VALLADOLID

El Ayuntamiento cierra el Museo del Toro de la Ciudad Taurina


martes 10 mayo, 2016

Muchos políticos, necesitados de notoriedad y búsqueda de justificación en sus actuaciones ante votantes y apoyos de gobierno, toman decisiones de las que tal vez en un tiempo tengan que arrepentirse

Muchos políticos, necesitados de notoriedad y búsqueda de justificación en sus actuaciones ante votantes y apoyos de gobierno, toman decisiones de las que tal vez en un tiempo tengan que arrepentirse

JESÚS LÓPEZ GARAÑEDA – FEDERACIÓN TAURINA DE VALLADOLID

Así aparece hoy publicado en las páginas del Norte de Castilla, tratándose de algo esperado por aquello de los dimes y diretes que siempre generan las noticias relacionadas con el toro y su mundo. Muchos políticos, necesitados de notoriedad y de búsqueda de justificación en sus actuaciones ante votantes y apoyos de gobierno, toman decisiones de las que tal vez en un tiempo tengan que arrepentirse, pero como a ellos la prospectiva, es decir el mirar adelante no suele concebirse, en lugar de retroceder y varear, desenterrando odios y engendrando insultos y violencia, sembrando caramillos en el viento y grandes quimeras donde no hay nada, en el remedo cervantino, adoptan decisiones contrarias a una parte de la sociedad a la que han prometido o jurado servir.

Ir contra unos porque otros dominan e imponen su criterio en decisiones, ahogar, eliminar, romper, destruir como si fueran niños cuando decíamos «yo que lo he hecho me aprovecho«, dando una patada al castillo de arena que con interés se había levantado en un verano, para volver a empezar de la nada y lo que es peor desde la reticencia y animadversión de una parte de la sociedad, es posible que se vuelva en el tiempo contra él.

Los grandes taurinos que siempre han creído que su mundo era intocable están viendo que no es así, sino que la carcoma del odio y de la prohibición se extiende en su actividad, dañándolos hasta conseguir que desaparezca la fiesta de toros. Es una ola que barre la playa y que moja a todos, primero a los que están más cerca, pero que llegará a los más alejados de la línea del agua.

Este Museo fue inagurado el año 2007 y ha durado abierto escasamente una decena de años. Por un lado, poco frecuentado por quienes dicen llamarse taurinos, promocionado con esfuerzo, razón y trabajo. Duramente atacado por los personajes que tienen ojeriza a los toros y quieren su erradicación de la sociedad, pero apoyado por quienes no tenemos casi nada entre nuestras manos. Hoy, la ventana de apertura de nuestra página web que seguirá manteniendo el reclamo y su enlace hasta que los municipales apaguen la luz y cierren la puerta, derrama una lágrima de sentimiento ante tanta ingratitud, tanta falta de respeto y tanta desgracia como tenemos quienes amamos la fiesta de los toros.

Hoy es Valladolid menos ciudad taurina. Solo queda que el Pleno acuerde y retire el remoquete y todos tan contentos y felices.