ENTREVISTA

“El nuevo pliego de Vitoria es demencial: ojalá haya algún empresario valiente que lo afronte”


viernes 11 noviembre, 2016

El gran pilar en el que se apoya la tauromaquia en la actualidad en la ciudad vasca es la plataforma “Vitoria-Gasteiz Pro Taurina”, cuyo portavoz es Txemi Corres; nos explica su ardua situación

El gran pilar en el que se apoya la tauromaquia en la actualidad en la ciudad vasca es la plataforma “Vitoria-Gasteiz Pro Taurina”, cuyo portavoz es Txemi Corres; nos explica su ardua situación

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

La Feria taurina de la Blanca -aunque podrá llevarse a cabo
en 2017- está en peligro. Y ahora no sólo por la consulta antitaurina que el
equipo de gobierno está tramitando, sino por el nuevo pliego de condiciones que
ha salido a la luz para regentar el Iradier Arena. Si de por sí es costoso organizar
festejos en una ciudad tocada taurinamente, ahora los gastos se incrementan
30.000 € más en concepto del mantenimiento y preparación del coso para el
serial además de la banda de música para los festejos.

El gran pilar en el que se apoya la tauromaquia en la
actualidad en la ciudad vasca es la plataforma «Vitoria-Gasteiz Pro Taurina”,
cuyo portavoz es Txemi Corres. «El nuevo pliego es demencial. Es pedir peras
al olmo. Veremos si hay algún atrevido que viene y organiza la Feria. En ello
estamos trabajando, pero cada vez nos lo ponen más difícil. Parecemos los malos
de la película
”,
señala tras conocer las condiciones para regentar el Iradier Arena.

El nuevo adjudicatario, tras la renuncia de la FIT a la
prórroga después de la Feria de esta temporada, deberá organizar tres corridas
de toros, una de ellas mixta o a caballo, además de festejos populares los días
25 de julio y 5, 6, 7, 8 y 9 de agosto. El canon está estipulado en 3.000€ y,
aunque el pliego tan sólo es de un año por el ímpetu abolicionista del alcalde
Gorka Urtaran –que pretende sacar a la luz la consulta antitaurina en 2017-
tiene también una prórroga para 2018.

«El Ayuntamiento
debe dejar la plaza de toros acondicionada para que se celebren los
espectáculos pero no será así. La banda de música hay que pagarla, al igual que
los timbaleros, algo que tradicionalmente venía costeándolo el Ayuntamiento.
Los costes han subido una barbaridad, es una auténtica locura
”, comenta el portavoz.

Desde que viniera a la luz hace unos meses la plataforma en
defensa de la afición, «parece que predicamos en el desierto, porque las
peñas también han dado la espalda a la Fiesta de los toros. Antes, unos 3000
blusas iban por allí, pero ahora no, y estamos intentando que vuelvan. Al
igual, estamos a la busca de algún empresario valiente que quiera jugársela en
Vitoria
”,
añade.

En
cuanto a la consulta antitaurina se refiere pretendida por el Consistorio, «está
paralizada. Ojalá y desechen la idea. Saben que están incumpliendo normas, e
incluso lo de San Sebastián les ha venido bien porque le han visto las orejas
al lobo. La sentencia que salió sobre la anulación de la prohibición de los
toros en San Sebastián ha sido clave, e incluso el peligro de que se pida
indemnización puede ser un buen precedente para que no se celebre la consulta
en Vitoria
”.

«Aquí nadie obliga
a nadie a ir a los toros, pero es intolerable cómo ponen trabas para que se den
”, subraya. Y señala como
ejemplo más cercano la feria de Azpeitia, que celebra sus «sanignacios” por
finales de julio: «Azpeitia es una Feria en estado puro, con muchos atractivos y que
igual es el camino que tenemos que tomar en Vitoria. Aquí hubo un intento
cuando Tomás Entero llevó la plaza de llevar a cabo una Feria torista, incluso
hizo un desencajonamiento de los toros y mostró éstos. En Azpeitia el
desencajonamiento tiene muchísimo interés, no hay ni trampa ni cartón, y tiene
un gran mérito”.

Y
además, pone sobre la mesa la importancia de un serial torista al estar cerca
de la frontera gala: «Vitoria está a 130 kilómetros de la
frontera. Nosotros solemos ir a Bayona, Dax o Vic-Fezensac, que se hace cómodo
acudir por autovía. Se vive allí la Fiesta en estado puro. Te das cuenta que
los franceses, con la declaración que tienen de bien cultural inmaterial tanto
en el sudeste como en el sudoeste. Las comisiones taurinas gestionan las
plazas, abandonando la gestión del empresario al uso”,
y esa es una
esperanza para alguien que gestione Vitoria en próximos años.

Sobre
la situación actual del aficionado de Vitoria, Corres concluye señalando que «hay
unos mil abonados, pero este es un espectáculo que cuesta dinero. Y en una
ciudad en la que todos los atractivos de las fiestas empezando por los
conciertos son gratis, es difícil llevar a la gente joven a los toros. Además,
están con la cultura equivocada del maltrato animal inculcada”,
rubrica.