JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Con el romanticismo
como chispeante pero los pies bien amarrados a la arena, Simón Casas hace
balance de la Feria del Pilar. Una plaza y una afición que hace tres temporadas
tenía La Misericordia como un solar pero, gracias al empeño y a la vocación del
productor, ha llenado su coso en los populares y en los festejos litúrgicos en
la pasada Feria. El Simón más filosófico-romántico y el Casas más empresarial
se dan cita en la siguiente entrevista para valorar lo que ha sido la última
gran Feria de la temporada 2016. Y también de lo que viene.
En primer lugar, Simón, ¿qué balance
artístico, económico e incluso social haces de la Feria del Pilar?
Indudablemente
un balance muy positivo en todos los conceptos. Hace tres años recogimos La
Misericordia de Zaragoza realmente por el suelo, con muy pocos abonados, con
una mala imagen para ser una de las plazas más importantes de España. Ya el año
pasado fue una gran Feria, que ganó el premio a la Feria más importante del
2015 y este año otra vez ha habido una gran afluencia de público con eventos
excepcionales. De no pinchar Enrique Ponce su faena, por ejemplo, hubiera
cortado un rabo a un toro de vuelta al ruedo. El sábado se lidió una corrida histórica
a nivel de arte, con la complementariedad de Morante, Padilla o Talavante en
maestros y la plaza era un hervidero. Había una emoción fantástica con una gran
corrida de Cuvillo. En la corrida de rejones con Hermoso de Mendoza y Lea
Vicens hubo también emociones, donde hubo un momento trágico de Vicens pero con
una faena al primer toro en la que si no fuera por el descabello, hubiera
cortado las orejas. Desde la novillada de Los Maños, no se ha aburrido el
público. Se ha puesto el cartel de «No Hay Billetes” el sábado y casi llenazo
en la de rejones. Hubo más público en las corridas de toros, en las novilladas
y en los espectáculos populares, que es una raíz fundamental en la historia del
toreo. Los populares son patrimonio del pueblo del toro, que no deja de ser el
pueblo de España. Ha habido 5000 espectadores más que el año pasado en los
populares y más espectadores en las corridas de toros y la de rejones. Cogimos
la plaza en un nivel muy bajo y la hemos elevado totalmente en tres años al más
alto nivel de la actualidad
Solamente el sábado pasaban hasta 35.000
personas por la plaza de toros, ¿cómo le contamos esto al mundo? Es el gran
debate actual, la comunicación de nuestra realidad a la sociedad, y la gran
afluencia de público a los populares en Zaragoza y también a las corridas de
toros han hecho que se avive el problema del que el toreo tiene que tomar
conciencia.
El
problema de la tauromaquia no es de la tauromaquia: es de la falta de buena
comunicación de ésta como arte, como evento cultural. Es una comunicación mal
adaptada a nuestros tiempos. Por eso aquí hemos hecho una campaña con sentido,
con el carácter cultural que nos caracteriza, con nuestro carácter artístico.
Lo que es una evidencia es que el toreo, aparte de arte, es un espectáculo de
masas que forma parte de la identidad histórica del pueblo de España. Es de
defender que haya antitaurinos, pero lo que éstos no pueden hacer es negar la
realidad de que el toreo es un espectáculo de masas, con mucho dinero y empleo
detrás. Negar la tauromaquia como espectáculo cultural es negar la realidad. Y
lo niegan muchas veces con violencia, sin ética. Son grandes minorías. No hay
que olvidar que los antis saben utilizar las nuevas tecnologías. La gran
mayoría, le gusten o no los toros, entiende que la tauromaquia forma parte de
España y de otros pueblos de Europa. Y algunos partidos políticos no solamente
se equivocan a la hora de tomar medidas en contra de la tauromaquia sino que se
equivocan yendo contra el pueblo. El primer deber de un político es reconocer
las realidades patrimoniales de un país, de una sociedad, de una cultura, de
una historia… ningún político puede tocar un arte que significa mucho y juega
con los valores universales. Cierto es que juega también con la muerte, pero
con dignidad, con ética, con trascendencia, con arte. Los políticos deben
cumplir con su deber de respetar al pueblo, deben abrir las mentes para pensar
lo que realmente es el toreo y deben hacer números: suprimir la tauromaquia es
suprimir muchísimos empleos. Señores antitaurinos: tenéis derecho a ser antis,
tenéis derecho a todos los pensamientos, pero no tenéis derecho a agredir a la
gente desinformando. Ya es tiempo, y lo dice el empresario de Madrid, de
respeto. Nosotros, los aficionados, dialogamos, lo que no podemos admitir son agresiones
permanentes y no podemos admitir que algunos políticos hagan politiqueo con
nuestra historia y nuestra cultura.
