Curro Durán, Pablo Aguado y Juan
Carlos Carballo se enfrentaban este miércoles a la novillada de Cebada Gago que
hacía penúltima de la Feria del Alfarero de Oro. De nuevo los tendidos de
Villaseca de la Sagra presentaban una exitosa imagen en lo que se cimenta como
la consolidación de una de las Ferias novilleriles con mayor entidad de la
temporada. Pero la penúltima del Alfarero estuvo protagonizada por un presidente que, falto de sensibilidad, no usó con Carballo la misma vara de medir que los días precedentes. Le negó al extremeño el sobrero tras partirse la mano derecha cuando, cuatro días antes, había devuelto un novillo de Fuente Ymbro en el Ecuador muleteril por lastimarse un Pitón.
Con Pitones pero sin fuerza salió el primero de Cebada, un novillos grandón que propinó una fuerte voltereta en la Lidia. Era noble y tenía fijeza el animal pero la falta de fortaleza le hizo deslucir su Tranco en la muleta, tornado en peligroso. Le echó mano hasta en tres ocasiones sin consecuencias a un Curro Durán que tuvo la valía de sobreponerse y torear con Belleza a diestras. Espada en mano, dejó un estoconazo de libro para que de nuevo lo prendiera el de Cebada. Cortó Oreja.
Bramador llevaba por nombre un segundo más largo y terciado que su hermano anterior, un novillos ante el que Mario Benítez no estuvo acertado en el Jaco. Fue un zorrón en la Lidia y en la muleta, quedándose cortísimo en los trastos de un Aguado que brindó al respetable. Poco de sabor tuvo una faena condicionada por su deslucido y peligroso Tranco. No anduvo fino a espadas el hispalense.
Pingüino se llamaba un tercero al que le dieron una vara larguísima que ahormó una embestida noblona que terminó rajándose en la faena. Se puso de verdad Carballo ante el de Cebada, toreando en corto pero relajado a un animal que iba humillado. Debió encontrarle el terreno Juan Carlos para ponerse valeroso Cruzándose ante el testuz del astado y, ya en los finales, exprimir a un novillos rajado en las tablas. Tras dos pinchazos y Estocada, dio vuelta tras petición.
No tuvo lucimiento Durán en el recibo de un cuarto frío de salida. Fijeza y prontitud sacó en la Lidia de Doucart tras un puyazo nada acertado de Francisco Javier Ortiz. En faena, tuvo también noblona embestida para que Curro le sacara dos tandas a diestras que llegaron al tendido con facilidad. Le echó mano el de Cebada y se repuso el sevillano para, con la espada, dejar una Estocada que requirió de Verduguillo.
De estampa seria era un quinto al que Aguado saludó con una larga. Lo midió Romualdo Almodóvar en el caballo para que quitara por delantales Pablo. A pies juntos inició una faena en la que intentó que primara su regusto. Más largo en las primeras tandas y más en corto en los finales, Pablo sometió a un novillo noblón pero con su punto picante en los embroques. Tras dos pinchazos, una Estocada contraria y un descabello acabó con su oponente. Silencio.
El burraco sexto tampoco quiso telas con Carballo. Dos varas se llevó y muy bien lo lidió Domingo Siro. Tras una primera tanda se partió una mano y entró pronto a matar.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Villaseca de la
Sagra, Toledo. Cuarta de la Feria del Alfarero de Oro. Novillada con picadores.
Seis novillos de Cebada Gago. De noble Tranco pero sin fuerza el primero; zorrón y de viaje cortísimo el segundo; noble pero rajado el tercero; noble también el cuarto; noblón pero con un punto incierto el quinto; lesionado el sexto.
Curro Durán, oreja y silencio.
Pablo Aguado, silencio y silencio.
Juan Carlos Carballo, vuelta al ruedo y silencio.
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