LA CRÓNICA DE SALAMANCA

Honradez, digna de elogio


sábado 12 septiembre, 2015

Paco Ureña cortó una oreja en Salamanca mostrando la dimensión de un torero comprometido y de verdad con derechazos largos y profundos. Morante dividió al público entre pitos y ovaciones y Manzanares

Paco Ureña cortó una oreja en Salamanca mostrando la dimensión de un torero comprometido y de verdad con derechazos largos y profundos. Morante dividió al público entre pitos y ovaciones y Manzanares

POR MARÍA FUENTES

 Manso sin fuerzas fue
el primero. Pitada sonara para el cambio y caso omiso del presidente. Todo en
cadena, así, para abrir la primera corrida de toros de la Feria, la 2ª de
abono, la de las altas esperanzas, la que se desinfló al son que pasaban los
minutos y aquello no cogía forma. Dicen que el origen de toda desilusión es la
expectativa exagerada, así fue. La tarde de toros de la Glorieta se pasó entre
toros sin clase y con la fuerza muy limitada de los del Puerto de San Lorenzo y
la honradez personificada en un nombre propio: Paco Ureña.

 El torero de Murcia
anunció que algo iba a pasar con su primero, y que iba a ser con él cara a cara
ante ‘Langostillo’. Fue la verdad en un ceñidísimo quite por chicuelinas para
empezar tras eso un trasteo de muleta por estatuarios en los medios ante las
primeras embestidas del animal de más movilidad que entrega. Sin arredrarse,
con convicción, arrancó series largas con derechazos profundos, encajado en los
medios y mano baja. Naturales también de buen trazo. Cercanías y valor seco
para rematar. Media estocada para arrancar tras esa firmeza innata la primera
oreja de la tarde, y única.

 En su segundo, Ureña
calentó los dormidos tendidos en su recibo capotero y llevó al peto a
‘Lisonjero’ con tesón y ritmo para recibir un buen puyazo de Iturralde. Ancló
la rodilla al suelo pegado a tablas para citar con la muleta al animal, con
cierta movilidad y rebrincada embestida que no terminó de romper. Lo intentó
también al natural, encajado en un intento de serie de mano baja a lo que sólo
la falta de celo del toro al rematar hizo que no hubiera contundencia. Estropeó
todo con los aceros y la sonora ovación provocó la leve sonrisa del murciano
que fue el que puso entrega sobre la mesa, la que faltó a la corrida.

 El de la Puebla, sin
embargo, no quiso entregarse en la Glorieta, tampoco tuvo rivales de peso. No
quiso complicaciones ante el mansurrón ‘Fardero’ que no tenía fuerzas y Morante
no dudó en abreviar. Se mezclaban los aplausos con gritos, pitos e improperios,
no se sabe si al toro, al torero o un poco de todo. En su segundo, el sevillano
sí tiró de disposición, y dos verónicas cuajadas con el mentón bajo fue lo de
más fuelle. Deslucido el animal, pero arrancó a pesar de todo otro par de
naturales de nota, sin continuidad y sin ligazón. Falló con los aceros y ahí sí
que se entrelazó en el ambiente la indignación más absoluta con las ovaciones
sonoras de los más fieles, no pudo ser, no cuajó el arte ante la escasez de
raza.

 Más raza se echó en
falta en el trasteo de Manzanares. El silencio es un camino lleno de
expectativa, y sobre el alicantino la había por parte del aficionado charro,
pero no terminó de romper. Ante ‘Malvarrasa’ selló verónicas de gusto, un toro
con clase, con más calidad y más nobleza que el resto. Fue a más la faena a
base de tiempos y distancias con un trasteo de José Mari templado a base de
series cuajadas por la diestra en los medios. Fue más bravo el animal. Pinchó
antes de una estocada entera y hubo leve petición de oreja que se quedó en una
ovación.

 Su quinto fue devuelto
y en su lugar salió ‘Malaguito’, otro descastado animal del Puerto de San
Lorenzo que ya de salida fue protestado. Querencia permanente a tablas, justo
de fuerza y rajadito. Sí lo intentó el torero sin terminar de acoplarse. Mató
de estocada entera y escuchó silencios. No rompieron las figuras, no rompió el
encierro del Puerto pero sí lo hizo un hombre que apostó con eso que siempre es
digno de elogio, la honradez, aunque no reporte recompensa total ni provecho,
como decía Cicerón.

 FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Glorieta, Salamanca. Segunda
de la Feria de la Virgen de la Vega. Corrida de toros. Tres cuartos.

Seis toros de El
Puerto de San Lorenzo.

José Antonio «Morante de la Puebla”, pitos y división de opiniones.

José María Manzanares, ovación y silencio.

Paco Ureña, oreja y ovación.

FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