PABLO LÓPEZ RIOBOO / FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR
Llegaban a Madrid los toros salmantinos de El Puerto de San Lorenzo, corrida con nobleza y clase pero a la que
le faltó finales para un triunfo de los espadas. Pues bien, hoy pese a ser una
tarde de gran contenido sobresalieron dos nombres por encima de los demás. El
primero es el de Raúl Martí,
banderillero de la cuadrilla de Román, el cual lidió con templanza y torería al
toro de la confirmación, así como pareó de forma muy pinturera y con gran
torería al encastado sexto -lo que le valió saludar montera en mano-. El otro
nombre a destacar es el de Abraham Neiro «El Algabeño», el cual
pareó con eficacia -destacando su segundo par- al tercero de la tarde, pero
sobresalió su temple exquisito al noble y templado quinto. Dos toreros que sin
duda dieron un golpe en la mesa hoy en las Ventas.
Martí lo quiso
hacer muy en torero, sus forma de parear al sexto recordó mucho a la del gran
torero de plata Manuel Montoliú,
torería pinturera, gracia, donaire, un tercio de banderillas tan brillante como
eficaz. Abraham Neiro por su parte
se está convirtiendo en un excelente hombre de plata, sabe parear con soltura y
torería, pero también maneja el percal con mando, obligación y sabor. Hoy en Madrid, con una lidia medida y muy a
favor del toro se metió a la afición venteña en el bolsillo.
Del resto de hombres de plata es justo
destacar la buena actuación de El Sirio en sus dos toros -el el sexto se desmonteró junto a Raúl Martí-, César Fernándezpor su actuación en el primero, y Raúl
Caricol en el quinto por dos pares de suma importancia. Con la capa hay que
destacar la suave y medida lidia de Mariano
de la Viña en el segundo. Respecto a los hombres de a caballo hay hacer
mención la actuación en su primero encuentro de José Palomares en el segundo de la tarde, el segundo puyazo de Carioca al tercero y la actuación de Pedro Iturralde en el sexto, dejando
una gran vara en el segundo encuentro con el sexto de El Puerto de San Lorenzo -le valió para irse al patio de caballos
escuchando las palmas de reconocimiento del respetable-.
