Adentrado en
tierras portuguesas da la hora de comer, Charpito decide parar en Vila Franca
de Xira.
Casualmente,
coincide con un campino de la zona y
conversación de la situación actual en una agradable comida. El guardador de
toros le brinda todo su apoyo desde esta ciudad con tanta tradición taurómaca.
Al aterrizar
en Lisboa, le esperan un grupo de forcadospara tomar un pingado, uno de los
cafés portugueses tan afamados. Alaban la andadura de Charpito añadiendo que
una propuesta así era lo que estaba pidiendo a gritos la Tauromaquia Universal.
Posteriormente, le
acercan al puerto donde embarcará para visitar otro enclave taurino.
Charpito
siempre quiso conocer todos los rincones de interés taurino. No duda ni un
segundo en visitar las Islas Azores.
Quieres
conocer las conocidas corridas Sanjoaninasque se celebran cada año en la plaza de toros de Angra do Heroísmo. Queda
asombrado al comprobar que lo que hablaba su ganadero sobre la azoreña Isla
Terceira era totalmente cierto. En mitad del océano Atlántico hay una tradición
taurina muy arraigada y de gran calidad.
Los autóctonos
de aplauden en su despedida y le desean suerte torera para su viaje.
