LA CRÓNICA DE SAN ISIDRO

Adelantar por la izquierda


domingo 5 junio, 2016

Rafaelillo deja los mejores momentos de la tarde al natural con el único toro que la quiso tomar hasta el final de un insulso encierro de Miura con el que Castaño saludó una ovación cariñosa y Pérez Mota se fue en silencio

Rafaelillo deja los mejores momentos de la tarde al natural con el único toro que la quiso tomar hasta el final de un insulso encierro de Miura con el que Castaño saludó una ovación cariñosa y Pérez Mota se fue en silencio

MARCO A. HIERRO / FOTOGALERÍA: LUIS
SÁNCHEZ OLMEDO

Adelantar por la
izquierda es lo más común en la vida diaria. Casi por inercia, casi por
instinto hacemos lo mismo que cuando conducimos un coche. Tendemos a ladearnos
hacia el lado zurdo para dejarle a la diestra –la de más común manejo entre los
mortales- libertad de movimientos. Y ahí nos parapetamos, fiando nuestra
seguridad y nuestro futuro a la mano que menos nos obliga a pensar.

Al contrario sucede en
el toreo, porque es por la izquierda por donde adelantan los tíos cuando saben
que a la ruleta rusa se juega a ganar o morir. Es la zurda la de los billetes,
la de los olés barrigueros y los culos levantados, la que hace morir a esta
plaza y a todas las plazas del mundo. Y el que ha adelantado por la izquierda y
en este ruedo, y con una de Miura hoy, se llama Rafaelillo y es miembro del
Comando Pimentón. Así llama Pedro Javier Cáceres –que vive hoy un momento
amargo por el fallecimiento de su madre- a dos murcianos que han sabido hacerse
un hueco en el corazón del aficionado a base de entrega y verdad.

Hoy la dejó el bajito,
el del corazón grande, el que adelanta por la izquierda con los que tapan el
carril y te hacen cortes de manga. Uno hubo hoy que le obedeció al pedal porque
lo traía bien sobado cuando le cogió la sarga. Le había visto el cuchillo en la
embestida a diestras, y la intención de usarlo a nada que tuviese ocasión. Por
eso se olvidó de esa mano si no era para colgar la ayuda. Y al natural le lanzó
trapo, le cosió el hocico al suelo y le aprovechó la humillación para eternizar
el trazo con la muñeca y la voz.

Toda una faena
adelantando por la izquierda, dejando volar la tela para que la viera uno de
Miura, enchufándose al gusto de Madrid por donde sabe que no va a fallar.
Perfecto en la colocación, firme en el toque, buscando constantemente que el
natural bueno –el que viajaba hacia adentro- no fuera el primero de tanda.
Adelantando por la izquierda para hacerse aún más grande. Y allí llegó el metal
puñetero para limpiarle el botín, pero ya se había hecho un hueco Rafael, y ya
saben que por la izquierda adelanta.

Mucho tenía adelantado
Javier Castaño con anunciarse esta tarde y saludar la cariñosa ovación que le
tributó Madrid al romper el paseíllo. Demostró sensibilidad la plaza después de
pasar su enfermedad. Y también al terminar con el quinto, aunque no hubiese
pasado nada.

Venía Pérez Mota a
adelantar por la izquierda, porque sabe manejarla el gaditano y sube el pan
cuando la larga, pero ni opción tuvo esta tarde de hacerla reaparecer. Dos
toros esmirriados de hechuras, vulgarones de ademán y poco claros de ideas no
fueron el material necesario para que se venga arriba un torero de pasión. Pero
era la que había cuando propusieron adelantar, y no está el asunto para
despreciar un coche cuando confías en tu izquierda.

De izquierdas no son los
de Miura, aunque encumbren a toreros capaces de adelantar por allí. Y aunque
pasen sin un pito por su horrible presentación y su pinta acaballada –el que se
devolvió fue por flagrante lesión-. Son cosas de consentidos de los que mueren
por abajo y se mueren por un natural. Porque el toreo, en Madrid, adelanta por
la izquierda.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de
San Isidro, trigesimoprimera y última de abono. Lleno.

Toros de Miura,
vareados y lavados de cara, y un sobrero de Valdefresno, cuarto, acochinado y sin cuello, horrible. Devuelto el
primero por cojo y endeble; de gran pitón izquierdo primero bis; deslucido y
sin humillar el horrible segundo; reservón y a la caza el zorrón tercero; de
cierta calidad con la morfología a la contra el zambombo cuarto; noblón y
pasador de corto viaje el esmirriado quinto; espectacular en varas y sin
entrega en la muleta el sexto.

Rafaelillo (nazareno y oro): Ovación tras aviso y silencio.

Javier
Castaño
(nazareno y oro): Silencio tras aviso y
ovación.

Pérez
Mota
(sangre de toro y oro): Silencio y silencio.

Saludaron
en banderillas Fernando Sánchez tras banderillear al quinto y Raúl Ruiz tras
hacer lo propio con el sexto.