MADRID

Variedad de Miura y grandiosos naturales de Rafaelillo


domingo 5 junio, 2016

Interesante corrida de Miura, especialmente con un primero emocionante y el tercio de varas del sexto; a punto estuvo de pasear una oreja del primero Rafaelilllo; sin suerte Castaño ni Pérez Mota

Interesante corrida de Miura, especialmente con un primero emocionante y el tercio de varas del sexto; a punto estuvo de pasear una oreja del primero Rafaelilllo; sin suerte Castaño ni Pérez Mota

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS
SÁNCHEZ OLMEDO

El hierro de Miura ponía este domingo fin a 31
días seguidos de toros en la Monumental de Las Ventas. Se despedía, pues, la
Feria con un cartel de gladiadores conformado por Rafael Rubio «Rafaelillo”,
Javier Castaño y Manuel Jesús Pérez Mota que a las siete en punto de la tarde
hacían el último de los paseíllos de San Isidro 2016.

«Tablillero” llevaba por nombre el primero de
la tarde, que estuvo atento a todo lo que se movía en el ruedo. El salpicado,
con un peso de 585 kilos, huesudo y con la frente ancha, se mostró reticente al
capote que le planteó Rafaelillo. Picó Agustín Collado al astado mientras que
Esquivel guardaba la puerta, no agarrando bien en el primer encuentro y
haciendo cosas de poca entrega que, unidas a la blandura, levantaron las primeras
protestas en el tendido. Fue devuelto. «Tabernero” llevaba por nombre el
sobrero y las dos veces el toro se arrancó al caballo lo hizo derecho, pero
mostrando posteriormente flojedad en el peto. Un tremendo susto se llevó el
subalterno José Mora, que fue prendido contra las tablas en un momento de
angustia. La primera tanda por el pitón izquierdo tuvo muchísimo gusto,
toreando despacio el de Miura, que humillaba y tenía casta. No era fácil
precisamente por la casta que tenía casta, pero humillaba y lo supo exprimir el
murciano por ese lado, cogiéndole perfectamente el aire al natural para
templarlo y conectar rápidamente con el tendido. Dando el pecho, abriendo el
compás y cargando la suerte fue confeccionando el veterano una faena en la que,
en el epílogo, buscó el adorno y el lucimiento. Por ese mismo lado prosiguió Rubio,
para entenderlo perfectamente también por bajo. Mató a la segunda el murciano, y
esfumándose por la espada su toreo eterno al natural.

De imponente estampa era el segundo, un
salpicado con la cara ancha, que fue barbeando tablas de salida. Se justificó
el toro en el caballo de Fernando Sánchez para que en la lidia de Lipi y los
pares de Marco Galán y Fernando Sánchez no terminase de humillar. Brindó
Castaño a Su Majestad el Rey emérito don Juan Carlos y rápidamente se llevó el
toro a la segunda raya del tercio. Lo intentó llevar pulcro al natural, pero
los defectos del toro por ese lado eran evidentes, puesto que se quedaba
cortísimo y no transmitía el astado hispalense. A menos fue el toro para
pincharlo en el primer encuentro el torero charro y, a la segunda, dejar una
estocada baja y pasar las de Caín con el descabello.

Más cerrado de pitones, más entipado que sus
tres hermanos anteriores y fino de cabos era el Miura tercero. En el caballo no
humilló del todo pero no hizo cosas feas, dejándose pegar en el peto de Valdeolivas.
Lo dejaron abierto y acudió con presteza al caballo en la segunda vara,
midiendo el picador el castigo. Brindó Pérez Mota al Rey agradeciéndole su
presencia y, en la primera tanda, mostró falta de entrega el de Miura. Lo supo
esperar el torero gaditano pero no rompió el astado, matando con habilidad y
descabellando poco después.

De Valdefresno era el cuarto, un sobrero que
parecía más un buey que un toro. Sin nada de cuello, cinqueño y con 560 kilos
de peso era un toro con aspecto de buey que perdió las manos en el jaco de
Esquivel, pero no lo cambió el presidente. Con efectividad parearon Álvaro
Oliver y Pascual Mellinas entre la lidia de José Mora. Muy informal y cayéndose
iba en el trasteo del murciano en los primeros compases de la faena, pero no
valió el toro para más. Mató de estocada.

 

No remataba su embestida en el vuelo final del
capote de Marco Galán, como tampoco humilló en el primer par de José Luis López
«Lipi”. Le dio tiempo Galán en un capotazo largo antes de un grandioso par de
Fernando Sánchez ovacionado por el respetable. No cambió el tercio a pesar de
que el toro tenía cuatro palos, por lo que debió entrar de nuevo en suerte
Fernando Sánchez para ser ovacionado finalmente con un extraordinario par de banderillas,
provocando el toro la embestida y cuadrando en la cara en ese momento el
toledano. Importante Fernando Sánchez. Brindó Castaño al público para irse a
pies juntos a iniciar faena en la raya del tercio, dándole una importante
distancia poco después para enlazar con la primera tanda. Se fue diluyendo la
labor del salmantino ante un pícaro de Miura. Seriedad del torero, que mató de
certero espadazo.

De lejos se le arrancó el sexto especialmente en el
segundo puyazo a Francisco Vallejo, un toro con buen tranco al que picó en esa
distancia –aunque un punto bajo rectificando rápidamente- pero con emoción y
transmisión al tendido. De nuevo en una tercera vara lo dejó el torero
gaditano, haciendo del tercio todo un espectáculo, con el toro empujando en esa
vara. Gracia tuvo el par de Raúl Ruiz,
entre la lidia de Juan Contreras, que se dejó ver en el primer par y en el
tercero, aunque sólo clavase uno. Brindó al público su labor el andaluz para iniciar
una faena en la que el toro iba a menos. No tuvo emoción la labor de Pérez Mota,
que despachó fácilmente de estocada su labor.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de
San Isidro, trigesimoprimera y última de abono. Lleno.

Toros de Miura,
vareados y lavados de cara, y un sobrero de Valdefresno, cuarto, acochinado y sin cuello, horrible. Devuelto el
primero por cojo y endeble; de gran pitón izquierdo primero bis; deslucido y
sin humillar el horrible segundo; reservón y a la caza el zorrón tercero; de
cierta calidad con la morfología a la contra el zambombo cuarto; noblón y
pasador de corto viaje el esmirriado quinto; espectacular en varas y sin
entrega en la muleta el sexto.

Rafaelillo (nazareno y oro): Ovación tras aviso y silencio.

Javier
Castaño
(nazareno y oro): Silencio tras aviso y
ovación.

Pérez
Mota
(sangre de toro y oro): Silencio y silencio.

Saludaron
en banderillas Fernando Sánchez tras bandrrillear al quinto y Raúl Ruiz tras
hacer lo propio con el sexto.