FINAL CHOTA

La chispa de Román enciende la feria


sábado 25 junio, 2016

Juan del Álamo malogró con los aceros la profundidad y el temple exhibidos y los rejoneadores dieron vueltas al ruedo tras dos labores bastante livianas

Juan del Álamo malogró con los aceros la profundidad y el temple exhibidos y los rejoneadores dieron vueltas al ruedo tras dos labores bastante livianas

Comenzaba la Feria de San Juan Bautista en la taurinísima Chota, donde se anunciaban toros de ‘La Viña’ y ‘El Olivar’ para Francisco Javier Rodríguez y Ruben Sánchez a caballo, y para Juan del Álamo y Román, con el cartel de ‘No hay billetes’ ya colgado. Ambiente de expectación y de gran feria para recibir a los espadas.

Alegre y codicioso de salida el colorado de La Viña, con el que inició Rodriguez clavando dos rejones de castigo, siendo trompicado en algún encuentro. Sin cambiar de caballo, colocó tres banderillas, luciéndose en la ejecución aunque colocándolas irregularmente. Montado en otra jaca, dio distancias al toro y aprovechó su tranco para adornarse y dejarlo llegar poniendo una banderilla y luego ejecutando a dos manos por los adentros para tomar posteriormente las cortas. Fueron variados los adornos, colocando en el estribo o de rodillas a su caballo, mientras colocaba al toro en otro terreno de manera templada para clavar dos farpas muy ajustadas. Pinchó en el primer envite, dejó una estocada corta en el segundo para enterrar luego el rejón de muerte. No hizo el efecto deseado y tomó el descabello el rejoneador. Sonó un recado mientras buscaba colocarlo para usar el verduguillo, atronando a la res. Vuelta al ruedo por su actuación.

Sagradino se llamaba el segundo, en turno Juan del Álamo. Brusco de salida el de El Olivar, no permitió estirarse a la verónica al salmantino, que optó por bregarlo buscando corregir defectos. Tras un puyazo breve de Yaco II, quitó Del Álamo breve con una verónica y una media. Nada para recordar en banderillas. Brindó Juan del Álamo a una empresaria educativa e inició su labor por alto el salmantino. Plantó cara a la correosa embestida por la derecha en dos tandas, con más brillo la segunda, que remató de dos molinetes y el de pecho. Con paciencia ahormó la embestida al natural, ayudándose en algunos muletazos tratando de alargar la embestida y tapar algún remate por alto del toro. En la siguiente tanda el olivareño recortó la longitud de su embestida por lo que volvió a la diestra. La tomó humillado y largo, crujiendo el salmantino en una notable tanda. Más lentas las dos tandas que sucedieron, al perder fuelle el burel, pero lucidas y aplaudidas, yendo a por uvas y cobrando una estocada en lo alto que tardó un poco en hacer efecto. Levantó el puntillero al toro, obligando a Juan Del Álamo a tomar el estoque de cruceta para despacharlo al segundo intento, escuchando palmas.

El tercero de la tarde llevaba por nombre Visitante y correspondió a Román. Mostró pronto sus cartas el diestro, recibiendo de larga cambiada, a la que enjaretó dos delantales y chicuelinas, perdiendo las manos el toro para luego rematar de larga. Quitó por saltilleras ajustadas, dejando llegar al toro antes del embroque, a las que sumó una caleserina, serpentina y brionesa para cerrar ante la ovación y entrega de la plaza. Se cambió el tercio luego de dos buenos pares de El Loro y Ronald Sánchez y brindó Román a la concurrencia. De hinojos con la pañosa dio inicio a su labor, aunque fuera solo un muletazo, para ponerse de pie y continuar por alto. Justo de fuerzas el de El Olivar, tomó lento la muleta que ofrecía Román por derechazos, de buen trazo. Tardo por naturales, no tuvo la misma condición de embestida, cambiando la mano por la diestra Roman, trazando con gusto los muletazos que se complementaban con dos circulares invertidos, aguantando parones y poniéndose cerca para emocionar al público. Bullidor, se colocó en cercanías, adornándose con muletazos de diversa factura, antes del desplante soltando la pañosa. El final de faena fue a ritmo de un carnaval cajamarquino mientras Román se ajustaba por manoletinas. Se perfiló y dejó una estocada arriba, más efectiva por un capotazo de sus subalternos, que tiró al toro sin puntilla para cortar las dos orejas.

