LA CRÓNICA DE PLATA

Sobriedad y eficacia de Joselito y Martín


viernes 10 julio, 2015

Brillaron las cuadrillas en la sexta de feria, sin aspavientos ni histrionismos, pero con eficacia y sobriedad

Sobriedad y eficacia de Joselito y Martín

Cuando un hombre se siente torero da igual la pasamanería que luzca su terno. Un torero lo es vista de oro, de plata o de hoja de lata, y hoy demostraron las cuadrillas en Pamplona que el mayor orgullo para un subalterno es colaborar al triunfo de su matador. Y si éste no llega, que no haya sido por su culpa.

Ayuna de aspavientos para colocar banderillas o correr un toro a una mano estuvo la tarde pamplonesa, pero preñada de momentos de ayuda a los toros y de cumplimiento de los preceptos que dejaron claros los de oro.

El que triunfó fue Abellán, que cuenta entre sus filas con un pequeño gran banderillero que atiende al nombre de Domingo Siro. El subalterno charro lidió con eficacia y suavidad al primero de la tarde, el que hacía augurar un buen encierro por su noble condición. Y se lo enseñó a Abellán con el capote a la rastra, impidiendo que lo tocase ni una sola vez. Hábil anduvo Prestel con la puntilla para amarrar las dos orejas que arrojó como balance el lote.

Mención destacada merece Joselito Gutiérrez en la cuadrilla de Perera. Hace poco ruido el buen banderillero, que clava con brillantez cuando se puede y apela a la eficiencia cuando hay que remar hacia otro puerto. Ese fue el caso de hoy, donde brilló con el capote para bregar al quinto y mantenerle la virtud de la humillación que luego la congestión dejó en nada. Eso no fue culpa suya. Con el segundo anduvo siempre bien colocado Guillermo Barbero, impidiendo, además, que fuera el toro a la puerta a recibir la vara.

Otro torero de sobriedad contrastada es Miguel Martín, que fue hoy el más brillante con los palos. Expuso y dejó llegar al tercero a los embroques sin darse ninguna importancia. También Pedro Lara cuajó una gran actuación en el sexto con los palitroques, con un eficaz Arruga haciendo coberturas varias. 

A caballo llegó el detalle de mala suerte, porque se le quedó la puya a Manuel José Bernal sobre el lomo del sexto al partirse la punta de la vara después de coger arriba al de Fuente Ymbro.

Una tarde de seriedad en los de plata. Y de toreo a favor de obra para los que vistieron de oro.

 

FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