LA CRÓNICA DE SALAMANCA

La Glorieta como talismán


lunes 14 septiembre, 2015

Un soberbio Juan del Álamo corta tres orejas cuajando rotundas actuaciones a dos bravos ejemplares de Montalvo y abre la Puerta Grande junto con Castella, que repite mañana sustituyendo a Talavante

Un soberbio Juan del Álamo corta tres orejas cuajando rotundas actuaciones a dos bravos ejemplares de Montalvo y abre la Puerta Grande junto con Castella, que repite mañana sustituyendo a Talavante

MARÍA
FUENTES

La suerte no
existe. La suerte, eso sí, engloba una serie de factores que no percibimos pero
que favorecen la situación. No se ven en el ambiente, no se palpan, pero están,
y veníamos de una tarde con toda en contra para que el orgullo charro fuera
fácil de volver a relucir. Tenía y debía florecer porque hay una historia
detrás que nos avala, y quiso el destino que fuera con Juan del Álamo en su
plaza con ‘Antojitos’, un bravo ejemplar de la ganadería de Montalvo que
humilló con clase. Dos buenas verónicas del mirobrigense en el saludo capotero.
Apretó el hondo animal e hirió en el primer par banderillas a Agustín Serrano,
que sufrió una grave cornada en el estómago. Se repuso del Álamo con quietud
pues conoce la realidad de este oficio y vino entonces esa faena de toma y
daca, de bajar la mano, de templar y de dar tiempos. Juan quiso que fuera su
tarde, se gustó ante sus paisanos y ganó la batalla. Se fue a los medios para
iniciar un trasteo de muleta con la diestra a base de series de ligazón ante el
encastado animal. Larguísimo y hondo por ese pitón. Bien también dos series de
naturales cuajadas. Mató de estocada entera, desprendida y recibió doble premio
porque así lo quiso su gente, que saben que tiene mucho que decir un torero que
necesita seguir gritando alto que su nombre huele a grandeza, porque los hechos
lo dicen.

Lo dijo la
firmeza que empleó como arma también ante su segundo, otro buen toro de
Montalvo. Media decena de verónicas de empaque para romperse después al natural
ante ‘Cortesano’ que permitió hondura en el trazo. Lo llevó largo también por
la diestra y remató por circulares alargando ya la embestida entre pitones para
acabar con un metisaca feo y una estocada entera que le dio otra oreja de esas
que saben a gloria, como a gloria le supo a Sebastián Castella cuajar su
segunda baza y arrancarle las dos orejas que hacen que mañana vuelva a pisar
los terrenos charros sustituyendo al lesionado Talavante.

En su primero,
el galo no acabó de encontrar su sitio. Tuvo movilidad ‘Temerario’ el noble
ejemplar de Montalvo que supo mimar Castella a base de exigirle en su justa
medida iniciando un trasteo a media altura tras un desastroso tercio de
banderillas. En los medios empezó templando y bajando la mano para arrancar
series continuadas por el pitón derecho y una serie al natural sin apenas trasmisión.
Un pinchazo, una entera y dos descabellos para escuchar silencio de un
respetable que seguía con el mentón descompuesto por el desafío que no salió.

Cambio el viento
ante ‘Empleado’ que se encontró con un torero decidido a usar la inteligencia para
medir los tiempos y emplear el valor para templar. Hondura tuvieron los
derechazos largos en los medios bajando la mano a un toro que fue a más
ocultando la acusada falta de fuerza que mostró en el primer tercio. Bien toreó
también al natural que el francés siguió exprimiendo la dulce embestida con un
remate a pies juntos hasta matarlo de una estocada entera y arrancarle las dos
orejas que le daban la puerta grande.

Fue buena la
corrida de Montalvo y buenos fueron también los dos toros del Capea para el
toreo a caballo con los que Pablo Hermoso de Mendoza no logró sellar el cante
grande al que acostumbra. Tardó en coger su sitio ante su primero, ‘Veleto’.
Protagonizó una faena templada en todos los tercios a lomos de Napoleón y
Berlín. Faltó trasmisión y mató a la segunda con ‘Pirata’ por lo que escuchó
una ovación. Enceló el cuarto de la tarde el rejoneador con variedad y temple.
Buen ejemplar fue el de Capea. Estropeó con el rejón de muerte una faena más
cuajada y su actuación se redujo en ovación. Las ovaciones esta vez sonaban
hasta con más fuerza aunque el frío calaba de cuajo, pero sabía mejor porque un
salmantino había cambiado el curso del ciclo, y la Glorieta había rugido por
ser una vez más el talismán que le dio a del Álamo la fortuna para alcanzar la
meta específica, y en este caso la meta era el triunfo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza
de toros de La Glorieta, Salamanca. Cuarta de Feria. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada.

Dos
toros de Capea y cuatro de Montalvo.

Pablo Hermoso de Mendoza, ovación y 

Sebastián Castella, silencio y dos orejas.

Juan del Álamo, dos orejas y oreja.

FOTOGALERÍA: ANTONIO GERALDES