JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
El pasado viernes se presentó la Feria de
Santiago de Santander: el Consejo de Administración de la Plaza de
Toros hizo oficiales los siete festejos que componen el abono, cinco corridas
de toros, una de rejones y una novillada con picadores. Talavante, Miguel Ángel
Perera y Andrés Roca Rey doblan en el abono, los dos primeros matando la
corrida de Adolfo Martín. Hablamos con Constantino Álvarez, representante de la
Comisión, que nos habla de las venturas y desventuras de la confección de
carteles, además de la ardua situación política que el toreo sufre en la ciudad
por la hostilidad de la izquierda radical de Podemos contra este arte.
Buenas, Constantino, en primer lugar ¿cuál es
el proceso de estructuración de la Feria y cómo lo habéis llevado a cabo?
Nos ha
costado. De cualquier manera, agradecemos la excelente disposición de los
toreros, porque desde el momento en que ven nuestra intención, nuestro rigor y
seriedad son conscientes de las dificultades que esto entraña. Estamos más que
satisfechos, porque cerrar una Feria con una corrida de Adolfo con Manuel
Escribano, que ya es proclive a este tipo de ganaderías y que ha indultado un
toro en Sevilla, que le acompañen Miguel Ángel Perera siendo triunfador de la
Feria de Santiago y con gran predicamento en Santander, si a eso le unimos lo
de un Talavante que está en el mejor momento de su carrera como así lo
certifican Madrid, Córdoba, Valencia… es una corrida de las denominadas duras
con la que quedamos muy satisfechos. Ese ha sido el motivo por el que Talavante
pueda repetir cartel junto a Miguel Ángel Perera. Andrés Roca Rey es una
promesa hecha realidad, y es la gran figura del momento, el torero revelación
que ha abierto tarde por tarde la puerta grande en Valencia, en Madrid, en
Castellón… y el año pasado estuvo en Santander como novillero en una novillada
con seis actuantes y, a pesar de eso, fue puerta grande. Fue el mejor novillero
de nuestra Feria 2015. Estamos muy satisfechos de haber podido cerrar un cartel
de estas características.
También hemos apostado por gente nueva, van a estar por primera vez en Santander la rejoneadora Léa Vicens, además de los novilleros Rafael González y Luis David Adame. Estarán como matadores Gonzalo Caballero, Ginés Marín y Roca Rey. Van a estar además presentes todos los matadores que salieron a hombros de esta plaza en la Feria 2015, y los que no están es porque nuestra Feria es corta. He querido evitar los motivos de las ausencias de determinados profesionales que lógicamente deberían haber estado en Santander. Para no personalizar en uno u otro, he dado en la presentación cinco o seis puntos: tenemos puestos limitados en los siete espectáculos, con algunos no ha habido acuerdo económico porque nuestro presupuesto es limitado, tercero una incompatibilidad entre ellos mismos, también incompatibilidad de fechas y en cuanto a ganaderías, pues más de tres querían matar la misma ganadería. Por último, hemos querido que haya un relevo generacional con caras nuevas en nuestra Feria.
Se ha venido hablando en los últimos meses,
dentro de que se trata de un auténtico Ferión, que José Tomás podría haber
estado acartelado en la Feria de Santiago. Finalmente no ha sido así, pero
¿hubo contactos con él?
No ha
habido ningún contacto que nos pudiera llevar a que estuviera en Santander. En
un principio sí que hubo algún tipo de conversación, porque tenía idea José
Tomás de estar en alguna Feria del norte de España, pero esa conversación con
su apoderado Salvador Boix se fue diluyendo y la verdad es que nosotros tampoco
hemos tenido como prioridad tener a José Tomás en Santander. Sabemos todo lo
que arrastra, sabemos la gran figura del toreo que es, sabemos lo que ha hecho
en Jerez y seguro que hará en Alicante y San Sebastián, porque lógicamente es
el principal valedor de la Fiesta. Pero nosotros nunca lo hemos tenido en
cartera. Estamos ahora mismo con un presupuesto sumamente ajustado, con los
problemas políticos en los que se ha aprobado una moción iniciada por Podemos
en el Ayuntamiento de Santander que ha dado lugar a que se haya retirado la
aportación que hacía el Consistorio a la Sociedad Plaza de Toros.
