MADRID

La raza de dos héroes


sábado 1 octubre, 2016

Tarde dura y complicada corrida de Puerto de San Lorenzo de la que salieron heridos Curro Díaz -que a punto estuvo de tocar pelo- y José Garrido, permaneciendo en el ruedo a pesar de los percances

Tarde dura y complicada corrida de Puerto de San Lorenzo de la que salieron heridos Curro Díaz -que a punto estuvo de tocar pelo- y José Garrido, permaneciendo en el ruedo a pesar de los percances

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO /
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

Una corrida de Puerto de San Lorenzo era la que tenía lugar
en la tarde de este sábado en la plaza de Las Ventas para la tercera de la
Feria de Otoño. Dos de los nombres más importantes de la temporada, Curro Díaz
y José Garrido, se batían el cobre mano a mano en el primer escenario taurómaco
del mundo.

A saludar sacó Madrid a Curro Díaz tras el paseíllo.
«Montesino I” llevaba por nombre el abreplaza, un toro con zancada,
primero del triple lote de Curro Díaz, que se quedó dormido en el caballo en
los dos puyazos que recibió de José Manuel Quinta, acobardándose. Hizo también
signo evidente de la frialdad de salida de su encaste. Sin pensárselo dos veces
se fue a brindar el toro al tendido, iniciándole faena de forma toreísima y
conectando con su tradicional gusto. Se quedó en el sitio en la siguiente
tanda, pena que un desarme le quitó la muleta en el remate de tanda. En
complicada se tornó la condición de un animal difícil, que despachó de una
estocada un punto desprendida el de Linares.

«Joyito”, grandón y largo era el segundo de Puerto de
San Lorenzo, al que José Garrido no pudo recibir con lucimiento. No le gustó
nada la puya ni del picador titular ni el de la puerta, huyendo del hierro
cuando lo sentía. Limpios fueron los pares de su cuadrilla. Pegado a tablas
comenzó labor por estatuarios el torero extremeño, pasándose cerca al animal,
pero cogiendo buie la muleta en el remato por abajo el animal. Limpia fue la
segunda serie, con un tranco en el que quería salir un punto suelto el toro
pero mantenía la humillación en los chismes del joven. Pero en pasadora se
tornó su condición, matando de pinchazo y estocada Garrido.

Frenadísimo de salida fue el tercero, un toro que no se
empleó en el capote de Curro Díaz e hizo las cosas deslucidísimas en la franela
de la cuadrilla. Además, con la cara alta se portó en el caballo de Curro
Sánchez. Con garbo fue el prólogo muleteril del luinarese, y en un momento de
apuro, el toro le echó mano para darle un feísimo volteretón del que lo peor
llegó en la soberana caída que le propinó el animal. Siguió enrazadísimo frente
a la cara del toro para recibir otro palizón en la siguiente tanda, cuando se
disponía a rematar la serie por el pitón derecho, cogiéndolo el toro en el
remate y dándole un pitonazo en la parte inferior del muslo. Sencillamente
extraordinarios fueron los últimos muletazos al natural del jiennense,
relajadísimo por la mano izquierda. Falló en el primer intento, debiendo salir
a saludar la ovación tras despachar al animal.

Genial fue la lidia de Antonio Chacón al cuarto toro, un
animal al que le colocó un soberbio par Abraham Neiro en el primer par y otro
impresionante de ejecución en el segundo, premiado con una fortísima ovación.
Al público fue el brindis de Garrido de «Montesino”, que se desenvainó un
pitón de salida. Muy inteligente el extremeño, le buscó la solución a un toro
que sólo quiso rebañar al joven y lo consiguió en el epílogo muleteril,
afortunadamente sin consecuencias aparentes para Garrido. Por diabluras terminó
su faena al hilo de tablas, cruzándose el torero y dejando circulares que
tuvieron emoción por su cercanía. Por manoletinas espeluznantes finiquitó
trasteo. Con el toro totalmente ya rajado cogió la espada Garrido para recibir
otro volteretón en el primer encuentro y, en el segundo, de nuevo, salir detrás
de él el animal y prenderlo. Pasó a la enfermería.

«Macetero” llevaba por nombre el quinto de El Puerto,
otro toro que hizo las cosas típicas de su encaste de salida y con el que
anduvo torerísimo el subalterno valenciano José Manuel Montoliú sacándoselo
capote en mano torerísimo hasta los medios. Lo cuidaron a pesar de su evidente
mansedumbre los hombres de plata para que le iniciase labor Curro Díaz sentado
en el estribo, destacando de inicio dos trincherazos torerísimos. Vaaliente
anduvo en la siguiente tanda, en la que se los pegó encajado por la mano
derecha, conectando. Se hizo daño en al mano el animal, pero prosiguió
torerísimo el de Linares ante un toro siempre huidizo. Sin ganas ya tomaba los
muletazos en la última parte de la faena el de El Puerto, sacando Curro valor a
pesar del palizón que llevaba encima. Mató de estocada.

Se retrasó unos minutos la corrida antes de que saliese a
matar al animal sexto José Garrido, que escuchó una sonora ovación a su salida.
Cumplió desplazándose en los primeros tercios el de El Puerto, soplándole
Antonio Chacón un buen par. Se desplazó el animal cuando Garrido le plantó la muleta
con verdad al natural, gustando por ese lado en sus tandas. Se fue diluyendo la
labor porque el toro se vino a menos. Espada en mano, Garrido mostraba
evidentes signos de dolor al levantar el acero

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Tercera de la Feria de Otoño.
Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada. 

Seis toros de Puerto
de San Lorenzo.

Curro Díaz,  palmas, ovación y ovación. 

José Garrido, silencio, palmas camino de la enfermería tras dos avisos y palmas tras dos avisos.