EMILIO MÉNDEZ
Lidiaba la ganadería local, Antonio Bañuelos, este martes en el Coliseum de Burgos, en un cartel compuesto por dos ilustres veteranos como Padilla y El Fandi y uno de los nombres emergentes con más fuerza en su proyección, como José Garrido, completando el variado cartel.
Con alegría y recorrido salió el primero de Bañuelos, que cumplió en el caballo después de un farol de rodillas y un garboso saludo de Padilla para calentar la tarde. Emocionante fue el inicio en los medios del jerezano, de rodillas con un toro con recorrido, con bravura y con transmisión. Un toro que emocionó con el que Padilla fue fiel a su estilo, muy entregado en el toreo diestro, hasta con gusto al natural y un final de rodillas para poner el coso en ebullición. El estocadón que rubricó la obra dio paso a las dos orejas, y a la ovación al toro en el arrastre.
También El Fandi recibió al segundo con un farol de rodillas antes de lancear con soltura al de Bañuelos y rematar el saludo con una media bien dibujada. Buscó al tendido en el quite por zapopinas y lo encontró, al igual que en el espectacular tercio de banderillas. Noblón fue el de Bañuelos, pero se fue viniendo a menos ante la exigencia física de El Fandi, siempre buscando la ligazón y el ritmo en las tandas. Un final con molinetes de rodillas y adornos precedió al mal uso de los aceros, por lo que su labor fue silenciada.
El tercero tuvo calidad y transmisión en las telas de José Garrido, tanto en el brillante saludo a la verónica que remató con una torerísima media, como en el ajustado quite por chicuelinas en el que desmayó el extremeño las muñecas muy bajas. En los medios y con estatuarios inició Garrido la faena de muleta, pero fue al natural como rompió al de Bañuelos para adelante, hundido y templado. No era fácil el animal, que soltaba la cara en la media altura en los finales y tiró arreones. De oficio y de valor tiró el extremeño, que logró imponerse a la aspereza y dejar una estocada al segundo intento que se premió con una oreja.
Volvió a hincarse de rodillas Padilla para recibir al cuarto con un farol antes de lancearlo con solvencia y rematar con dos medias con buen gusto. Tuvo emoción el tercio de banderillas, sobre todo el último par, al violín. Tenía buena condición el de Bañuelos, con movilidad, bravura y calidad. Al hilo de las tablas se dobló el jerezano con el animal, Dos tandas de mando con la mano derecha fueron el prólogo de la actuación, pero hasta ahí le llegó la raza al toro, que buscó desde entonces el abrigo de las tablas, rajado. Allí fue a buscarlo el Ciclón, que de raza sabe un rato, y logró entenderse con el tendido y con el animal. Una estocada entera le valió una oreja.
A buscar el triunfo salió El Fandi en el quinto, al que recibió con dos faroles de rodillas, un manojo de lances con mucho ritmo y una revolera para ofrecer espectáculo al Coliseum. Por chicuelinas galleó la colocación del toro en el caballo y dejó un quite por chicuelinas antiguas que resultó emotivo en la grada. Luego llegó el espectáculo en banderillas, con cuatro pares marca de la casa, enardeciendo al tendido. Ya con la muleta en la mano, el toro se vino a menos para no entenderse con El Fandi, que buscó el triunfo en el ritmo y no lo intentó ofreciendo pausa. Puso voluntad y porfió lo suyo para intentar que rompiese el animal, pero entre intentos y el fallo con el acero se quedó todo en una ovación.
Noblón fue el cierraplaza de Bañuelos, al que le dejó Garrido lances interpretados con mucho gusto. La falta de fuerza le jugó a la contra al animal y al torero, que tuvo momentos de toreo bueno con la muleta pero se vio obligado a acortar pronto las distancias. Conectó con el público al ponerse cerca de los pitones y al final un estocadón logró recoger la oreja que le faltaba para rubricar el triunfo a hombros.
FICHA DEL FESTEJO
Coliseum de Burgos. Feria de San Pedro, cuarta de abono. Casi lleno.
Toros de Antonio Bañuelos, correctos de presencia. Bravo, entregado y con transmisión el buen primero, ovacionado; noblón a menos el segundo; desclasado y de cara suelta el áspero tercero; de poca raza el noblón cuarto; de buena intención a menos el quinto; noblón a menos el feble sexto.
Juan José Padilla (gris plomo y oro): dos orejas y oreja.
El Fandi (azul rey y oro): silencio y ovación.
José Garrido (grosella y oro): oreja y oreja.
