ENTREVISTA

Joselito Gutiérrez: “Nunca pensé que esa cornada me quitaría de torear… pero ya lo he asumido“


viernes 2 diciembre, 2016

Toda una vida dedicada al toro hasta que una maldita cornada en Colmenar truncó su carrera como profesional de plata, que no como profesional de la tauromaquia; charla con CULTORO sobre el futuro

Toda una vida dedicada al toro hasta que una maldita cornada en Colmenar truncó su carrera como profesional de plata, que no como profesional de la tauromaquia; charla con CULTORO sobre el futuro

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Ha pasado un
auténtico calvario pero ya ha asumido que no podrá volver a vestirse de luces
en una plaza de toros. Toda una vida dedicada a la tauromaquia hasta que una
maldita cornada en Colmenar Viejo truncó su carrera como profesional de plata,
que no como profesional del toreo, puesto que seguirá vinculado al sector.
Joselito Gutiérrez habla para CULTORO como uno de los nombres del escalafón de
plata que más ha destacado en las últimas temporadas y que peor lo ha pasado en
la de 2016, la primera sin vestirse de torero.

¿Cómo te encuentras,
José? ¿Cómo estás viviendo estos meses y cómo ha vivido tu entorno, tu familia
y tus amigos esta decisión?

Desde
que anuncié la retirada porque la lesión me lo impedía han pasado tres meses y
lo tengo ya asumido. Lo veía venir desde hace tiempo. Los médicos me lo estaban
avisando. Se me ha hecho duro el verano porque los compañeros han estado ahí
pero lo tengo asumido, sigo en contacto con todos ellos. Sigo toda la
actualidad, sigo entrenando por hobby y me encuentro bien anímicamente. Ha sido
algo que veía venir desde hace tiempo. He intentado con todas mis fuerzas
recuperarme pero es una secuela que me ha quedado y es irrecuperable.

La lesión se produjo en Colmenar, afectando
gravemente al músculo tibial, pero ¿cómo se ha venido desarrollando la
recuperación?

La
cornada fue una cornada fuerte, en un sitio doloroso, pero no se salía de lo
normal. Fue en el músculo tibial y a los veinte días estaba curada, pero he
tenido la mala suerte de que ahí pasan unos nervios y me ha dañado el nervio
que mueve el dedo gordo del pie. Ahí no tengo fuerza. Eso hace tener un déficit
de fuerza también en el tobillo. A la hora de saltar estoy limitado. Cuando te
pones a banderillear te notas una limitación importante, la pisada es diferente
porque te tienes que adaptar. Así no se debe torear. Lo he intentado pero es
irrecuperable, el nervio estaba cortado y si no se regeneraba por sí sólo tenía
mal arreglo.

¿Cómo te lo dijeron? ¿Lo has asumido ya?

Yo
nunca pensé que me iba a quitar de torear esta cornada. Desde el primer
momento, el médico que me vio en Sevilla me vio la movilidad del dedo del pie y
me dijo que podría haber problemas, pero yo empecé a entrenar y al mes estaba
corriendo, limitado pero eso iba hacia adelante. Conforme iba pasando el
tiempo, ese tema no avanzaba de ninguna forma, no tenía fuerza en el tobillo y
el dedo no se movía. Eso no me hacía banderillear con soltura. Si tenía que
pegar un sprint no podía apretar el pie contra el suelo. Se complicó la cosa,
aunque estaba bien no iba hacia adelante la recuperación. Los médicos me lo
dijeron, aparte lo comparé con otros médicos y coincidieron. Cuando pasó el
tiempo me propusieron que decidiera: no podían dar el alta a una persona con
ese problema en el pie que además iba a banderillear corridas de toros. La
verdad que la decisión la he tomado yo a última hora.

¿Cómo se lo dijiste a Miguel Ángel Perera?
¿Siguió la evolución él?

Miguel
Ángel ha seguido la evolución desde primera hora. Desde que pasó la cornada yo
quería torear ya ese invierno, pero no pudo ser y quería empezar la temporada.
Entrenamos como si fuera otro año, él seguía la evolución, sabía que estaba
bien pero no
avanzaba, sobre todo al andar
para atrás con soltura. Desde el primer momento todo el equipo ha seguido la
evolución. He estado luchando, intentando adaptarme con plantillas especiales,
pero es imposible. Es algo parecido a lo de Niño de Leganés, pero en menor
medida.

El último gran
recuerdo que tienes de una plaza de toros la pasada temporada, ¿cuál es?

