SOCUÉLLAMOS

Lo mejor se fue en hombros


viernes 12 agosto, 2016

Tres orejas cortó Eugenio de Mora, dos Rubén Pinar y una Ginés Cartagena, que protagonizó el bochornoso espectáculo de intentar matar al cuarto después de los tres avisos

Tres orejas cortó Eugenio de Mora, dos Rubén Pinar y una Ginés Cartagena, que protagonizó el bochornoso espectáculo de intentar matar al cuarto después de los tres avisos

IGNACIO RUBIO

Ginés Cartagena -hijo-, Eugenio de Mora y Rubén Pinar hacían
el paseíllo esta tarde en la corrida de toros mixta que la localidad
ciudadrealeña de Socuéllamos presentaba en su Feria. Un encierro de dos hierros
de las ganaderías de Sancho Dávila y Conde de Villafuente eran la materia prima
para la ocasión.

Frío y poco efectivo estuvo Ginés en su primero, al que
masacró literalmente con dos de castigo y un tercero que el público recriminó su
intención de ponerlo. Bravo y noble el del Conde de Villafuente, Cartagena sólo
tuvo mérito en un par de banderillas y de frente. El resto fue a grupas pasadas
hasta la rueda de cortas. Hubo poco lucimiento. Con el rejón de muerte falló
echándose el animal por su cuenta. Oreja con escasa petición.

Se acopló Eugenio de Mora de lujo a la verónica con el
segundo de la tarde: hasta siete le recetó el toledano y una media de cartel.
Se llevó el toro una buena vara y mejor lidia en banderillas. Eugenio anduvo torero
y poderoso a diestras, en series completas de gran trazo y figura erguida.
Fueron los de pecho marca de la casa. A zurdas los vuelos fueron aún más altos
en tres series lucidísimas, rematadas muy atrás y el de pecho, superior. El
alargue provocó el desarme y obligó a los circulares. Espada en mano, dejó un
pinchazo hondo para cortarle las dos orejas, siendo ovacionado en el arrastre
el de Sancho Dávila.

Rubén Pinar cortó otras dos orejas de otro bravo y noble de
Sancho Dávila en tercer lugar. No se ajustó el tobarreño a la verónica, pero
cosa muy distinta fue con la muleta, donde la conjunción y la ligazón fueron
parte primordial de una faena portentosa de principio a fin. Lo llevó encajado
en superiores de mando y temple, muy baja la mano y el animal arrastrando
morro. En los finales invertidos completos con los de pecho conectó con el
tendido. Ya sin ayuda, tuvieron eco las luquesinas para cerrar faena. Dejó un pinchazo
previo a la estocada y dos orejas y ovación para el toro.

Ginés Cartagena protagonizó en el cuarto de la tarde un
bochornoso espectáculo. Escuchó los tres avisos y continuó descabellado hasta
dar muerte al noble y bueno de Sancho Dávila, que humilló al caballero
rejoneador que fue abucheado en labor desafortunada. Fue de posible sanción al
hacer caso omiso a las órdenes de la presidencia, que actuó bien pero muy
tarde. Hubo aplausos al noble animal y bronca a Cartagena.

Eugenio de Mora cortó una oreja tras faena de mucho sufrimiento ante un animal rebrincado que no humilló nunca en un redondo y, apoyado a lomos del Toro de Dávila, resultó prendido de forma muy fea, en una voltereta de la que le costó reponerse. Media y descabello, oreja por el susto, pero faltó toreo y acople.

Rubén Pinar estuvo en torero con el sexto, jugándosela ante el más flojo y descastado del encierro. Ligó en redondos ante las feas embestidas. Dos pinchazos y estocada para Palmas.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Socuéllamos, Ciudad Real. Corrida de toros
mixta de Feria. Media entrada. 

Toros de Sancho
Dávila y Conde de Villafuente.

El rejoneador Ginés
Cartagena -hijo-,
oreja y fuertes pitos tras tres avisos. 

Eugenio de Mora, dos orejas y oreja.

Rubén Pinar, dos orejas y palmas.