JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Joaquín Galdós dio la pasada semana el gran
paso que todos estábamos esperando: el triunfo junto a los grandes. Curro Díaz
y José María Manzanares le acompañaban en Dax en un cartel del que salió en
volandas frente a toros de Núñez del Cuvillo. Era, tras su alternativa en
Istres y su aparición días más tarde en La Bréde, el gran escenario de primera que
necesitaba para darle más vida a su año. Y lo consiguió. Hablamos con él.
Demostraste el pasado viernes que eres uno de
los jóvenes relevantes que puede y debe entrar esta temporada de 2016 en la
baraja de emergentes, ¿cómo te sentiste?
La
verdad que no me cambio por nadie en ese paseíllo, en ese día y en esa plaza
con tanta magia. Son días que no se olvidan, son días que forman partes de tus
sueños desde que quieres ser torero. Además, si te ruedan las cosas bien y eres
capaz de sentirte toreando mucho mejor. Me sentí muy bien. Me tocó en suerte un
primer toro más exigente y un segundo con más clase. Y me llegó el triunfo.
Tomaste la alternativa en Istres y, a partir
de ahí, ¿cómo se ha desarrollado en Francia, Perú y España tu carrera como
matador?
Toreé una
corrida de toros en La Bréde, dos corridas de toros en Perú y mi debut como
matador en España fue en La Adrada hace unos días. Era la cuarta corrida de
toros en Europa, y me vi con ese cartel. Es complicado pero se echó la tarde
hacia adelante gracias a Dios.
En cuanto a las sensaciones previas de dos
toreros como Curro Díaz y José María Manzanares, ¿qué te dijeron en el patio de
cuadrillas y cómo te trataron durante toda la tarde?
Tengo
una admiración total por esos dos toreros y por su forma de sentir el toreo.
Taurinamente hablan el mismo idioma que yo porque tienen una personalidad muy
fuerte, con una aureola de toreo bueno importante, y en un patio de cuadrillas
es muy bonito estar a su lado. Tenía trato con ellos anteriormente y por
supuesto que son muy atentos contigo, saben que llevas pocas corridas de toros
y muestras su gentileza. Luego en el ruedo cada uno a lo suyo como siempre.
Pero esa cordialidad y ese buen trato para con un torero nuevo es un buen
gesto.
Y sabiendo que el triunfo en Francia es doble
por la repercusión que no sólo tendrá en Dax, sino en las demás plazas que
buscarán tu nombre para sus Ferias el próximo año…
Para mí
era una cita importantísima, porque en mi alternativa en Istres no maté los
toros, llegaron cosas importantes pero no llegó el triunfo para que aquello
tuviese repercusión. Toreé casi veinte novilladas picadas en Francia en mi
trayectoria, pero si de matador no llega un triunfo fuerte se hubiese parado un
poco el ritmo. Dax era la última, había cortado una oreja en La Bréde, pero no
tuve suerte porque se me descordó un toro. Sabía que tenía que poner todo de mi
parte porque sabemos que Francia es un ejemplo en cuanto a que los triunfos
tengan su recompensa y en el trato a los toreros nuevos. En cualquier escalafón
se respetan los triunfos y lo que sucede al toro.
Málaga esta tarde marcará tu camino…
Soy un
torero que por suerte o por desgracia todo lo que he toreado es porque me lo he
ganado. A Málaga y a Dax voy porque me lo gané de novillero. Llevo cuatro
corridas en Europa, dos en Perú: a Málaga voy a un cartel importante y me
quedan pueblos como Iniesta. No soy un torero que tenga la temporada asegurada,
sino que todas las plazas que estoy pisando me darán algo en función de cómo se
lo de yo al toro. En Sevilla he tenido dos triunfos importantes en dos plazas
de primera donde contarán conmigo si todo sale bien para el año que viene.
Estoy tranquilo internamente y sé que aprovecharé las oportunidades que tenga,
me las he tenido que ganar pero tengo mis armas y estoy muy contento y muy
tranquilo en ese sentido.
FOTOS: Bruno
Lasnier / joaquingaldos.es
