VALENCIA

Valadez en hombros, Marcos en el corazón del toreo


sábado 7 mayo, 2016

El mexicano le cortó las dos orejas al sexto mientras al charro le negaban la del quinto. Fernando Beltrán vio premiado con una oreja su toreo de gusto.

El mexicano le cortó las dos orejas al sexto mientras al charro le negaban la del quinto. Fernando Beltrán vio premiado con una oreja su toreo de gusto.

Una novillada con picadores con motivo del Día
de la Virgen de los Desamparados acogía la plaza de toros de Valencia este
sábado 7 de mayo. Un encierro de Zacarías Moreno era la materia prima para los
jóvenes Fernando Beltrán, Alejandro Marcos y Leo Valadez.

A Fernando Beltrán le funcionó todo con el abreplaza menos la espada. Tuvo calidad y buen tranco el de Zacarías Moreno, que embistió con boyantía para que cuajase al natural una gran labor el valenciano. Manejó bien la zurda Beltrán, pero no así la tizona, lo que provocó que perdiese el premio. Éste llegó con el cuarto, un serio castaño al que le basó la labor en la mano diestra, con más oficio y menos limpieza que en el anterior, pero también con mejor rúbrica para tocar pelo.

A la sobriedad castellana y recia de Alejandro Marcos, por contra, le faltó el toro. No tuvo el segundo la bondad ni la calidad del anterior, y a penas pudo brillar con el capote en una faena que quedó silenciada. Con el quinto se vio la verdadera dimensión del charro, que sacó a relucir su mano diestra para hacer el toreo más bello con el utrero más feo. Tuvo despaciosidad y temple Alejandro, que se creyó lo que hizo excepto pinchar al animal al primer intento. La petición desatendida dejó el premio en vuelta al ruedo.

El mexicano Leo Valadez tuvo que tirar de raza para imponerse al áspero tercero, cuya querencia a las tablas puso en más de un brete al azteca. Tiró de raza y de conocimiento para mantener al utrero en la tela y para imponer su ley, pero tardó en morirse y el premio quedó en ovación. La traca del mexicano llegó con la vibrante faena al sexto, al que banderilleó con vibrante raza, se impuso con el oficio de un matador y tuvo el gusto suficiente como para enamorar a Valencia al natural. Una estocada emotiva de la que salió despedido facilitó el paseo del doble apéndice.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Valencia. Novillada con
picadores.

Seis novillos de Zacarías Moreno, bien presentados y desiguales de comportamiento.

Fernando
Beltrán,
silencio tras aviso y oreja.

Alejandro
Marcos,
silencio y vuelta al ruedo.

Leo Valadez, ovación y dos orejas.