FINAL CHOTA

El profeta Roca Rey


lunes 27 junio, 2016

El peruano culmina con tres orejas una feria rotunda, de la que conquista el Escapulario de Oro; una cortaron por coleta Daniel Luque y Juan del Álamo

El peruano culmina con tres orejas una feria rotunda, de la que conquista el Escapulario de Oro; una cortaron por coleta Daniel Luque y Juan del Álamo

Ambiente de gran expectación el que se vivía en la plaza de toros de El Vizcaíno de Chota para volver a ver al ídolo local, Andrés Roca Rey, después del triunfo de ayer. Daniel Luque y Juan del Álamo le acompañaban en el paseíllo, con un encierro de El Capiro de Sonsón, El Olivar y La Viña, en lugar del anunciado inicialmente de Roberto Puga.

Rompió el inicio de la tarde Agropecuario de El Capiro de Sonsón para Daniel Luque, nuevo en esta plaza. Suave fue el recibo por verónicas, vertical y meciendo el pecho de Luque, serie que remató recortando a una mano. Cuando el viento en su capricho hizo volar las bambas de su capote, optó por quitar en ajustadas chicuelinas, que fueron del gusto de la afición. En el centro del anillo brindó su actuación al público, volviendo hacia las tablas, donde con decisión buscó el sevillano sujetar y someter la abanta mansedumbre del de Capiro. Buscó sujetarle al hilo de tablas en los tendidos de sol, pero hasta en ese terreno era remiso a tomar la muleta. Puso toda la voluntad en los derechazos pero el burel solo buscaba huir. Buscó también las vueltas al natural con casi nulos resultados, patente su clase en cada muletazo, el toro respondía hasta con coces cuando intentaba hacerlo embestir. No logró enterrar el acero al primer envite, quedando solo media estocada aliñada por un rebrinco del burel, aunque la falta de raza le obligó a doblar. Agradecido el público con lo poco que pudo ver le tributó una ovación.

A Juan del Álamo le correspondió Turista, de El Capiro, en su primer turno. De salida alegre tomó el capote del salmantino con prontitud, quien ofreció hondas verónicas abrochadas por dos medías en el saludo. Se repuchó el astado en el encuentro al caballo para luego puntear los capotes de los subalternos, pensándosela al tomar las telas de Del Álamo, quien omitió el quite y solo lo lidió. Siempre pendiente de los adentros, acude vencido en la lidia de banderillas, colocando un buen par ‘El Manco’. La labor fue ofrecida a Andrés Roca Rey y, con el viento presente, fue presto a sujetarlo. Las miradas y parones, midiendo al torero lo complicaron. Las tarascadas junto al viento se llevaron cualquier oportunidad de muletazos lucidos. Ante esto el charro porfió pero siendo inexistente la posibilidad tomó la tizona para colocar media estocada. Silencio.

Curiosamente, el tercero de la tarde también se bautizó como Agropecuario, del hierro colombiano de El Capiro, para Andrés Roca Rey. Lo tanteó el peruano e iba abanto el toro. No se hizo presente el lucimiento pero sí una lidia inteligente que cerró de media verónica. Arreó al caballo Agropecuario buscando las tablas cuando vio alguna salida. Barbeó la barrera y reculó ante cualquier capote presentado, dificultando la lidia en banderillas, en la que estuvo sensacional Dennis Castillo, destroncando y rompiendo por abajo al de Capiro. Planteó con inteligencia Roca Rey su inicio de labor en tablas, exigiendo y mandando por derechazos. Aunque en tablas, la virtud del temple tapó muchos defectos en la siguiente tanda a diestras, haciendo sonar la música. Tomó la muleta con la zocata y la faena creció en expresión, pero se tornó complicada cuando el toro tenía como destino las afueras. Presente el poderío volvió con la diestra, presente también el viento, apareció la emoción. Dominando los tobilleros arreones y tornillazos dibujó hondos derechazos, cayendo con una zancadilla del toro y volviendo con más intensidad. Quien haya visto la condición del toro habría pensado que su intención sería infértil, pero continuó porfiando, pegando derechazos, cambiados y pases por alto. La plaza entregada lo vio tomar el acero para colocarlo ligeramente caído y posteriormente en todo lo alto. Pitos al toro y una oreja que no paseó. 

