FINAL NIMES

Dos generaciones, dos estilos; golpe de autoridad en Nimes


lunes 16 mayo, 2016

Se lidiaron toros de Bohórquez para Pablo Hermoso de Mendoza, Manuel Manzanares y Léa Vicens

Se lidiaron toros de Bohórquez para Pablo Hermoso de Mendoza, Manuel Manzanares y Léa Vicens

EMILIO MÉNDEZ

Una corrida de rejones matinal abría este Lunes de Pentecostés en el
Coliseo de Numes, penúltima de su Feria primaveral. Para el festejo estaba
preparado un encierro de Fermín Bohórquez con el que hacían el paseo a caballo
Pablo Hermoso de Mendoza, Manuel Manzanares y Lea Vicens.

El primero
de la mañana fue un toro noble pero muy justo de fuerzas. Faena de mucha clase
del rejoneador navarro, le imprimió su sello personal en una faena de mucha
suavidad y templanza. Tras colocar un efectivo rejón de muerte escuchó palmas
por parte del respetable, el cual supo paladear una faena de destellos y
detalles falta de continuidad por las condiciones del animal. 

El segundo
de la mañana salió ya manseando desde chiqueros, Manzanares tiró de oficio para
sobreponerse a las condiciones del animal. Destacó colocando banderillas al
quiebro que calaron en los tendidos en algunas fases de la faena. Al igual que
Mendoza solo pudo dejar detalles en una faena a la que le faltó mayor
contundencia. Tras dejar tres banderillas cortas de buena ejecución y
colocación escuchó palmas tras un rejón de muerte en buen sitio.

Tuvo Lea
en tercer lugar un buen ejemplar con el que ahormó una faena de buen rejoneo y
elegante monta. Destacó dentro de la faena las banderillas al quiebro, de gran
ajuste y verdad, así como el clasicismo -bandera de la amazona francesa- que
calaron en el respetable. Siempre le dio el pecho de los caballos al toro,
colocó las banderillas en una «perra gorda», todo iba encaminado a un
triunfo importante, pero tres pinchazos le obligaron a usar el descabello, por
lo que todo quedó en silencio.

Importante
fue la faena de Hermoso de Mendoza al cuarto de la tarde, un animal con
calidad, fijeza y recorrido al que el jinete navarro le realizó una gran faena
de principio a fin. Faena de Maestro, siempre a favor del toro, banderillas de
poder a poder, elegante en su monta y torero en su ejecución. Nimes se rompió
ante una faena basada en el temple y el gusto. Cosió al toro a la grupa del
caballo en un tercio de banderillas espectacular, para luego citar y clavar en
todo lo alto. Piruetas, toreo de gran exposición el incluso el teléfono
cerraron un tercio de banderillas inolvidable. Cerró con las cortas,  tal
fue el calado de la faena que tras pinchar en un primer encuentro le cortó las
dos orejas con mucha fuerza.

Manzanares
le cortó una oreja al segundo de su lote, un toro con nobleza pero soso y falto
de transmisión al que el jinete supo entender. Faena inteligente, acertó en los
terrenos idóneos para la lidia del animal, faena de menos a más en la que tiró
de raza para sobreponerse a las sosas embestidas del animal. Caló en el
respetable tras las banderillas al quiebro y las cortas. El rejón cayó en buen
sitio y el publico nimeño premió su solvente actuación.

Dos orejas
cortó Lea Vicens en el último toro del festejo. Un animal de gran calidad y
dulzura en sus embestidas con el que la amazona francesa realizó una faena de
gusto y templanza. Clasicismo en su rejoneo, faena de mucha calidad en la que
puso el alma para conquistar a sus paisanos. Estuvo el público con ella toda la
mañana, ya que tras un rejón algo trasero se le concedieron las dos orejas. Lea
volvía a dar un golpe sobre la mesa, en un  festejo que a la postre fue
triunfal.

 

Coliseo de Nimes. Sexta de la Feria de Pentecostés. Corrida de rejones
matinal. Lleno.

Seis toros de Fermín
Bohórquez.
Bien presentados, nobles
y de buena condición aunque de juego desigual. Destacaron los lidiados en
tercero, cuarto y sexto lugar.

Pablo Hermoso de Mendoza: Palmas y dos
orejas

Manuel Manzanares: Palmas y oreja

Léa Vicens: Silencio y dos orejas