ENTREVISTA

Damián Castaño: “He vivido el invierno más duro de mi vida pero sé que puedo sorprender”


martes 12 julio, 2016

El matador de toros salmantino confiesa que afronta una temporada “ilusionante pero difícil” por su falta de contratos en plazas de primera categoría

El matador de toros salmantino confiesa que afronta una temporada “ilusionante pero difícil” por su falta de contratos en plazas de primera categoría

MARÍA FUENTES

El domingo, Damián
Castaño hizo en las Navas del Marqués el paseíllo más amargo de su trayectoria.
Apenas 24 horas antes un toro le había quitado la vida en Teruel a su amigo y
compañero Víctor Barrio. Es la dureza de esta profesión, donde se apuesta sin
trampa ni cartón cada tarde.

El torero salmantino
asegura que ha vivido unos meses muy complicados: una temporada que ha tardado
mucho en empezar y una situación personal «muy dura” al afrontar en la sombra
la enfermedad de su hermano, Javier Castaño.

Empezó la
temporada…

Sí, tenía muchas ganas. He iniciado la temporada con la
sensación de estar haciendo el paseíllo más difícil desde que me puse el primer
traje de luces. Es muy duro despedir a un compañero y amigo como Víctor Barrio.
Ahora solo nos toca seguir hacia adelante.

Dejando a un lado este amargo episodio, estoy bien, pero estaba ya casi desesperado. Otros
años había empezado mucho antes a torear pero este año hasta este domingo que
he empezado en las Navas del Marqués no he tenido la oportunidad de torear,
ni siquiera he estado en ningún festival. Ya son 9 meses los que hacían
que no mataba un toro, pero tengo muchas ganas e ilusión, como todos los años,
a pesar de que la situación es difícil. Hasta el momento tengo cerradas seis
corridas de toros y una decena de festivales, más o menos en la línea de otras
temporadas.

¿Cómo han sido estos
meses de espera?

Este invierno lo he pasado muy mal, se ha hecho muy duro y
muy largo… he llegado a replantearme todo. Mi vida al final se resume es
entrenar todos los días para torear cinco o seis corridas de toros al año, no
es fácil. Sé que en realidad no puedo quejarme, pero ya quiero otra cosa. Tengo
que avanzar y estar en sitios de mayor importancia. En agosto hago cuatro años
de matador de toros y aunque mi toreo ha evolucionado muchísimo, no así los
planteamientos de mis temporadas, que han sido muy similares. Llevo alrededor
de treinta corridas de toros y he salido a hombros prácticamente todas las
tardes, ahora necesito buscar otras metas.

¿Qué ha sido lo más
duro?

La sensación de ver como pasaban los meses y no lográbamos
cerrar contratos. Ver como te dejan fuera de plazas donde en temporadas previas
ha habido triunfos, bien como novillero o bien en plazas de matador de toros
como Guijón, Cantalejo, Íscar… Supongo
que la culpa será mía, pero no sé justificarlo. Además, este invierno con la
enfermedad de Javier todo se ha hecho más cuesta arriba…

¿Cómo ha sido vivir
esa enfermedad de Javier Castaño en la sombra?

Es muy duro, eso ha hecho también que este invierno haya
sido tan difícil. Nadie lo esperábamos y de repente que te den esa noticia es
un palo muy amargo, sobre todo verlo en el día a día cuando apenas podía
hablar, que no comía, que se estaba quedando muy delgado, que hablabas con él y
casi ni te contestaba porque no tenía fuerza de la quimioterapia… pero bueno,
gracias a Dios luego todo eso se trasformó en alegría por ver que fue capaz de
superarlo y ahora está totalmente recuperado.

Ha vivido su enfermedad en silencio y demuestra lo que ha
sido toda su carrera: sencillez, humildad… estamos todo el día juntos
entrenando y siempre me va dando consejos. Lleva 15 años de alternativa y su
madurez me hace aprender muchísimo a mí.

¿Cómo ha evolucionado
el toreo de Damián Castaño?

De novillero era una revolución, toreaba muy acelerado, con
mucha necesidad de cortar orejas… ahora busco más el poso y la pureza del toreo
que el triunfalismo. Es mejor cortar una oreja y que todo el mundo hable de ti
y llegar a la habitación del hotel y sentirme pleno. Intento que las cosas me
salgan de dentro y no estar forzado

¿Llegará este año la
confirmación en Madrid?

Es algo en lo que ya casi prefiero no pensar. Cuando tenga
que ser, será. Estoy preparado para ir y espero que sea pronto, aunque tengo
que reconocer que ya no me obsesiona.

¿Cómo es la relación
con su apoderado?

Muy buena, todo entre nosotros sigue igual aunque las cosas
no sean fáciles. Más que de apoderado es una relación muy grande de amistad.
Son muchos años los que llevo con él, hablamos todos los días, se mueve, mira
por mí… sabemos que lo bueno va a
llegar, aunque tarde.

¿Cuál es la mejor
baza de Damián Castaño para afrontar el futuro?

Aún no se me ha visto, y eso es lo más importante. De
matador de toros, a excepción de Gijón, estoy por ver en todas las plazas
importantes. Al final eso es una baza que hoy juega a mí favor porque sé que
tengo muchas cualidades para sorprender y gustar, si no lo creyera, ya me
habría quitado.