JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
Rubén Pinar hará el paseíllo esta tarde en
Madrid con la corrida de Celestino Cuadri. El torero albaceteño, que dio una vuelta al ruedo en este escenario hace un año a un toro de Gavira al que le cuajó una
faena de dos, se prepara pues para la cita más importante de su temporada. Hablamos
con él en las horas previas a este importante paseíllo. «La actuación del año pasado me
sirvió para volver a San Isidro. Voy con una moral tremenda a la Feria más
importante del mundo y estoy muy ilusionado con ello. Con el apoderamiento con
Manuel Amador también. La verdad que estamos ilusionados por las dos partes”.
Sabe que no es fácil el hierro de Celestino
Cuadri, sobre todo por la historia que tiene con Madrid y por cómo es tratado
en la capital. Sobre si conoce el encierro y la casa onubense, el manchego
afirma que «estuvimos en su casa el otro día tentando, y Fernando es una persona
excepcional. Te trata con una categoría extraordinaria, y eso hace que vayamos
con más ilusión si cabe a la primera plaza del mundo”.
Sobre la estructura de la temporada al lado de
un torero, apoderado y empresario como Manuel Amador, Pinar comenta que «gran
parte depende de esta tarde en Madrid, porque ahora mismo es clave triunfar en
esta plaza, y esperemos que salgamos con un triunfo de la plaza. Tengo mucha
ilusión puesta en esta corrida y todo dependerá de esta tarde. Entrar en Francia
también depende de este día”.
Lleva Rubén la vitola de ser unos de los
matadores que salió a hombros de Madrid hace ahora un lustro, algo que recuerda
en este momento: «es difícil cuajar un toro en esta plaza, pero parece olvidarse porque
el año pasado ya no pude entrar en la Feria. Pero comprendo que no se puede
vivir de las rentas todos los días, porque las grandes figuras del toreo son
las que son capaces de triunfar día a día, tarde tras tarde, y esa es mi
mentalidad, ganarme el reconocimiento del público, de los profesionales y de
todo el mundo”.
En cuanto a su preparación y su estado físico
y psicológico antes de este paseíllo, Rubén comenta que «me encuentro muy bien, y aunque
sea joven, el pasar por distintos momentos en tu vida de vaivén te hacen ser
más fuerte. Saborear la miel del toreo y ver luego cómo las cosas no salen y
estar en el banquillo te hace que cojas una madurez en la vida para que veas
las cosas desde un punto de vista muy bueno. Te hace tener moral e ilusión
tremenda, sabiendo las consecuencias que puede traer no estar a la altura”.
Albacete será bastión importantísimo de su
año, algo que comenta señalando que «ahora mismo me centro en Madrid. Hay
corridas de toros después hechas, pero me centro en Madrid. Conseguí en esa
plaza cortar una oreja a un toro muy difícil y creo que también me he ganado un
puesto, independientemente de que el apoderado sea empresario de la plaza. Si
en Madrid salen las cosas, iré bien colocado a la Feria, en algún cartel bueno
como se merece un torero que hace méritos para ello. Por eso es tan importante
triunfar en Madrid, para poder estar en mi tierra como merezco”.