Precisamente enlazando con ese aspecto, y en
el trabajo más cultural de promoción del toreo, supongo que súper satisfechos
con la Diputación de Zaragoza. También ocurre con la Diputación de Valencia. Y
eso dará una tranquilidad absoluta en el aspecto cultural del toreo de cara a
los próximos años, ¿no?
Eso es
una realidad. Trabajamos en Alicante, Zaragoza y Valencia, donde la mayoría
política son coaliciones de izquierdas, pero cuando la verdad se impone
llenando las plazas y creando riqueza, todos los políticos se rinden. La
primera misión del empresario es también de renovar el diálogo con la sociedad,
de abrirlo de nuevo. Siempre existió ese diálogo, pero desde hace una década
sufrimos una ruptura sociológica que no es sólo culpa de los políticos o culpa
de los animalistas, es culpa muchas veces de la incapacidad de respuesta por
abrir el diálogo con el mundo del toro. Soy taurino, soy aficionado, soy
francés y no hay fronteras para el toreo. Le he dedicado mi vida al toreo: yo
no he ido al colegio y sin embargo todo lo que sé y lo que soy se lo debo al
toro. He aprendido lo mucho o poco que sé al toreo. El pueblo del toro, no en
términos de lucha sino de inteligencia, tiene que saber contar su realidad para
evitar escuchar las imbecilidades que llevamos soportando durante una década.
Desde
el primer momento de tu llegada has intentado potenciar la Feria de San Jorge
como uno de los potenciales importantísimos que tiene la afición de Zaragoza,
incluso esta temporada también y mirando al futuro con la entrada de niños
gratis, ¿podrán volver las figuras el próximo año?
Es mi
proyecto a corto plazo ya. Para 2017 ya estoy trabajando para recuperar esa
Feria, ya he tomado contacto con algunas figuras. Recuperar el Pilar ya está
conseguido al 150 %, ahora recuperaremos San Jorge.
Apoderas a Rafaelillo, que estuvo bien con La
Quinta, a David Mora, que cortó una oreja el día de Victoriano del Río, a Lea
Vicens, que ayer sufrió un fuerte percance y se repuso y toreó bien… pero hay
un nombre, un novillero al que apoderas, Andy Younes, al que la evolución se le
ha notado desde Fallas. Ese hambre que tenía en Valencia sin terminar de pegar
un muletazo con pulcritud se ha transformado en un valor lógico que, además,
torea de verdad, ¿qué sigues viendo en él, Simón?
Younes
empezó la temporada saliendo a hombros de las Fallas de Valencia y la ha
rematado en Zaragoza. Se tiene que placear, se tiene que cuajar, está
empezando, pero tiene buen futuro. Rafaelillo estuvo muy bien, David Mora hizo
una faena de dos orejas… en términos generales han fallado mucho los toreros
con la espada, lo que ha quitado muchas orejas y ha restado puertas grandes.
Enrique Ponce fue el culmen. Ha sido una gran Feria, y si no se hubiese
pinchado, se hubiesen cortado más orejas.
Y por último, Madrid. Siendo totalmente respetuoso
con las fechas marcadas y aunque todos sabemos que vais a regir los destinos de
la capital del toreo, no te voy a volver a preguntar lo que expusiste ya en la
rueda de prensa, sólo un aspecto, que para mí como joven es el importante:
¿cómo llenar Madrid de niños y jóvenes en los próximos años?
Mi
preocupación primera no son los niños y los jóvenes. No hay que equivocarse. Hay
que volver a establecer una comunicación con la sociedad en general, y yo
empezaría por los intelectuales, por la prensa, por los artistas… la juventud
representa el público del futuro, pero de momento nos tenemos que ocupar del
público de hoy. Se hace mucho para los niños, pero hay que ser comunicadores
directos con los portadores de opinión de nuestra sociedad. En todas las plazas
hay una política de precios para la juventud, pero ese no es el problema de
fondo: el problema de fondo es que el mundo del toro es autista, no se expresa.
Hemos perdido el contacto con la sociedad de nuestro tiempo. Esto es lo que hay
que analizar y lo que hay que arreglar. Es posible hacerlo. Me comprometo con
la afición y lo voy a intentar hacer. Yo actúo por convicción, yo actúo con
ambición pero con humildad. Digo que voy a intentar hacerlo porque no es fácil.
Toda mi vida la he entregado al toro y lo voy a seguir haciendo: tengo ahora
unos medios muy importantes para actuar, porque la plaza de Madrid y el grupo
SCP no lo harán de forma especulativa. Lo hacen por sentimiento artístico, y me
marco como meta recuperar el diálogo perdido con la sociedad de nuestra época.