Llevó por nombre Chotano el tercero de la tarde, marcado en la pierna con el hierro de El Olivar. Con las palmas por dentro saluda a la verónica Daniel Luque, con temple y suavidad. Brindó a la concurrencia y se atornilló en el inicio por alto, sin enmendar, rematándolo de trinchera. La embestida de cabeza alta no fue impedimento para que apareciera la clase de Luque por derechazos, aunque el viento sí que molestaba. Mientras duró el toro, la afición pudo disfrutar del arte en cada derechazo, pero cuando tomó la izquierda Luque, recortó la embestida el burel y el lucimiento decayó. Nuevamente por derechazos buscó impactar Luque arrancando aplausos que sonaron más fuerte en una serie de molinetes. Se tiró a matar colocando una entera desprendida que hizo doblar al de El Olivar. El puntillero no realizó correctamente su labor, parando al toro que volvería a echarse momentos después. 

El quinto de la tarde se llamó Transportista, también con el hierro de El Olivar. Buscó Juan del Alamo hacerse de él andándole ante la manifiesta poca fuerza del burel. A público fue el brindis arrancándose el toro antes que lo finalizara. Por derechazos continuó su labor, espaciados para darle aire al toro que tomaba la muleta con clase. Cerrado en tablas prosiguió por derechazos apagándose cada vez más el toro con el transcurrir de una labor clásica y castellana Al natural se terminó el fondo de la res, embistiendo prácticamente a un cuarto de muletazo y aún así quiso pegar una tanda por la derecha siendo desarmado y arreado del Álamo. Sin importarle el arreón, aprovechó el aire que se tomó Transportista para robarle más muletazos con habilidad en ese poco recorrido. Rajado el toro y con la actitud en alto, del Álamo se ajustó por molinetes seguidos por más derechazos ya con el público en ebullición. Se apuró en el primer encuentro con la tizona y logró una estocada desprendida posteriormente. Oreja.

Akunta se llamó el cierraplaza para ser lidiado por Roca Rey. El clima de la plaza ya estaba caliente antes que apareciera el de La Viña, a gritos de Perú, Perú. Con parones cimbreando los brazos a la verónica lo recibió el limeño, intercalando una chicuelina para cerrar de larga. Breve el puyazo pero de buena pelea en el caballo por parte del viñense. Con la muleta plegada en la mano se dirigió a brindar a la concurrencia y la labor empezó sin terminar el brindis con un pase por alto montera en mano. Luego con las dos rodillas en tierra liga una tanda que aumenta la gélida temperatura chotana por sus derechazos. De pie continuó con la misma mano, ligando al buen Viña mientras la plaza aplaude a rabiar. Aún cuando la condición del toro era colaboradora, sintió el poder de Roca Rey para abrigarse en tablas. Allí, a diestra y siniestra, dibujo muletazos largos y cargados de intensidad, creciendo el trasteo en expresión y plasticidad. La planta relajada, la cabeza amoblada y la muñeca mandona permitieron hacer lo que le provocó. Cambiados, circulares, derechazos o roblesinas sazonaron el excelso poder de su labor. De rodillas prosiguió por alto y hasta derechazos le pegó entre el delirio de la plaza. Algunos entusiastas hechizados por el poder de Roca Rey pedían el indulto de un toro que no lo mereció. El diestro culminó su labor por giraldillas y molinetes antes de tomar la espada fallando luego de tropezar el burel. Agregó luquesinas antes de tomar el estoque y envasar una estocada entera. Dos orejas que le hacían firmar una espectacular feria y conquistar el Escapulario de Oro al triunfador de la feria.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de El Vizcaíno, Chota. Tercera y última de la Feria de San Juan Bautista. No hay billetes.

Toros de El Capiro de Sonsón, La Viña y El Olivar.

Daniel Luque (blanco y oro): ovación y oreja.

Juan del Álamo (verde hoja y oro): silencio y oreja. 

Roca Rey (burdeos y oro): oreja y dos orejas.

VIDEO: PASEILLO.PE