Alguien ha
tratado de llamarlo subvención, pero no se trata de eso, sino que la plaza de
toros es un edificio histórico artístico con 126 años de historia, pues data de
1890. Es una plaza antigua que el Ayuntamiento quiere tener en estado de
revista y eso supone un mantenimiento muy duro haya o no haya toros, ya que
está catalogada la plaza como Conjunto histórico-Artístico, por lo tanto
ajustado en el Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad, lo que obliga al
Ayuntamiento de Santander a mantenerlo. Esa es la razón por la que nosotros nos
hemos sentido ciertamente dolidos, porque el Ayuntamiento no subvenciona sino
que aporta 100.000 euros al mantenimiento de un edificio público que es del
propio Ayuntamiento. Con ese dinero, aunque no todo, es parte de lo que cuesta
dicho mantenimiento. A lo mejor la llegada de José Tomás aquí iba a beneficiar
muchísimo a la ciudad, a la afición, pero los emolumentos en un momento como el
que vivimos en Santander no hubiesen sido fáciles de explicar en el momento
actual.
En cuanto a esa moción de Santander Sí Puede
que es una aberración no sólo contra el toreo sino contra el instinto cultural
de nuestra Constitución y contra los ciudadanos santanderinos que acuden en
masa a los toros cada Feria de Santiago, ¿cómo se verá afectada la estructura
de la Feria en próximos años o es pronto aún para valorar?
No es
pronto, es el momento. Es una afrenta a la libertad de expresión. Es una
coacción a la persona. Utilizan la palabra prohibición, cuando lo más bonito en
esta vida es el poder de decisión, que a mí me gusten los toros y vaya, y al
que no le guste es tan respetuoso como le gusten, que vaya a otro tipo de
actividad. Es una pena que si a mí no me gusta el ciclismo que se suprima todo
tipo de carreras, de circuitos, de actividades ciclistas porque a mí no me
gustan. Hay que tener muy clara la libertad que el ciudadano debe tener para
poder elegir aquello que crea conveniente sin estar coaccionado por
determinadas personas que quieren acabar con algo que va contra la libertad de
las personas.
En
cuanto a la estructuración de la Feria, esto puede llevar consigo un grave
problema para la organización de la Feria por una sencilla razón: si esta
cantidad de 100.000 euros que el Ayuntamiento aportaba para mantener la plaza
desaparece tal y como ha sido aprobado en moción, la Feria de Santiago
disminuirá el número de festejos, disminuirá su calidad y todo eso es
contraproducente. Es echar abajo algo que durante muchos años ha costado subir
y mantener. Hemos hecho un esfuerzo ímprobo para que nuestra Feria fuese
reconocida a todos los niveles por el rigor, por la sinceridad y por presentar
unos carteles del deleite del aficionado. Si todo esto se viene abajo, no
merece la pena que algo que ha sido muy bueno de la noche a la mañana se
destroce. Nos hemos recorrido desde el Consejo de norte a sur de España, de
este a oeste y el sur de Francia contando cómo es una Feria que se
autofinancia, que la realiza el Ayuntamiento con un Consejo de Administración,
lo que se ha dado en llamar autogestión. A mí me han llamado de muchos sitios y
siempre he ido con toda la ilusión del mundo y además desinteresadamente.
Para
nuestra Feria esto es un grave golpe que debemos evaluar pero las consecuencias
pueden ser graves. A partir de este año nos sentaremos en el Consejo, lo
estudiaremos con todas las fuerzas políticas que están representadas –subrayo
lo de todas-. Llevo 21 años en esste Consejo de Administración, y lo digo sin
ánimo de querer ser el bueno: he sido votado cada cuatro años desde el 95 hasta
ahora por unanimidad, y en esta última legislatura también he sido votado por
todos los grupos políticos, todos. Hasta ahora, en todos los consejos de
Administración se han aprobado las cuentas y los presupuestos por parte de
todos los partidos políticos. Nos extraña que haya una moción de este estilo
donde estén representados no solamente los concejales, sino los que
corresponden también al Consejo de Administración. Que ahora haya una moción en
la que todos los grupos políticos la apoyen contra el Partido Popular, es algo
que sorprende.