2015 fue una temporada buena. Dos o tres días antes
estuvimos en Bilbao, donde un toro me lo hizo pasar muy mal. Días antes estuve
muy bien con el capote. También días antes saludé en Almería. Yo he intentado
estar siempre con regularidad, en eso me he basado, en que todo fuera correcto.
Tampoco he pretendido destacar por encima de todos, sólo quería que a lo largo
de la temporada se me viese bien. Me quedo con la temporada en conjunto, porque
fue buena.

Si recuerdas un par
en tu historia, ¿cuál sería?

Un día que me cogió un toro de Torrestrella en Sevilla en la
Feria de San Miguel del año 2002, a las órdenes de Rivera Ordóñez. Era un
animal complicado, sabía que me podía coger y me cogió. Luego arriesgué, le
cambié el pitón y le dejé un gran segundo par. Me costó mucho trabajo pero la
afición lo recompensó.

¿Qué recuerdas de tus
inicios? ¿Cómo fueron tus primeros años como novillero?

Yo toreé sin caballos y después debuté en Écija con
picadores, pero solamente fue una novillada y varios festivales antes de
hacerme con 21 años banderillero. Estuve dos años suelto toreando con novilleros
del momento y un rejoneador. Luego estuve tres años con Javier Conde, y de ahí
pasé a las filas de Espartaco. Después pasé a la cuadrilla de Francisco Rivera
Ordóñez durante siete años, donde también estuve presente en América. Posteriormente
pasé a las filas de Miguel Ángel Perera, donde he permanecido ocho temporadas.

A partir de ahora,
José, supongo que tu vida seguirá rondando el mundo del toro…

Así es. No sé hacer otra cosa. Es lo único que he hecho en
mi vida. Aunque ahora esté retirado, voy a seguir vinculado. A Miguel Ángel lo acompañaré
en los entrenamientos, porque es lo que me gusta y es lo que he hecho toda mi
vida. Todo lo que sea vinculación con los compañeros estará presente, pero no
tengo capacidad para salir a la plaza delante de un toro.

¿Cómo ves el
escalafón de novilleros esta temporada? Parece que se ha quedado huérfano…

Eso suele pasar. Cuando hay tres o cuatro novilleros con
mucha proyección y toman la alternativa es difícil remontar. Pero dentro de
nada habrá tres o cuatro más, porque es algo que siempre pasa, y estos tendrán
que luchar con los que están de figuras.

¿Y el toreo de plata?
¿Estamos ante el mejor de la historia?

Pienso que, en general, el nivel que hay es tremendo. En
matadores y en banderilleros. Como todo en la vida, evoluciona, y ahora mismo
el nivel de banderilleros es impresionante. Los que están y los que vienen cada
vez están mejor, y eso seguirá siendo así. Además es bonito que sigan un nivel cada
vez más alto. Con los toreros pasa igual: hacen cosas que son inverosímiles.
Llevo 22 años banderilleando y he visto cosas muy gordas, pero lo que se le
está haciendo a los toros estos años es impresionante.

Has podido vivir
desde el exterior el mundo del toro esta temporada, ¿crees que el toreo vive en
una burbuja? ¿Realmente tan mal está visto socialmente el sector? ¿Nos queda
poco tiempo?

No creo que a esto le quede poco tiempo. Esto es tan grande
que nunca se va a acabar. Muchas veces cada uno va a lo suyo, pero nos están
tocando la sensibilidad últimamente y estamos más unidos que nunca. Vamos a
terminar uniéndonos más todavía. Cuando tengamos que levantar la voz, que sea
al unísono porque somos muchos y somos importantes contra esa minoría
insignificante. No me preocupa eso siempre y cuando nosotros tengamos las cosas
claras y estemos unidos.

Perera no logró
empezar con buen pie la campaña porque la mala suerte lo acompañó, pero a
partir de Pamplona logró, tarde a tarde, un toreo de templados quilates.

Miguel Ángel no tuvo suerte al inicio de temporada. No le
acompañó la buena suerte en los sitios importantes. Después ha remontado la
temporada y ha terminado siendo lo que es: un figurón del toreo, dando el nivel
que tiene. Para mí Miguel Ángel ha estado a un nivel superior, ha estado con
muchos toros bien. Talavante ha tenido tardes impresionantes, El Juli y por
supuesto la revelación de esta temporada, Andrés Roca Rey.

En cuanto a hierros,
¿con cuáles te quedas?

La verdad es que tengo mis gustos. Siempre me gustan las
ganaderías que últimamente estábamos toreando, como Garcigrande, Juan Pedro o
Cuvillo. Esos hierros son los que me gustan porque son los que de verdad sacan
fondo. Ahora, de aficionado, me apunto a ver las corridas con ganaderías de
garantías. Te permiten expresarse porque embisten. En cualquier ganadería salen
toros espectaculares, como el toro de Victorino en Sevilla, pero me quedo con
esas.