SANTIAGO ROMÁN / FOTOGALERÍA: ALFONSO PLANO
Arrancaba esta tarde la Feria de San Juan de Badajoz, uno de los seriales más importantes de la temporada con un auténtico cartel de campanillas en su ruedo: José Antonio «Morante de la Puebla”, Julián López «El Juli” y Andrés Roca Rey hacían el paseíllo. El encierro llevaba el hierro de Garcigrande-Domingo Hernández.
Con una plaza casi llena salió el primero de la tarde con el que Morante quiso lucirse en el saludo capotero pero lo tuvo complicado. En el caballo anduvo con cierta blandura. Comenzó la faena de muleta con pases por alto. El animal resultó soso, parado y protestón que no humillaba y que tenía un pitón izquierdo difícil. El de La Puebla, con mucho criterio, acortó faena. Anduvo mal a espada y peor con el descabello tras dos avisos.
El Juli recibió al segundo de la tarde con el compás abierto y las manos bajas. Ejecutó un quite por ajustadas chicuelinas rematando con una media. Inició la faena de muleta de rodillas. El diestro entendió al animal y lo llevó bien por derecho pero por el lado izquierdo no resultó igual y se vino arriba. Por lo que regresa a la mano derecha con gran lentitud en los lances respondiendo el animal con total subordinación al torero. Paseó una oreja.
El tercero salió algo distraído y fue reservón. Roca Rey se gustó en un lucido quite. Inició con la muleta con unos pases por alto a pies juntos para continuar con una arriesgadísima tanda de rodillas rozándole los pitones del animal el pecho. Fue poco colaborador el astado y el peruano lo puso todo de su parte terminando entre pitones. No hubo suerte con la espada y fue ovacionado.
A Morante le costó fijar al cuarto para poder ejecutar unos lances con el capote, que estuvieron impregnados de enganchones muy jaleados. Inició la faena de muleta con ayudado por alto en una primera toma de contacto. El animal no mostró la humillación deseado y doblaba las manos. Al de La Puebla no le faltaron ganas pero no tenía material para cuajar la faena. Finalmente el toro se rajó y tras marrar con el acero fue silenciado.
A pies juntos y clavados en la arena recibió al quinto El Juli. Poco a poco se lo llevó a los medios. Deleitó al tendido con un quite por gaoneras de manos bajas rematándolo con una media. Mostró una soberbia actitud tan física como mentalmente el matador. De nuevo, lo entendió a la perfección, mostrándose seguro y firme. Destacaron dos tandas de naturales largos y templados. Volvió a diestras y en distancias más cortas hizo lo que quiso, con torería y gusto. La pega fue la falta de esa pizca de bravura y picante por parte del toro. Estoconazo. Dos orejas y aplausos al arrastre.
Tras probaturas iniciales, recibió al sexto de la tarde con una media docena de chicuelinas para culminar con una media a una mano. Después, realizó un quite por navarras y tafalleras. Inició la faena de muleta con cuatro por altos a pies juntos sin inmutarse, se lo pasó por la espalda y remató. Poco colaboró su oponente para el lucimiento de Roca Rey, estando por encima del animal. No hubo transmisión ni emoción. El torero justificó su presencia y el público aplaudió su voluntad. Con un espadazo recibió una oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Badajoz. Primera de la Feria de San Juan. Corrida de toros.
Seis toros de Garcigrande-Domingo Hernández.
José Antonio «Morante de la Puebla”, abroncado y silencio.
Julián López «El Juli”, oreja y dos orejas.
Andrés Roca Rey, ovación y oreja.
