JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Manuel Escribano está atravesando desde el
pasado sábado uno de los momentos más difíciles de su vida. Quizá, y tras el
gravísimo percance en La Adrada en 2013 que lo mantuvo en coma, éste se trate
de la segunda parte más amarga de su carrera como matador de toros. Hablamos con
él este jueves cuando aún permanece ingresado, ya en planta, en la Clínica
Perpetuo Socorro de Alicante, donde fue trasladado tras la operación en la
plaza y también operado el pasado domingo de urgencia por la rotura de safena y
femoral, además de la evisceración testicular que sufrió por el cárdeno de
Adolfo Martín.
«La verdad que estoy muy molesto, porque los dolores son
continuos, por lo que las noches están siendo malas, con mucho dolor, sin poder
dormir. Los dolores no se van y ahora me han estado viendo y no va
a ser fácil la recuperación. Lo sé, pero creo que poquito a poco espero saldremos
adelante”, señala entre evidentes muestras de dolor
contenido.
La última noche, tal y como narran sus
allegados, ha sido brutal para él. No es fácil hablar en estos momentos, y
desde CULTORO agradecemos profundamente el gesto de Manuel Escribano de atender
nuestra llamada. Sobre todo sabiendo que el cuerpo pero también la mente están
afectadas para el torero de Gerena: «Psicológicamente te afecta estar aquí y no
poder hacer nada. Sin duda que el momento más dramático fue en el que me vi
herido, en el que me vi echando sangre por todos sitios y sabía que la cornada
era muy gorda, que la operación iba a ser muy peligrosa. Fue muy duro”.
La parte positiva de estos días amargos se ve
en la repercusión social y taurina que ha tenido tanto globalmente como dentro
del mundo del toro el percance de Manuel. Está sintiendo el calor de todo el
toreo, de los TT en redes sociales… e incluso de una Selección Española de
Fútbol que se acordó de él antes de la derrota frente a Italia el pasado lunes.
«La
verdad que es increíble cómo la gente se está volcando. Todos mis compañeros,
mis amigos, mi familia… compañeros… la verdad que da gusto. Siento el calor
de tantos profesionales que me han escrito, que me han llamado, se han
preocupado por mí. Es muy bonito, es emocionante”.
Le comentamos que no nos gustaría ser
oportunistas y aprovechar el percance para la reivindicación, pero realmente
esto es un toque de atención para que el nombre de Manuel Escribano también se
vea dignificado en otro tipo de carteles que todo torero siempre desea. Así lo
expresa también Manuel: «Sí, totalmente. Es lo que quiero, lo que
demuestro día a día, y ahora lo seguiré intentando en la plaza. Voy con toda la
verdad por delante y a ver si poco a poco lo puedo ir consiguiendo”.
