MARÍA FUENTES
Fue un 6 de abril de 2014 cuando el aficionado charro al
unísono se volcaba en una tarde cálida en la que la primavera azotaba en el
municipio de Ledesma y un joven de rostro serio y concepto puro se disponía a
debutar con picadores. Desde entonces, 49 tardes han sido testigo de la
evolución de Alejandro Marcos. Una evolución cuestionada, una evolución marcada
por altibajos; entrega y la verdad profunda de algunas tardes y falta de
materia en otras.
Él, asegura, sigue siendo el mismo. Sus ilusiones no
decaen, más si cabe en este momento cuando se aproxima un futuro duro e
incierto que Marcos está empeñado en convertir en «una etapa bonita”. El
novillero de la Fuente de San Esteban aún no sabe si empezará la próxima
temporada como novillero, pero sí tiene claro que la alternativa está muy cerca.
¿Se han cumplido las expectativas en esta temporada que
acaba de concluir?
Uno siempre quiere
más, el balance que hago de esta temporada no es desde luego el soñado. Sé que
podría haber empezado mejor, pero lo cierto es que no he cogido sitio con la
espada en todo el año y eso ha marcado y ha hecho deslucir los números.
La sensación que
tengo al analizar la temporada es que al principio no tenía el ritmo que sí he
logrado a partir de Salamanca. Esa tarde, la de Guadarrama y la de Arnedo han
sido las tardes más importantes de esta temporada, por lo que al final sí he
sentido muy buenas sensaciones delante de la cara del animal. Ese último
novillo de Guadarrama casualmente ha sido de los pocos que me han embestido
bien esta temporada.
Un inicio de temporada cuestionado por la tarde de
Madrid…
La tarde de Madrid
me afectó mucho anímicamente. No fue un paso negativo pero tampoco positivo. No
he sido capaz de ver el vídeo de la tarde hasta hace poco y en realidad creo
que obviamente no estuve acertado pero tampoco lo he visto tan mal como las
sensaciones que yo tenía y que me ha costado tanto superar.
De todas las
críticas que recibí por esa tarde de Madrid la que más me ha dolido es la que
me hice yo a mí mismo. Sé la importancia que tenía para mí haber dado esa tarde
un golpe encima de la mesa o no darlo. Yo soy muy consciente de la
responsabilidad que tengo. El primero que se presiona soy yo, pero la gente de
alrededor también, hay gente que lo hace con cariño pero no dejan de repetir la
importancia que tiene y acabas creyendo que es la última bala.
¿Para cuándo la alternativa?
Estamos en unos
días en los que estamos decidiendo todo. La alternativa ya va a ser cuanto
antes, en el momento en que reúna las condiciones en un sitio. Este año no ha
sido el mejor de mi vida pero creo que he hecho cosas importantes como
novillero que no se pueden olvidar: cinco tardes en Madrid, cuatro en la misma
temporada, ganador del Zapato de Oro, triunfador de Salamanca tres años
consecutivos, he pisado casi todas las plazas de primera… es el momento de
tomar la alternativa.
¿Cómo te encuentras anímicamente para dar ese paso?
La verdad es que estoy
mejor que nunca. El reto de tomar la alternativa y empezar una nueva etapa me
motiva muchísimo. Sé que va a ser dura pero a la vez quiero convertirla en una etapa
bonita. Estoy preparado para dar ese paso y esto me ha provocado un plus de
motivación, de ilusión y de responsabilidad. Estoy disfrutando mucho de los
entrenamientos, entrenando más fuerte que nunca, en el campo estoy viendo las
cosas de una manera que las siento mucho y disfrutando más que en otros
momentos que estaba más presionado o no tenía una meta clara como puede ser
esta alternativa.
Ha sido un año también de críticas…
Sí, y algunas no
tienen justificación. Ni antes era tan bueno ni ahora soy tan malo, pero esto
es así. Hay muchas críticas de gente coherente que escribe las cosas como son y
que no van más allá, de hecho me gustan porque casi siempre coinciden con lo
que yo creo. Hay otras que se ven que van con otras intenciones e intento no darle
mucha importancia, aunque realmente duelen, sobre todo las que son ataques
personales.
A veces no es justo
lo que dicen de mí, pero bueno lo llevo bien. Me duelen las que no se meten con
el torero y se meten con la persona, o aquellas que intentan hacer daño a la
gente de mi alrededor, eso sí me hace daño, pero intento obviarlas y seguir
adelante con ilusión.
¿Habrá cambios en la cuadrilla de Alejandro Marcos?
En principio todo va
ser igual, torearé menos y siempre puede haber algún cambio pero mi apoderado
sigue siendo Juan José y la cuadrilla sigue siendo mi gente.
FOTOGALERÍA: JUAN JOSÉ DÍEZ
