JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA:
LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
Hoy se reencontrará con Madrid. Alberto
Aguilar, el torero que a punto estuvo hace dos temporadas de cruzar en hombros
la Puerta más Grande de la capital, volverá hoy al primer escenario taurómaco
del mundo en su primero de los dos paseíllos en los que está acartelado en la
Feria. Francia es su bastión y Madrid el pilar de sus días, y con esa vitola
sabe Aguilar que tiene por delante unas citas decisivas en la estructura de su
temporada. No tiene que demostrar a Madrid el valor que atesora porque ya lo ha
hecho: sólo tiene que dejarle un toro de Baltasar Ibán para que lo pueda
expresar.
Después de un invierno en el que has estado
introducido en tu preparación física y mental, ¿cómo te encuentras tras una
cita como Talavera y con dos citas en Madrid en los próximos tres días?
Muy
bien, pero responsabilizado, como todos los que hacemos el paseíllo en Madrid,
pero a la vez tranquilo, porque los deberes están hechos. Ha sido un invierno
en el cual me he liberado de todas las presiones y he disfrutado, he tenido
gente a mi lado que e ha aportado cosas y por eso estoy tranquilo. La de Talavera
fue una corrida para desengrasar antes de Madrid, pero la pena fue que no
ayudó. Fue mansa y no se pudo hacer nada, pero estoy contento, a gusto y feliz.
¿Cómo te sentiste con dos toreros como El
Cordobés y Paquirri? Son dos toreros distintos en cuanto a corte artístico a
ti, pero que lograron recuperar una afición como la de Talavera con una gran
entrada.
No
llenó la plaza pero hubo un ambientazo tremendo. Tanto Francisco como Manuel
tienen un tirón impresionante, lo sabemos todos. El aficionado al que le gusta
este tipo de toreros fue a la plaza y se lo pasó bien. Los dos dieron lo que
esos aficionados buscan en este tipo de corridas y la verdad es que fue una
tarde bonita, porque ver ese público tan caliente y tan a favor de la causa fue
bonito. Estuvo pendiente, apoyando a los toreros, queriendo que nosotros
triunfáramos y eso forma parte de la Fiesta y es señal de que le dan valor a lo
que hace un hombre delante del toro.
En cuanto a Madrid, te esperan dos tardes
cruciales con la corrida hoy de Baltasar Ibán y el próximo martes de Saltillo,
¿qué puede ganar o perder Alberto Aguilar con un triunfo o un silencio en estos
dos paseíllos?
Me
encuentro muy bien, muy feliz, a gusto, tranquilo y responsabilizado, peor a
gusto y tranquilo. Me pueden mandar a mi casa, quitarme definitivamente del
medio o que me ponga yo en otro sitio, que es lo que se gana o se pierde cuando
se va a Madrid.
Francia está siendo tu salvación, ¿cómo
estáis estructurando tu temporada?
Hay
corridas de toros hechas, en torno a diez, y el compromiso más importante es
Céret, matando la de Saltillo, y esa casa tiene su aquel. Matar una corrida de
Saltillo y hacerlo en Céret es una apuesta también que he decidido este año,
matando las corridas de Saltillo. He hecho cosas importantes en Céret y ojalá y
todo salga bien. Este año hay Ferias que no vamos a pisar de Francia de
momento.
