JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
En nuestro repaso por
las Ferias y plazas más importantes de la temporada en Europa, hoy, penúltimo
día del año, centramos nuestra atención en uno de los cosos toristas más
relevantes de Francia: el de Aire sur L’Adour. Con una comisión de jóvenes al
frente de su Feria y con Roberto Piles como asesor de este grupo de peñas
taurinas de la ciudad, llevan a cabo dos festejos al año: una novillada picada
el 1 de mayo y una corrida de toros con seriedad suprema en su ganado el tercer
domingo de junio. Nos lo explica el propio Piles, que desgrana el pasado,
presente y futuro de una afición esperanzadora.
Eres y has sido en tu
trayectoria colaborador de Simón Casas, en la actualidad apoderado de Alberto
Lamelas y también hombre de confianza de la comisión taurina de Aire sur
L’Adour. ¿Qué balance os deja el 2016 en esta plaza y qué esperáis de la
próxima temporada?
Aire sur L’Adour es una plaza donde caben 4500 persona y
está situada entre Vi-Fezesnac y Mont de Marsan. Se inauguró en el 1972, es
cómoda me centré en ella en el momento en el que comenzó a bajar un punto la
afición a los toros. Allí hay un grupo de aficionados jóvenes que han creado la
Junta de las Peñas Tarinas de la ciudad, compuesta por más de doscientas
personas. Todo el mundo colabora para colocar de nuevo a la plaza en el sitio
que merece.
¿Qué función exacta
tiene la comisión y qué labor desempeñas junto a ellos?
Los apoyo y ayudo mucho porque yo estoy convencido de que en
toda la ciudad tienen que participar los jóvenes de la Feria. Ellos movilizan
más gente que si llegara un empresario a montar una corrida de toros y una
novillada el día anterior y se fuera al día siguiente. Es así. Ellos crean
animación durante todo el año, con conferencias, peñas, visitan ganaderías para
elegir las corridas… a veces les digo que si van a montar San Isidro en tono
jocoso de tantos hierros a los que visitan. Pero los respeto mucho, porque
tienen muchísima afición. Con personas así vale la pena. Hablan de toros
durante todo el año, hablan entre los amigos día a día de la temporada y están
haciendo un trabajo impecable. Apoyan la Fiesta de una forma especial y eso se
palpa en los dos festejos que llevan a cabo.
Además, con la
seriedad que caracteriza al aficionado galo, ¿no?
Por supuesto. Van a ver los toros y pagan sus gastos. Van a
las ganaderías y pagan sus gastos. Compran sus propias entradas ellos mismos y
sus familias para el espectáculo que ellos mismos organizan. Eso hay que respetarlo
y apoyarlo totalmente porque todo lo hacen con mucha verdad.
¿Qué esperáis del
próximo año en cuanto a festejos taurinos en Aire sur L’Adour se refiere?
La fecha tradicional es dar una novillada con picadores el 1
de mayo y el tercer domingo del mes de junio dar una corrida de toros. Este año
la fecha cambia, puesto que coincide con las segunda vuelta de las elecciones
para los diputados en Francia, por lo que se pasa al sábado 17 de junio. Cuando
hay elecciones siempre se quita gente al festejo. Le darán un toquecito torista,
porque Aire sur L’Adour está en una zona más bien torista que torerista, pero
son ellos los que deciden porque son ellos los que trabajan, los que se mueven…
eso lo respeto yo muchísimo.
¿Qué hierros se han
lidiado en las últimas temporadas en el coso de Aire sur L’Adour y qué hierros
visitarán en próximas semanas?
Los hierros que se han lidiado en los dos últimos años han
sido los de Juan Luis Fraile, y el año pasado se hizo un festejo sólo con
astados de Santa Coloma como los de Flor de Jara, Pablo Mayoral, José Escolar Gil,
Raso de Portillo, Valdellán… Este año van a visitar las ganaderías de Cebada Gago,
Baltasar Ibán, María Gascón, La Quinta… el año pasado echaron tres novillos de
Valdellán y tres novillos de Saltillo. Ellos siempre quieren animales bien
hechos, con mucho respeto para el novillero sin abusar de ellos.
Y, además, con los
honorarios por delante, supongo.
Lo más importante es que siempre se respetan todos los
convenios de los toreros, éstos cobran sus honorarios después del sorteo a las
doce de la mañana y esa es una imagen que queremos mantener, porque es una
imagen muy positiva. Eso, por suerte o por trabajo, es así. Por eso se ha
mantenido mucho mejor el mercado taurino francés que el español. En los años en
los que se han multiplicado los festejos en España, en Francia se han
mantenido, y eso que han sembrado aún perdura.
¿En qué punto se
encuentra tu apoderamiento con Alberto Lamelas, uno de los toreros con mayor
nombre en Francia en este 2016? Por otro lado, ¿sigues ayudando en Francia a Eugenio
de Mora?
He creído siempre en Eugenio. Es un gran torero y lo apoyé
durante una temporada con Juan de Padua y está muy contento con el esfuerzo. También
lo hice con Manuel Escribano y ahora con un torero que tiene mucho cartel en
Francia, que es Alberto Lamelas, que ya tiene sus siete u ocho corridas de
toros planteadas en Ferias importantes de este país. Deseo y quiero conseguir
que toree en la Feria de San Isidro de Madrid, abriéndose camino desde Francia
hasta España, porque es la patria del toreo.
Además con una tarde
heroica ante la corrida de Miura en Mont de Marsan…
Se supo venir arriba. En ningún momento de la faena se vio
que quería aprovecharse del tirón emotivo de esas volteretas. No lo hizo. No
lloró. Tuvo una dignidad impresionante. Cortó una oreja a su toro y, al final
de la corrida, con ese «No Hay Billetes”, en la vuelta al ruedo del sexto no se
movió nadie del asiento. Siete mil personas gritaban ¡torero, torero! y
permanecían en pie. Dejó una actuación con muchísima dignidad.
