LIMA

El poso de Ginés Marín y el susto de Luque ante una corrida que no rompió


domingo 13 noviembre, 2016

No terminó de romper una corrida de Camponuevo que hirió en el primero al subalterno "El Manco" y en el quinto a Daniel Luque; Bautista, que mató tres toros, fue silenciado y palmas escuchó Marín

No terminó de romper una corrida de Camponuevo que hirió en el primero al subalterno "El Manco" y en el quinto a Daniel Luque; Bautista, que mató tres toros, fue silenciado y palmas escuchó Marín

LUCHO HERENCIA

 

Tenía
lugar este domingo la tercera de abono de la Feria del Señor de los Milagros en
Acho con un cartel internacional en el que hacían el paseíllo el francés Juan
Bautista, el sevillano Daniel Luque y el extremeño Ginés Marín. Un encierro de
Camponuevo era la materia prima ganadera para la ocasión.

De
trámite fue el inicio de capote de Bautista a «Amoroso”, un toro de
presencia justa para la plaza. Peleó correcto en varas, dando buen juego en
banderillas, apurando a Armando Rojas y corneándolo de forma doble en la ingle. Buscó
pronto los engaños de Bautista, que trató de someterlo por bajo para rematar
con gusto con un trincherazo muy bajo. El toro pedía todo por abajo,
colocándose el francés con menos momentos lucidos pero quedando correcta su
labor tras los adornos de final de tanda. Al natural le exigió al toro,
costándole a Bautista acoplarse a la embestida de un animal complicado. Por el
derecho volvió pegando muletazos de uno en uno, ligando por bajo. Desarrolló el
toro y no le permitió colocarse. Mató de bajonazo. Silencio.

Con
genio de salida el segundo, número 79, embistió complicado a los capotes de
Luque, romaneando en el caballo. Apretó a los banderilleros, embistiendo con
motor en este segundo tercio. En el segundo muletazo por bajo el toro se
lastimó la mano derecha, abreviando Luque y matando de estocada en buen sitio.
Silencio.

El
tercero de la tarde tomó con codicia el capote de Ginés Marín. Tras el inicio,
lo llevó por chicuelinas en el centro del ruedo con el toro arrancándose desde
las tablas. Peleó con casta en el caballo, echando abajo la cara en el caballo
que montaba David de la Barra. Serio en su embestida, quitó Ginés Marín por
saltilleras. Con dos rodillas en tierra comenzó Marín su labor ante un toro con
las complicaciones lógicas de la casta. Pronto se puso a torear por la mano
derecha en una serie pulcra y bien rematada con el de pecho. Se fue parando el
toro acusando la fuerte pelea en varas, pero siguió imprimiendo a diestras
temple y mucho ritmo al toro. Ya aplomado el animal, intentó basar ahora su
labor el extremeño en muletazos con la mano retrasada. Con algunos detalles
sueltos se justificó Marín acortando distancias, con un material siempre a
menos, por lo que fue a por la espada. Con ésta, dejó dos pinchazos y una
estocada en buen sitio a la tercera. Palmas.

El
cuarto tomó el capote con codicia, ligando Bautista verónicas con chicuelinas
que fueron bien recibidas por el público. Muy quieto se quedó el torero en el
quite por delantales ante un animal que colocaba con clase la cara. Un gran
tercio de banderillas dejó David Castillo, siendo obligado a saludar. Codicioso
y con transmisión en los primeros envites de la muleta el matador, con la
derecha toreó con la mano acompasada. Por ambas manos se recreó Bautista, con
mejores resultados para la galería por el pitón derecho. Cambiando los terrenos
hubo momentos de acople, pero decidió Bautista tomar el acero y echarse a
matar. Media estocada habilidosa hizo que el toro cayese.

Suave
llevó Luque al quinto de la tarde a la verónica, rematando con una media de
mucho sabor. Bien picado el toro, el tercio de banderillas fue de trámite sin
mayor lucimiento. Firme inició labor por estatuarios, metiéndose por dentro del
toro. Tenía complicaciones y había que buscarle las teclas al animal. Le puso
cuesta arriba la labor al sevillano, que esforzado recibió una fortísima
voltereta. Se puso Juan Bautista por la derecha logrando muletazos de buen
nivel ante la poca recepción del respetable, que pedía que tomase la espada.
Con habilidad entró a matar, dejando una estocada en buen sitio.

Se
expresó Ginés Marín en el recibo capotero de «Limonero”, último toro de la
tarde que embestía con nervio en las verónicas del oliventino. Se notó el
hambre en el inicio por estatuarios, sin moverse en ningún momento para
correrle la mano al de Camponuevo. Con la planta muy quieta se colocó por
derechazos, bien recibidos por la afición limeña. Buscó Marín ponerle contenido
a su trasteo exponiendo en una nueva tanda por la mano derecha, bajándole el
palillo y expresando el toreo que lleva dentro. Al natural le aguantó todo,
quieto como una vela trató de torear con gusto ante un animal que nunca puso
las cosas fáciles. Entre la desesperación de la gente de no haber visto mucho
lucimiento en toda la tarde, trató de colocarse de la mejor forma posible ante
un toro que no respondía. Cuando se colocaba en la distancia corta conectaba,
pero resultaba complicado estructurar trasteo ante un tranco complicado. Dejó
un estoconazo rotundo que hizo doblar pronto al toro. Palmas.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza
de toros de Acho, Lima, Perú. Tercera de la Feria del Señor de los Milagros.
Corrida de toros.

Seis
toros de Camponuevo.

Juan Bautista, silencio., silencio y silencio en el que mató por Luque. 

Daniel Luque, silencio y herido. 

Ginés Marín, palmas y palmas.