Pachatuco dio inicio a la segunda mitad del festejo, para el rejoneador Rubén Sánchez. Salió con gas y lo amparó con mucho temple el caballista, dejando bien colocado el rejón de castigo. Boyante en su embestida el olivareño, acudió humillado a las telas de los auxiliadores. Colocó un segundo rejón de castigo Sánchez antes de iniciar el tercio de banderillas. Montado en otro caballo y con una embestida ahormada, se adornó con piruetas para luego colocar banderillas a una mano, marrando dos veces al violín antes de lograr ejecutar la suerte. El toro se fue parando y continuó en otra montura Sánchez con los garapullos a una mano, aunque se quedó sin toro y colocó el palo en la arena. Continuó a una mano, con el toro buscando abrigarse en tablas, con mucha voluntad y buscando el aplauso. Montado en otro caballo puso dos banderillas cortas y colocó dos rejonazos bajos sin soltar, antes de colocar medio rejón de muerte en lo alto. Se apeó a descabellar, lográndolo al segundo intento. Dio por su cuenta una vuelta al ruedo que se protestó.

El quinto, bautizado como Taurino, le tocó en suerte a Juan del Álamo, que recibió al morlaco con suavidad y torería a la verónica, dejando una tanda llena de empaque rematada por una media. Quitó el salmantino por verónicas, aún más cadenciosas ante la embestida humillada del toro de El Olivar. Bien en la brega Hernán Alonso, Dennis Castillo -que saludó- y El Cebolla en los palos. Se hizo con el toro con la pañosa Del Álamo, toreando con empaque por bajo. Entre ráfagas de viento ligó una primera tanda de derechazos, a la que sucedió un molinete y otra tanda superior en profundidad, haciendo sonar el pasodoble. Transmitió el de El Olivar en una siguiente tanda por la mano diestra, con la misión de alargar la embestida. Con la zurda la embestida fue distinta, menos agradecida y complicada, por lo que regresó por derechazos, asentado, mecido y relajado, en una tanda de altos vuelos. Por circulares y en cercanías fue la penúltima tanda de su labor entre el aplauso de los asistentes a la plaza, cerrando la misma por la derecha y rematada de un bello pase de la firma. Pero la espada le hizo guardia en el primer encuentro de la suerte suprema y ahí se dejó los trofeos el charro. 

A revientacalderas Román, recibe al sexto con dos faroles para estirarse luego a la verónica, cerrando la serie a una mano. Humilló y se desplazó el toro al ofrecérsele las telas durante el quite, que fue por tafalleras rematadas con una larga. Pidió el cambio de tercio con dos pares de banderillas para ofrecer su labor al público. El inicio fue por estatuarios, dando el pecho en los tendidos de sol, poniéndose luego por la derecha para sacar provecho de la buena condición del pupilo de El Olivar. El toro empezó a aplomarse con la diestra y Román tomó la izquierda, donde acudió el burel ante la alegría y ganas que puso el diestro. Con recursos y acortando el terreno, sacó partido en circulares invertidos a los que les hizo algo de falta la limpieza del trazo. Carente ya de fuelle el burel, no permitió más lucimiento, aunque lo buscó el torero a toda costa. Se adornó con florituras para finalizar su labor de estocada contraria. Entró nuevamente a matar y colocó un espadazo en buen sitio que hizo doblar al de El Olivar, aunque se levantara por un movimiento en el callejón y fuera necesario un golpe de descabello. Silencio.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de El Vizcaíno, Chota. Feria de San Juan Bautista, primera de abono. ‘No hay billetes’.

Dos toros de La Viña para rejones y otros cuatro de El Olivar para la lidia a pie.

Javier Rodríguez: vuelta al ruedo 

Juan del Álamo (palo de rosa y oro): palmas y palmas.

Román (blanco y oro): dos orejas y silencio.

Rubén Sánchez: vuelta por su cuenta