PAMPLONA

San Fermín canoniza en figurón a Roca Rey


jueves 7 julio, 2016

Con tres orejones y el escroto partido en dos se fue el peruano del coso navarro, dando una auténtica lección de valor ante un gran encierro de Fuente Ymbro; de puntillas Abellán y detalles de Ureña

Con tres orejones y el escroto partido en dos se fue el peruano del coso navarro, dando una auténtica lección de valor ante un gran encierro de Fuente Ymbro; de puntillas Abellán y detalles de Ureña

JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ

Acogía
la Monumental navarra la primera corrida de toros de la Feria este jueves con
un encierro de Fuente Ymbro con muchísima seriedad como materia prima. Miguel
Abellán, Paco Ureña y Andrés Roca Rey conformaban el cartel ante el lleno de
los tendidos.

«Malicioso”
llevaba por nombre el primero de la tarde, un animal serio por delante al que
Abellán intentó lucirlo de salida capote en mano. Buen primer par dejó Miguel
Martín para que José Antonio Prestel marrase en el segundo encuentro
palitroques en mano. Tuvo que conectar en el inicio muleteril para llevar
enganchado al toro, un animal que iba humillado pero al que había que cuidarle
esa virtud. No conectó el público hasta que le dio una tanda completa de
rodillas, llevándolo toreado de hinojos, dándole un toque justo de delante par
que le obedeciese el animal. Muy despacio en los finales, llevándolo templado
de forma inteligente, epilogó su labor. Dejó una media estocada a la primera
para pinchar tres veces más y dejar una quinta estocada que se le fue muy
abajo. Mal con la tizona Abellán.

«Damasco”
llevaba por nombre el segundo de la tarde, un animal al que le dejó una hermosa
media en el remate del recibo Paco Ureña. Rectificó bien el picador Pedro
Iturralde en el primer puyazo ante el arreón del animal. Brindó Ureña a Manuel
Escribano su labor: «Manuel, te echo de menos, espero que pronto hagamos
juntos el paseíllo”. Por estatuarios inició en el centro del anillo su faena
Paco Ureña ante un animal que seguía humillando mucho. Con la mano izquierda
fue la siguiente tanda, en la que se metía un punto el toro de Fuente Ymbro. Se
descalzó para enlazar la siguiente tanda, en muletazos largos por el pitón
derecho ante un animal que seguía humillando ante sus tandas largas y por
abajo, pero se venía más corto en esta serie el toro de Gallardo. Ya sin el
recorrido inicial pero con la cara baja afrontó Paco en cuatro tandas el resto
de su faena, acortando distancias entre muletazos, cruzándose en su frente. A
la segunda metió la espada Paco.

Un
punto bizco del pitón derecho era el tercero, al que Andrés Roca Rey dejó
varios lances a la verónica ante un animal que se escapaba del capote, acusando
la querencia en ese inicio de su lidia. Espeluznante fue el quite tras tener
que picar al toro en la puerta de toriles por manso, por tafalleras, haciendo
un arrojo ciego de su valor en los lances y la revolera final. Al público a
pesar de los problemas del toro brindó Andrés su labor, iniciando faena en el
tercio de rodillas y, en el segundo muletazo de hinojos, propinándole el toro
una brutal voltereta de la que salió por los aires y en lo que parecía una
cornada en la entrepierna. No se agazapó Andrés y se fue con la mano izquierda
al centro del anillo, dejando un toreo pulcro jugándosela en cada momento por
esa mano. Valor fuera de lo normal demostró Roca Rey ante un manso de bandera
al que mató a la primera entre evidentes signos de dolor. Oreja.

Sin
atender a telas ni a toques salió el cuarto, un animal con la capa jabonera,
serio por delante que se topó con un Abellán decidido pero sin lucimiento con
el capote. Deslucido en banderillas. A frenazos iba en el inicio de faena un
animal que no bajaba la cara. Le planteó una primera tanda entre pasitos por la
mano derecha Abellán a un toro sin romper, deslucido de embestida, sin casta.
No tuvo lucimiento en su ritmo el de Fuente Ymbro, al que Abellán le intentó
dar tiempos a un tranco sin gracia en las siguientes series. Por encima del
animal anduvo Miguel, que despachó de una estocada.

Querencia
a la puerta del encierro tenía el quinto, al que de nuevo dejó una gran media
en el recibo capoteril Paco Ureña. Un puyazo primero trasero se llevó el de
Gallardo. Bien clavaron Pirri y Azuquita en el tercio de banderillas. Brindó
Ureña a Manuel Martínez Erice: «La promesa que me hiciste un día me has
demostrado que la cumpliste”. Le faltaba mucho al toro, dando embestidas de
rabieta en la primera tanda y bajando su intensidad a lo largo que avanzaba el
trasteo del murciano. Se iba en la segunda serie derecho a toriles, pero lo
sujetó Paco al rajado de Fuente Ymbro. También le escarbó en la siguiente tanda
al natural, pero tuvieron más calidad los buenos momentos de Ureña por ese
pitón. Tras pasaportarlo con la espada de forma lucida, fue silenciado tras
aviso.

Con
mucha seguridad salió a recibir al sexto Roca Rey, lamentándose todavía de la
mandíbula. Por galleo por la espalda llevó el toro al caballo Andrés, pero
luego perdió las manos tras el toro tras la primera vara de Sergio Molina,
sangrando mucho tras ese encuentro. Cojeó de la mano derecha en la lidia, un
defecto que arrastró a lo largo de todo el trasteo. De tremendo valor fueron
los muletazos cambiados por la espalda en el centro del anillo que Roca Rey le
pegó al animal en los mismos medios de la plaza. A partir de ahí fue
aprovechando la humillación a menos del animal para sacarle muletazos al
natural que llegaron, gracias también a los cambiados por la espalda entre
tandas, mucho al tendido. Buscó un toreo más de efecto acercándose a los
pitones en circulares en el epílogo muleteril. Firme, atornillado, hierático en
ese final de trasteo, se echó de rodillas para darle una última tanda de
hinojos y un pase del desprecio que reventó el tendido. Al igual que la estocada
final, hasta la bola y efectiva.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Pamplona. Tercera de la Feria del Toro.
Corrida de toros. Lleno.

Seis toros de Fuente
Ymbro, de vuelta al ruedo el sexto. 

Miguel Abellán, leves palmas y silencio. 

Paco Ureña, palmas y silencio tras aviso. 

Andrés Roca Rey, oreja y dos orejas.