JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA:
LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
Fernando
Robleño descansa. Por actitud, nadie tiene que decirle nada; por sangre,
tampoco. El pasado domingo recibió en Las Ventas una cornada de 10
centímetros en la región posterolateral del tórax derecho. En cristiano: el
pitón le rajó el costado. A pesar de ello, siguió dándole duro para matar el
cuarto. Todo un tío. Ahora, narra a CULTORO que «el domingo por la noche y el lunes lo pasé mal.
Después de la corrida aún tenía el efecto de la anestesia, pero cuando llegué a
casa y se me pasó la anestesia llegaron unos dolores tremendos. La zona de la
herida tenía el dolor normal, pero las costillas hacían que no pudiese ni
moverme”.
Sobre
las horas posteriores, comenta que «el lunes también estuve parecido, me vio
don Máximo el lunes por la tarde y me dijo que la herida llevaba su curso
normal. Me mandó calmantes, que es lo que me hace tener menos dolor, lo que
hace que ayer y hoy esté mejor y me pueda mover con menos dolores”.
Sobre
el balance de la tarde y de la campaña, comenta que «ha sido una temporada en la que
no he toreado el número de corridas que hubiera deseado, y era una tarde muy
importante para mí en Madrid, con lo que ello supone. Iba con toda la ilusión
de triunfar. Llevaba sin hacer esa suerte muchos años, desde mis comienzos. Sé
que no es la suerte que más le gusta a la gente pero era una declaración de
intenciones para decir que iba entregado a lo que hiciese falta. Luego vino el
percance, que fue un halo de suerte tremenda porque por donde entró el pitón
hubiera sido algo terrible”.
Sabe
que, a pesar de que Alberto Aguilar hizo el toreo que le permitió ese buen
sexto, ha tenido también eco su pundonor: «el resultado de la tarde, analizándolo
después, es bueno porque ha tenido eco de cara a los aficionados. Me ha llamado
un montón de gente. Siento que ha tenido calado. No se pudo triunfar pero creo
que dejé actitud, siendo una tarde que me debe servir para la próxima temporada”.
Ahora,
descanso y preparación: «No voy a tener prisa en recuperarme y me
imagino que tampoco estaré mucho tiempo así. Cada día iré notando mejoría y
tocará prepararse para la temporada que viene, porque el tiempo pasa volando y
cuando menos te das cuenta ya estás ahí, con la ilusión a tope”,
rubrica Robleño.