pisando el sitio del hule, muriéndose en el esfuerzo… y ni una triste voz que calentase el cotarro. Como si nadie viese a un tío jugarse la vida sin trampa sabiendo que no hay premio mayor. O como si no importase. Son los rigores del mayo pobre.

Ese mismo mayo retuvo como rehén a un Curro Díaz que porfió veterano con dos toros sin remedio a los que a penas le dio para componer los inicios, trazar templado y exponer en los aplomos a falta de argumento mejor. Se le aplomó el primero al jiennense antes de lo que él esperaba, y por eso dejó pronto trincherazos recortados, estéticas firmas y hasta algún cambio de mano de los que gusta en Madrid. Porque ya es perro viejo en los paseíllos venteños, y sabe que tiene armas para destacar entre mansos y arrancar una ovación. Dos se llevó esta tarde porque el mayo era pobre. Mala broma parece que te cambien San Isidro por otra fecha de mayo que no sea la del día 2.

Le hubiera dado lo mismo una fecha que otra a Leonardo San Sebastián, que vino a confirmar este día que anda verderón de recursos, que le hubiera dado igual que le valiesen los toros y que en Las Ventas se paga con sangre cualquier error. De hecho fue el berrendo sexto, con fijeza y cierto son, el que trastabilló su suerte para partirle las carnes cuando le medía la espalda el suelo. Si se lo llega a pasar cerca…

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de Toros de las Ventas, Domingo 3 de Mayo, más de un cuarto de plaza.

Toros de Carriquiri, bien presentados,con romana y seriedad. Primero, noble y soso. Segundo, desclasado. Tercero,mirón, medidor y desclasado. Cuarto,manso y sin fondo, pitado en el arrastre. Quinto,díscolo y deslucido de media humillación. Sexto, noblón aunque de sosa embestida.

Curro Díaz (aguamarina y oro); Ovación y Ovación

Sergio Aguilar (lila y azabache); Silencio / Ovación

Leonardo San Sebastián (grana y oro); Silencio y Herido

 

Parte médico de Leonardo San Sebastián: Herida por asta de toro en tercio superior cara posterior muslo derecho, con dos trayectorias, una descendente de 25 cm, que produce destrozos en músculos isquiotibiales y contunde nervio ciático, y otra de ascendente de 15cm que alcanza isquion. Puntazo corrido en tercio medio cara interna muslo derecho. Contusiones costales derechas. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros siendo trasladado al hospital San Francisco de Asís a cargo de la Fraternidad. Pronóstico grave.

 

FOTOS: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO