TORO POR TORO

Un bravo Garcigrande entre la medianía de Domingo


lunes 13 julio, 2015

Así se han comportado los cinco toros de Domingo Hernández y el sexto de Garcigrande esta tarde en Pamplona

Un bravo Garcigrande entre la medianía de Domingo

1º) 99-Montanero, colorado, nacido en diciembre de 2009, 595 kilos. De Domingo Hernández

Amplio en la caja y cabezón era el colorao primero de Domingo Hernández, que repitió con entrega en las verónicas de Padilla y tuvo cierto temple. Metió los riñones con poder en una buena pelea en varas, empujando con fijeza. Buen tranco tuvo el toro para galopar en banderillas, franco en los embroques y en las arrancadas al capote de la brega. Mantuvo esa franqueza en la muleta, mucho más que la humillación, que nunca fue exagerada, pero sí lo fue el tremendo ritmo del animal, que repitió con codicia y muchísima nobleza.

2º) 81-Pizpito, negro, nacido en enero de 2010, 595 kilos. De Domingo Hernández

Muy astifino el segundo, largo y musculado, vareado para sus casi seis quintales. En el capote se fue pensando cada arrancada, pero humilló los embroques. Vulgarón fue la pelea en varas, con un primer puyazo muy severo antes del quite de Juli por chicuelinas, donde repitió más el de Domingo Hernández. Cierta renuencia a la arrancada mostró en banderillas y la mantuvo en la muleta hasta que se la corrigió El Juli dándole dimensión al recorrido del toro. Repitió después el animal en el trapo, sin humillar, ni sacar clase ni resultar profundo para el toreo, pero se movió mucho.


3º) 112-Boticarillo, negro, nacido en diciembre de 2010, 540 kilos. De Domingo Hernández

El Boticarillo tercero tenía muy justo el trapío, que tapaba con su altura de manos, pero le faltaba entidad para Pamplona al de Domingo Hernández. Tampoco fue un dechado de repetición en el capote de Perera, que casi tuvo que robarle las embestidas para rematar el saludo. Bruto y topador se fue al caballo, y le faltó humillación en la brega de banderillas, tanta como echó la cara arriba a los de los palos. Tampoco este fue el toro de clase, porque la media humillación que dejó careció de entrega y de empuje. Repitió, sí, pero gracias al buen hacer del pulso de Perera.


4º) 39-Tabaquero, castaño bociclaro, nacido en noviembre de 2010, 575 kilos. De Garcigrandeç

Bonito de hechuras el Tabaquero de Garcigrande que salió cuarto, corto de manos y largo de cuello. Este sí humilló en el percal de Padilla,  pero vino mejor que se fue, y ese quedarse debajo puso en aprietos al Ciclón. Le faltó entrega en el penco y se dejó pegar, pero siempre llegando abajo. Se fijó más el toro en los burladero en banderillas que en Padilla, pero galopó con brío una vez que arrancó. En la muleta fue codicioso, bravo y muy emotivo el animal, que tropezó solo cuando faltó el gobierno. Toro de los que sacan el fuelle y exigen entrega y exigencia, porque si no se suben a las barbas. Al natural gateó y empujó el trapo con las puntas y los riñones hacia adelante. Un buen toro.


5º) 92-Juguetón, negro, nacido en enero de 2011, 545 kilos. De Domingo Hernández

 

Tenía cuello y era hondo el quinto, que lució la fuerza muy escasa en el capote de Juli, apretó poco en el caballo y salió con los pitones, que nunca fueron prominentes, como dos brochas. En la muleta le costó mucho al animalito mantenerse en pie. Si le sumamos el hecho de tener sangrando el pitón derecho queda un animal indigno de la plaza de Pamplona. Vergonzoso. En el comportamiento fue toro sin ritmo ni gracia al que debió ayudar siempre Juli. Soltó la cara a zurdas, protestando por su feble condición. 

 


6º) 79-Café, negro, nacido en diciembre de 2009, 530 kilos. De Domingo Hernández

Bajo y de buena estampa el Café que cerró plaza, remató abajo en los burladero antes de humillarle mucho la repetición a Perera en el saludo a la verónica. Muy medido en el caballo, lo dejó crudo Perera. Humilló en banderillas,  se arrancó muy franco y se deslizó con clase en el capote de Juan Sierra. También con la muleta se entregó el animal, que agradeció la suavidad de Perera porque no le sobraba el fuelle para soportar el buen fondo. A menos se vino cuando llegó la exigencia y terminó completamente exprimido.