LIMA

El duelo queda en tablas


domingo 20 noviembre, 2016

Alberto López Simón y Joaquín Galdós cortaron una oreja cada uno a la corrida de Zalduendo que hizo cuarta de la Feria del Señor de los Milagros

Alberto López Simón y Joaquín Galdós cortaron una oreja cada uno a la corrida de Zalduendo que hizo cuarta de la Feria del Señor de los Milagros

LUCHO HERENCIA

 

Se enfrentaban esta tarde, en la cuarta de la Feria del
Señor de los Milagros de Lima, mano a mano dos de los toreros con mayor
predicamento en Perú: Alberto López Simón y Joaquín Galdós. Lo hacían con un
encierro de Zalduendo que había volado desde la dehesa cacereña a la capital
peruana.

«Dependiente”, de Zalduendo, era el toro que abría el
mano a mano, con el que trató de fijar la embestida Simón del de Zalduendo sin
llegar a lucirse. Sin apretar en el caballo peleó el animal, quitando sin
pulcritud el torero madrileño. En banderillas hizo hilo a Vicente Fernández sin
llegar a prenderlo. Por estatuarios inició su labor Simón a un toro que sabía
de inicio lo que se dejaba atrás. Las primeras tandas de derechazos fueron
aguantando parones y miradas, sonando la música por petición del tendido. En el
penúltimo muletazo prendió al torero arrancándole de cuajo los machos del
vestido de torear. Se repuso el de Barajas para, con el toro manseando, lograr
pegar pases por alto que encendieron a la afición. Pinchó en el primer
encuentro, dejó una estocada casi entera que hizo guardia. Ovación con división
de opiniones.

«Asistente” llevaba por nombre el segundo, un toro al
que Galdós recibió por verónicas con mucho sabor. Quitó por chicuelinas antes
del tercio de banderillas ejecutados por Darcy Tamayo y El Cebolla, echando el
toro la cara arriba. Por bajo comenzó su labor Galdós, con una rodilla en
tierra, para luego torear con mucha clase por la mano derecha, quedándose
quieto. Poderoso se colocó por ese lado, para luego quedarse colocado a zurdas,
corriendo con gusto la mano. Abrochó con intenciones la faena entre los
arreones y puntazos del animal en la última tanda. Por trincherazos terminó su
labor. Metió con habilidad la espada, aunque un punto baja. Ovación.

Simón inició el trasteo a «Opuscado”, el tercero,
doblando la pierna para luego incorporarse a la verónica, serie que remató con
una media. Con poco gas salió el toro de su encuentro con el caballo y los
capotazos de tanteo de López Simón. Comenzó por estatuarios su labor para luego
torear por abajo al toro para someterlo luego, intentándolo por el derecho con
suavidad. Aun siendo descompuesto en su embestida el de Zalduendo, se colocó
pronto por derechazos toreando con efectismo en el tendido. A la zurda era
mejor el toro, dejando con serenidad y muy despacio naturales de calidad.
Superior la siguiente tanda, con regusto el torero y sumándole variedad con
molinetes y calentando a la afición. Pasmosa quietud y valor dejó en la
siguiente serie, corrigiendo a base de temple y quietud, corriendo la mano
adecuadamente con una plaza entregada. Dos pinchazos hondos precedieron a una
estocada. Ovación.

«Varón” llevaba por nombre el cuarto de la tarde, con
el que mostró soltura capotera Galdós lidiándolo por piernas. Con las ideas
claras Galdós inició con dos muletazos de tanteo, haciendo todo con suavidad y
temple. Clase dejó en los muletazos Galdós, comenzando con protestas la música
en la tercera tanda. Tesón y mucha voluntad dejó en su tanda Joaquín, sin
llegar a conectar al natural con un toro carente de clase. Lo intentó de todas
las maneras el limeño con el animal más apagado. Acortó la distancia y los
muletazos fueron más lucidos encontrando la colocación adecuada. Habiendo
encontrado el sitio, logró una tanda superior a diestras, agradecido por la
concurrencia con una ovación al final de la serie. En el final de trasteo, puso
gusto y toreando con mucha calidad haciendo volver a sonar la banda. De menos a
más fueron las tandas, creciendo el compás y ritmo del trasteo. Espada en mano,
dejó tras un molinete de rodillas y varios pases de pecho, dejó una estocada un
punto caída pero efectiva. Oreja.

El quinto de la tarde lo recibió Simón suave a la verónica,
dejando un buen puyazo el piquero para probarlo en el capote el de Barajas ante
un animal para nada humillador de inicio. Con doce muletazos inició faena para
luego echarse de rodillas e irse a los tercios, cerrando la serie con un pase
de la firma. Dispuesto y a media altura se ajustó por derechazos, teniendo
delante a un enemigo soso, que se venía a menos y sin punto de transmisión. Al
natural llevó la base de la firmeza, aguantando algunos gañafones y exponiendo
en una siguiente tanda, donde la meta era alargar la embestida del toro, aunque
sin llegar a conjugarse con el público por el poco nervio del burel. Expuso en
corto por circulares invertidos cerca a los tendidos de sol, donde realizó toda
la faena y logró calentar al personal. Manoletinas ajustadas y un cambio de
mano finalizaron el trasteo antes de ir por uvas y dejar una entera caída.
Oreja.

«Visionario” llevaba por nombre el penúltimo de la tarde,
que salió y se emplazó para luego embestir brusco al capote de Galdós, basando
el inicio en fijar la embestida de su oponente. Midió y se defiendió tras el
puyazo, y no puso las cosas fáciles en banderillas, midiendo, cortando y
soltando la cara al sentir los arpones. Torero inicio por bajo de Galdós Antes
de ponerse a torear por derechazos en dos tandas que fueron a más, aplomado
entre las tarascadas y buscando someter al toro. Continuó por la diestra,
siendo intermitente la siguiente tanda y va a intentarlo al natural, delante de
un oponente que le exigió sobre esa mano, regresando por derechazos. Las
intenciones se vieron diluidas y no logró cerrar la tanda, yendo a por el
acero. Palmas.

FICHA
DEL FESTEJO

Plaza
de toros de Acho, Lima, Perú. Cuarta de la Feria del Señor de los Milagros.
Corrida de toros. Más de media plaza. 

Seis
toros de Zalduendo.

Alberto López Simón, ovación con división, ovación y oreja. 

Joaquín Galdós, ovación, oreja y leves palmas.