VILLARUBIA DE SANTIAGO (CUENCA)

Juan Miguel aplaca el mal fario cortando tres orejas


lunes 7 septiembre, 2015

Se lidian novillos de Fernando Peña para Juan Miguel, Lorenzo Sánchez y Aitor Darío “El Gallo”

Se lidian novillos de Fernando Peña para Juan Miguel, Lorenzo Sánchez y Aitor Darío “El Gallo”

Juan Miguel, Lorenzo Sánchez y
Aitor Darío «El Gallo”
era la terna novilleril que la localidad
conquense de Villarrubia de Santiago había preparado para el festejo dentro de
su Feria. En toriles esperaba un encierro de Fernando Peña.

Tuvo soltura Juan Miguel Benito con el capote ante el primero de Fernando Peña, que se desplazó en la tela mejor de lo que lo hizo luego en el caballo. Suavidad usó como arma el novillero en el inicio para echar para adelante a un novillo de buen temple y condición que se fue a menos muy pronto. Mantuvo la porfía Juan Miguel, buscando siempre la vuelta para que acudiese el animal con más voluntad que brillantez. Mató de estocada caída y paseó una oreja. 

Algo verderón anduvo Lorenzo Sánchez con el capote ante el segundo, que obedeció a los toques y se fue para adelante en la tela. Clase y largura tuvo el de Fernando Peña, al que no siempre se acopló Lorenzo, en una labor intermitente en la que hubo muletazos brillantes entre otros no tanto. Le sorprendió el novillo a la hora de matar, pero tuvo fortuna para meter la espada hasta las cintas y cortarle una oreja.

Más desentandido en las telas salió el tercero, al que a penas pudo dejarle una media Aitor Darío El Gallo antes de que visitase el penco para recibir el castigo muy medido. Muchos altibajos tuvo la labor, en la que no siempre dio con las teclas del exigente animal, que soltaba la cara con defensiva protesta hasta que le amarraban el morro al suelo. Hubo una serie por cada pitón en las que salió lo mejor del chaval, pero no tuvo continuidad. Mal con la espada, escuchó pitos por impaciencia del tendido.

Cuajo de toro tenía el cuarto, enmorrillado y con remate, que se comportó con brusquedad en el percal de Juan Miguel. Tuvo importancia y recorrido el animal en la muleta,. con la importancia que le daba ver pasar ese volumen por delante. Tuvo actitud y voluntad Juan Miguel, al que le faltó algo de rodaje en algunos pasajes para reventar la embestida por abajo, pero enseñó la actitud y quiso siempre. Una gran estocada no hizo, sin embargo, que doblase pronto el novillo, pero dio para pasear el doble trofeo que le garantizaba la puerta grande.

Con el quinto no terminó de entenderse Lorenzo Sánchez, al que le faltó oficio para conjugarse con un animal de cierta exigencia que le punteó mucho las telas y desarrolló a peor por destemplarse el torero en algunos pasajes. Voluntarioso y dispuesto, se atascó con la espada y escuchó silencio.

El sexto se fue para adelante con voluntad, pero también sin ritmo para acometer, por lo que tuvo que echarle el capote abajo El Gallo para lidiar antes de torearlo. Y fue el peor del manejablke encierro el cierraplaza, con el que tuvo que hacer un esfuerzo Aitor, apretar el diente y aguantarle las miradas y las vencidas con valor. Le asentó el talón y fue todo entrega y corazón el conquense para plantarle cara al de Fernando Peña. Contraria quedó la estocada, pero hasta las cintas, y escuchó silencio.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Villarrubia de
Santiago, Cuenca. Novillada con picadores.

Seis novillos de Fernando Peña. Protestón y carente de fuelle con buen fondo el primero; enclasado y codicioso el buen segundo; repetidor y de buena condición el tercero; profundo e importante el buen cuarto; exigente el quinto; deslucido y duro el sexto.

Juan Miguel, oreja y dos orejas.

Lorenzo Sánchez, oreja y silencio.

Aitor Darío «El Gallo”, pitos y silencio.