ALBACETE

…pero Albacete no falló


viernes 11 septiembre, 2015

Falla Garcigrande, pincha Juli y sólo puntúa Ventura ante el primero de la tarde, al que le cortó una oreja; de nuevo se llenó hasta la bandera “La Chata” para presenciar el mano a mano

Falla Garcigrande, pincha Juli y sólo puntúa Ventura ante el primero de la tarde, al que le cortó una oreja; de nuevo se llenó hasta la bandera “La Chata” para presenciar el mano a mano

IGNACIO RUBIO

El rejoneador Diego Ventura y El Juli se batían mano a mano en el ecuador del serial
manchego por la baja de Alejandro Talavante tras fracturarse los días pasados
el segundo dedo de la mano izquierda. De nuevo acudía La Chata en masa a su
plaza para ver un encierro de San Pelayo para rejones y Garcigrande y Domingo
Hernández para lidia a pie.

Paró al primero Ventura de forma magistral a
pesar del volumen del astado de Capea. Tomó poco después a Nazarí para bordar
el toreo a dos pistas recorriendo el anillo al completo hasta en dos ocasiones
de costado. Muy cerca se dejó llegar la grupa al toro antes de clavar dos
soberbios pares en el mismo centro del anillo manchego. El toro mostraba un
tranco noblón que fue mimando y sobando el cigarrero desde la primera toma de
contacto con éste. Con Remate cuajó la rueda de cortas y un teléfono que no
tuvo la espectacularidad de otras tardes. Fue preciosa la estampa así como la
doma, todo al estribo y sin ventajas. En la suerte suprema, Diego dejó un rejón
trasero pero efectivo.

Blandeó
de salida el castaño de Garcigrande al que Juli le recetó tres verónicas y una
media de ensueño. Midió el castigo en el caballo para hacer un quite por
chicuelinas y gaoneras rematado con una larga que fueron gran plato de
presentación del madrileño. Muleta en mano, le costó a Julián encelar
las embestidas a derechas para encontrar la justa distancia y el
temple. Despacio lo llevó al natural en tres series de mano muy baja y poderío
de sus muñecas. De nuevo a diestras, el toro blandeó en el remate. Quiso volver
a la mano zurda pero ya no caló al mismo nivel por la blandura del castaño que
perdía las manos a la salida del embroque. Puso fin un invertido bien ligado
que levantó de nuevo los tendidos. Se perfiló a espadas pero lo pinchó.
Ovación.

Castaño
ojo de perdiz era el tercero de Garcigrande, luciendo en romana 570 kilos al
que Julián lo toreó sin lucimiento a la verónica antes de una buena vara. Genuflexo
le comenzó faena por bajo y de rodillas, con mucha templanza para citar de
largo a diestras. Ligó al natural y le sonsacó una buena serie para volver a la
mano derecha, por donde cuajó una excelente tanda que hizo sonar la música. Una
serie más diestras de mando hizo que el respetable confiara en su faena para
volver de nuevo a la izquierda y sonsacar una serie más en cercanías. Con poco
recorrido el toro, Julián, optó por las luquesinas no exentas de complicación.
Salió airoso el de Velilla a por la espada para dejar un bajonazo infame que
levantó el clamor de la disculpa para rematar con descabello.

Le
costó a Ventura encelar al distraído, al que tuvo que andarle muy en la cara.
Clavó el portugués ante un astado durante toda la lidia afligido y carente de
emoción. Para colmo un paso en falso enfrió aún más la gran laboriosidad del caballero
sevillano. Con Milagro dejó una rueda de cortas y selló su final con Remate,
escuchando un aviso antes de tomar el rejón de muerte. Pinchó en dos ocasiones
y, ya a pie, sonó el segundo aviso justo cuando el animal se echaba. Ovación.

Por
delantales recibió al quinto El Juli. Fue un toro que se llevó muy poco en el
caballo entre los pitos del respetable por omitirse la suerte de varas. Pésima
lidia se llevó en el tercio de banderillas bajo las protestas y las pasadas en
falso de los de plata, que aumentaron la crispación del público. Julián intentó
lucir al desangelado animal en series cortas que no llegaron a los tendidos. Ante
tanta sosería carente de emoción, se fue a por la espada dejando una estocada
que bastó. Pitos al toro y silencio para Juli.

No se
empleó el sexto en el capote de Julián, al que se le propinó una gran vara por
parte de Juan Francisco Peña, recogiendo una ovación pues le puso los pitones
en el cuello para agarrarse después en gran batalla. Brindó a Albacete Julián a
un animal que prometía.
Se diluyó como un azucarillo tras
el comienzo, que acabó con dos estaquilladores rotos, y los parones
consecuentes. La baja casta hizo que Julián se perdiera en probaturas y cortó
por lo sano para, a espadas, desencantar con varios pinchazos y ser silenciado.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Albacete. Cuarta de la Feria de
los Llanos. Corrida de toros mixta. Lleno.

Tres toros de
San Pelayo y tres de Garcigrande.

Diego Ventura, oreja y ovación.

Julián López «El Juli”, ovación, ovación, silencio y silencio.