JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR
La
maldición del azulejo volvió a surtir efecto este domingo 15 de mayo, día de
San Isidro, en la plaza de Las Ventas. Hasta tres toros se fueron para el
corral por devolución presidencial y hasta tres hierros –el de Juan Pedro
Domecq, el de Conde de Mayalde y el de José Luis Marca- saltaron a la arena
venteña este día del patrón. Ni una ovación con fuerza se llevaron los hombres
de plata, que protagonizaron un día negro para el lucimiento y una mala lidia y
tercio de banderillas al sexto de la tarde, que propició que Posada se
encontrara con un astado totalmente aplomado cuando, tras brindis real, le
plantó la muleta.
Juan
Antonio Orihuela fue el encargado de picar al primero de la tarde, toro del
hierro de Juan Pedro Domecq y que correspondía a un Posada de Maravillas que
confirmaba su alternativa. Fue humillado el astado, respondiendo al capote de
Joao Diego y al cite de los palos de Jesús Márquez y un Antonio Vázquez que fue
andandito a clavar en el momento en el que el astado le echó la cara arriba. El
sexto se llevó una lidia para el olvido, que repercutió en la faena de muleta
de un Juan Luis Posada que pagó el fallo. Lo picó a ese toro –sobrero de Conde de
Mayalde en sustitución del flojo titular- un Antonio Torrado que dejó una vara
trasera, derribándolo el toro en el segundo encuentro. Diego Fera y Antonio
Vázquez no anduvieron finos tampoco palitroques en mano.
Al
segundo lo picó Miguel Ángel Muñoz, pero se enganchó el toro en la pata
delantera antes del quite de Roca Rey. Juan José Trujillo intentó imprimir
temple en la lidia y efectividad ante los cortes del animal mostraron Valentín
Luján y Julio López. Al cuarto, al que le faltaba también fuerza y picó Manuel
Cid, lo lidió Luján y también cortó a los de plata.
Francisco
Durán «Viruta” lidió a un tercero galopón, pronto en su embestida y al que Juan
José Domínguez pareó de largo y luciéndose en la proposición, levantando
también las manos en el momento del embroque en un gesto que llegó al público.
Francisco Gómez anduvo correcto. Frente al quinto tris, con el hierro de José
Luis Marca, Sergio Molina picó a un toro que también perdía las manos y a punto
de ser arrollado estuvo Domínguez en la lidia.
