ENTREVISTA

Juan Mora: “Hay que encajar con torería lo que venga… y ahora no puedo coger ni una muleta”


miércoles 17 junio, 2015

Una doble lesión en el hombro y en la muñeca está impidiendo al maestro extremeño realizar temporada: Mora explica a CULTORO su recuperación y la posible reaparición

Una doble lesión en el hombro y en la muñeca está impidiendo al maestro extremeño realizar temporada: Mora explica a CULTORO su recuperación y la posible reaparición

Una
lección de maestría hasta para afrontar una lesión. Nos citamos con él para
hablar de enfermería y terminamos hablando de alma, de sentimiento, de pasión
de enamorado. Terminamos hablando de amor por el toreo. Ese es Juan Mora: aquel
personaje romántico que siempre ha estado y estará de actualidad porque se lo
ha ganado en la vida.

Lo
explica con temple, con pena pero también con ilusión por volver cuanto antes.
No es Juan hombre de explicaciones exhaustas sobre una especialidad médica. Él
te explica de pe a pá un natural. No una artroscopia. Aun así, afirma que «este
contratiempo de las lesiones me trae entre la evolución y el compás de la
espera. Las dos operaciones no han podido ser seguidas, por lo que me toca
esperar. Me han hecho una artroscopia en cada hombro”.

Es Mora
hombre fuerte. Siempre lo ha sido y, tras el corazón encogido de los
aficionados aquella tarde de Jaén, sabe el maestro que puede hacerle frente a
todo lo que se le venga encima. Porque, desde aquella tarde, todo lo demás será
poco. «Yo nunca había tenido lesiones de tendones ni cosas así. Soy muy
estricto en el entrenamiento desde que era novillero y día a día estoy
acostumbrado a entrenar. Nunca me había pasado nada, pero este año empecé a
entrenar en enero y a la primera de cambio me molestó la muñeca, luego se sumó
el hombro izquierdo y el derecho. Intenté evitar la intervención a base de
rehabilitación, pero tras ella estaba peor, muy inflamado. Posteriormente, y
tras las resonancias, se observó que estaba muy obstruido por el desgaste de
tantos esfuerzos estos años. Además, he tenido varias fracturas de escafoides,
por lo que también me han tenido que limpiar los cartílagos de la muñeca
derecha. Y aquí andamos”
narra el maestro a CULTORO sin perder de sus
labios la sonrisa.

Como
fecha clave, la corrida de Montalvo en Dax, en la que hará el paseíllo junto a
José María Manzanares y Miguel Ángel Perera con la corrida de Montalvo. «Para
ese día tenemos que estar en perfectas condiciones. Queda tiempo, es el 13 de
septiembre, y para esa fecha tengo que estar como si no pasara nada”
. Y
lo dice después de no poder estar en su tierra por el asunto médico que aquí
nos ocupa. «A cualquier lugar que faltes te duele, pero más si es Plasencia. El
trabajo estaba hecho, pero esto me ha traído a rastras. Hasta el 30 de abril
estaba toreando de salón de forma perfecta, yendo a tentaderos… y aunque tuve
que tirar de alguna infiltración estaba bien. Luego comenzaron a complicarse
las cosas. Cada vez me costaba más y fue muy doloroso decir que finalmente no a
Plasencia. Te da coraje no hacer el paseíllo allí. La gente me estaba
esperando. Todo en conjunto era bonito: el cartel, la corrida… ha sido una pena.
Hay que encajar con torería lo que venga… y la realidad es que ahora mismo no
puedo coger ni una muleta”.

El
maestro nunca ha sido de cuentas. No va con su concepto. Más bien de las
cuentas del alma. Eso sí lo lleva tras la chaquetilla natural de su piel. El
alma numerada de un torero. «Sobre la temporada no es cuestión de hacer
muchos números. Es más importante dejar escrita tu personalidad en la arena que
sumar y sumar fechas. Si lo podemos hacer unas cuantas tardes, incluso con este
contratiempo, mejor. Tenía habladas Plasencia, Santander, Huesca o Dax, aparte
de que pudiera luego sumarse alguna corrida más. En cuanto pueda coger un capote y una muleta
mejor, porque ahora sólo estoy a base de preparación física, de piernas y
piernas”.

Y, en
el fondo de ese alma rota por dentro, está aquel sentimiento que rompió veinte
mil corazones en un otoño capitalino. Todavía sueña Alcalá con volver a ver al
maestro. Ambos quieren. Y cuando dos quieren, esa fusión fructifica. «Siempre
tiene uno en la mente el sueño de Madrid. Te imaginas muchas cosas, siempre
buenas. A pesar de la responsabilidad, Madrid es necesario. Yo sé que en
Madrid, cuando estás preparado y te muestras natural, es la plaza más fácil. Y
digo fácil porque puede ser la plaza más difícil o a la vez la más fácil,
porque es la que más comprende al torero y su mensaje. Yo lo he comprobado.
Madrid nunca se me va de la cabeza. Siempre sueño con que todavía me queda ahí
algo… y va presente conmigo en cada momento”.