MADRID

Talavante se crece ante el manso y salva la tarde en el sexto


miércoles 18 mayo, 2016

Un genial Talavante a punto estuvo de pasear la oreja del tercero y la cortó del sexto a pesar de la tardanza en caer gustándose antes al natural; Urdiales y Perera dejaron detalles sin fruto final

Un genial Talavante a punto estuvo de pasear la oreja del tercero y la cortó del sexto a pesar de la tardanza en caer gustándose antes al natural; Urdiales y Perera dejaron detalles sin fruto final

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO

Una corrida de toros de Fuente Ymbro acogía esta tarde la primera plaza del mundo para tres toreros de distinta situación que necesitaban el triunfo madrileño. Abría plaza Diego Urdiales en su primera paseíllo venteño esta temporada, le seguía en suerte Miguel Ángel Perera en la primera corrida también de su Feria tras el triunfo del Lunes de Pentecostés en Nimes, cerraba terna Alejandro Talavante tras el faenón el viernes y la imposibilidad de triunfar el domingo del patrón. A las siete en punto arrancaba el paseíllo. 

«Soplón”
llevaba por nombre el primero de la tarde, muy bien hecho, bajo y muy fino de
pitones. Fue devuelto tras entrar al caballo y caerse en repetidas ocasiones. Diferente era el segundo de la tarde, un
sobrero de Buenavista de nombre «Desastre”, castaño de capa y con un peso de
537 kilos. Al cielo brindó el toro tras un tercio de varas desigual y en el que
el sobrero se cayó en una ocasión. Por el pitón derecho, y tras brindar al
cielo su labor, se le coló en dos ocasiones en el inicio muleteril, por lo que
optó por ir a zurdas ya que apretaba hacia los adentros el astado. Conectó en
la siguiente tanda con la virtud de la naturalidad delante de la cara del toro,
intentándolo con pellizco ante el de Buenavista de forma inteligente con los
tiempos que le dio. Llegó al natural el arte de Diego cuando atacó por esa
mano, hilando de uno en uno los muletazos pero sin perder la ligazón para que
tuviera emoción la tanda. Tuvo humillación en el embroque el de Buenavista
también en los compases finales del trasteo, para atracarse de toro muleta en
mano.

Entipado
estaba el serio segundo, un toro que entró al relance en el jaco y fue
protestado por su comportamiento. Con el capote a la espalda se fue Alejandro
Talavante al centro del anillo para quitarle por gaoneras, arrancándose desde
lejos el toro a pesar de su falta de fijeza. Brindó al público para irse por la
mano derecha en una primera tanda que tuvo muchísimo mando. Fijó la embestida del
toro en la segunda, arrastrándole la mano y respondiendo el de Fuente Ymbro con
humillación y repetición en los trastos del extremeño. Iba a más un trasteo
comandado por un Perera que al natural tuvo que dárselos de uno en uno porque
no tenía el de Gallardo la misma calidad. Se vino abajo el toro, pinchando
Perera en el primer encuentro y, a la segunda, dejar una estocada entera.

Desubicado
pero haciendo cosas de bravo fue de salida el tercero, que parecía tener una
lesión y que fue protestado en varas. Sensacional anduvo Juan José Trujillo,
que salió a recibir una ovación tras parearlo. Inició faena Talavante en
terrenos del tendido 6 para ir sacándoselo paulatinamente, y tras los
estatuarios de inicio, a los medios dejando detalles ahí por el izquierdo. No
humillaba, aunque era pasador y alegre, pero sin ir con el hocico por el suelo.
Impresionante fue el natural que le propinó en esa tanda, cambiándose la mano,
larguísimo y levantando con un solo muletazo al tendido. Poco después lo
prendió el toro y lo tiró volteado afortunadamente sin consecuencias aparentes,
viéndose mermado el toro, invalidado por descoordinado. No se aburrió tampoco
en el final por derechazos, rematando con gusto su labor. Mató de una gran
estocada, haciendo muy despacio la suerte y tirando sin puntilla al de
Gallardo.

Más
hondo y alto que sus hermanos anteriores era el cuarto, un astado que se mostró
frío en el capote de Diego Urdiales de salida. Echó las manos por delante antes
de entrara al caballo y tampoco tuvo calidad en la lidia de banderillas. No
tuvo vida en la muleta de Urdiales un astado siempre a menos, sin humillar, con
el que el riojano tan sólo pudo justificarse.
Mató con habilidad sin posibilidad de triunfo.

No se
definió en los primeros tercios el quinto de Fuente Ymbro, un toro que embistió
descompuesto en el capote de Javier Ambel y ante el que se desmonteró Curro
Javier por dos soberbios pares. Molestaba el viento cuando se fue al centro del
anillo Miguel Ángel Perera y se lo cambió por la espalda, sin obligar aún al de
Gallardo. Ya sí le bajó la mano en la segunda tanda, repitiendo un toro que se
salía por fuera de la muleta y se quedaba descolocado. Fue a menos el trasteo y
de estocada lo despachó Perera.

Iba
andandito el sexto de salida, derribando a Miguel Ángel Muñoz en el caballo. Tuvo
que tirar de raza Alejandro con el manso para irse a terrenos de tablas y allí
conformarle faena. Fue todo entrega el extremeño, que intentó al hilo del olivo
gustarse sin demasiado eco al natural, pero tiró de raza para encajarse en
muletazos hondos. No se aburrió en ningún momento, confiando en las mínimas
posibilidades que le ofreció el toro, en unos terrenos más que comprometidos
porque el toro en su querencia iba cruzado. Hizo la suerte muy despacio, enterrando
el acero en buen sitio pero tardando en caer el toro. Cortó la oreja.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las
Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, decimotercera de abono. Corrida de toros.
Lleno en los tendidos.

Seis toros de Fuente Ymbro, correctos de presencia. Y
un sobrero de Buenavista, primero bis. Devuelto el primero por feble; de cierta
calidad humillada a menos el castaño primero bis; emotivo y humillado el rajado
segundo; descompuesto y sin clase el deslucido tercero; aplomado y sin raza el
aburrido cuarto; pasador y humillado el soso quinto; manso y remiso, de
humillación corta el rajado sexto.

Diego Urdiales (purísima y oro): Ovación tras dos avisos y
silencio.

Miguel Ángel Perera (verde hoja y oro): Silencio y silencio tras
aviso.

Alejandro Talavante (azul pavo y oro): Ovación y oreja tras aviso.

INCIDENCIAS: Se guardó un minuto de silencio
tras el paseíllo por el fallecimiento del novillero peruano Renatto Motta ayer
durante una novillada, al ser corneado en la femoral.