LA CRÓNICA DE VALENCIA

Los fantasmas de El Soro


jueves 23 julio, 2015

Cristian Climent soprende con una madurez sorista para apuntar y corta una oreja que debieron ser dos; una paseó ante el tercero un maduro Álvaro Lorenzo

Cristian Climent soprende con una madurez sorista para apuntar y corta una oreja que debieron ser dos; una paseó ante el tercero un maduro Álvaro Lorenzo

El Soro
hizo el paseíllo, en espíritu, esta tarde en Valencia. Saludaba el maestro
Vicente, quince minutos antes de las ocho, al callejón que lo había visto
jugarse las mollejas a lomos de una pierna biónica en el mes de marzo. Y los
saludaba triunfante, como si supiese lo que allí iba a ocurrir, como si aquella
tarde estuviera escrita en la mente del de Foios y como si, por el arte de
birlibirloque, lo previsto se chafaría y lo imprevisto sería el futuro. Y es que la previsión de un Expósito para
replantearse su puesto y la imprevisibilidad de un Climent hicieron saltar los
fantasmas de El Soro por la plaza de Valencia.

Parece
el maestro que ha encontrado el sueño de Climent, que nadie sabe que si por
voluntad o casualidad, siguió hoy los pasos de la huerta en la calle Xátiva. Está
loco Vicente para torear quince tardes de agosto. Y lo hace con la sonrisa con la que se miraba a Climent a la
salida del par del molinillo. Antes, había puesto en pie a Valencia con el
vibrante recibo a portagayola y las encajadas verónicas de inicio. Tenía celo
el novillo para banderillearlo y así lo hizo Climent al molinillo, a diestras,
al quiebro y a lo que mandara el maestro Vicente. Voluntad propia, eso sí, fue
el inicio muleteril de hinojos para ir enlazando cuatro tandas de más conexión
que pulcritud y llegar, de nuevo de rodillas, a recetar una estocada que
rubricó una actuación, en su conjunto, de un doble trofeo cuestionado que el
usía no concedió por si los «peros”.

Y, en medio de las fantasmagóricas cábalas de
Vicente, la cabal y lógica madurez de un Álvaro Lorenzo irrumpió con el toreo
de mayor ortodoxia de toda la tarde
. Tiene el toledano la sien sobre los pies y
el corazón sobre el alma para hacer el toreo como lo siente, como lo parieron
los sueños que desde niño lo desvelan. Y así se lo mostró al verano levantino
en tres tandas de derechazos al tercero que supusieron el culmen de una Casa
Lozano que, cuando apostó, lo hizo sobre el firme de saber que no andaban fantasmas
en la cabeza de Lorenzo. Es Álvaro
torero que sabe aprender la belleza de la vida con la que la familia de más
enjundia del toreo le instruye y aprehender que, para ser figura, el camino es
el temple que le sopló a aquel animalaco con la zurda.
Y el estoconazo. Y
la oreja de la gloria, que fue la de su toreo a ralentí.

Se
entretuvo Posada de Maravillas en dar un cartucho de pescao al segundo y tres
tandas de naturales que recordaron a los que, dos meses atrás, vivió la plaza
de Madrid con el mismo tío roto ante veinte mil almas. Fue el Posada hambriento
el que pisó Valencia y, muy a pesar de un novillo falto a zurdas tras la
primera tanda, le bajó la mano a diestras en tres más que llenaron de olés una
plaza que había visto, ante todo, sentimiento. La estocada propició la ovación
para Juan Luis. Antes, había abierto plaza un novillo noblón ante el que
Beltrán dejó detalles capoteros y

Con el
cierraplaza, Varea selló los detalles de una carrera novilleril que está yendo
de más a menos y que necesita de un
triunfo importante en las próximas actuaciones. Sabe torear Varea y sabe encajarse
a todo tipo de toros, pero debe superar las rachas para enhilarse en el camino
que un día se marcó en Castellón. Jorge Expósito, que actuó bajo la pupila
sorista en cuarto lugar, no tuvo alma para hacerle frente a un animal pronto
que se le fue de las manos. Lo pinchó hasta en una decena de ocasiones.

Los
fantasmas de El Soro, amenazados por la lógica fantasmagórica de los hermanos
Lozano, asustaron a Valencia en la primera de la Feria de Julio. Quizá llevaba
razón el maestro cuando, con el frío de marzo, advirtió que el espíritu sorista
iba a ser una realidad pronta. Quizá se refería a otro tipo espíritu que el de
El Soro haciendo físicamente el paseíllo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de
toros de Valencia.

Segunda de
la Feria de Julio. Novillada con picadores. Un tercio de entrada.

Seis
novillos de El Ventorrillo.

Fernando
Beltrán,
(Verde
botella y oro).Silencio

Posada de
Maravillas,
(espuma de mar y oro).Ovación con saludos

Álvaro
Lorenzo,
(gris perla y plata). Oreja.

Jorge
Escudero,
(azul
marino y oro).Pitos

Cristian
Climent,
(azul pavo y oro).Oreja con petición de segunda

Varea,(azul
marino y oro).Ovación con
saludos

 

FOTOGALERÍA:
JAVIER COMOS ROZALÉN