LOGROÑO

La rotundidad de Garrido y la gallardía con final feliz de Simón


martes 20 septiembre, 2016

Dos orejas sin salida a hombros consiguió José Garrido, en un momento para saborear, y una un López Simón que sufrió un percance en el que le toro le puso el pitón en el cuello; silenciado Hermoso

Dos orejas sin salida a hombros consiguió José Garrido, en un momento para saborear, y una un López Simón que sufrió un percance en el que le toro le puso el pitón en el cuello; silenciado Hermoso

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Una
corrida de toros mixta acogía la cuarta de la Feria de San Mateo de Logroño
esta tarde de martes en la que hacían el paseíllo el rejoneador Pablo Hermoso
de Mendoza y, a pie, Alberto López Simón y José Garrido. Un encierro de Los
Espartales y Jandilla era la materia prima ganadera para la ocasión.

Con
mucha dulzura comenzó la lidia del primero de la tarde Pablo Hermoso de Mendoza
al primero de la tarde, con el hierro de Los Espartales. Berlín puso la emoción
en el inicio de la faena, con la música ya sonando, ganando emoción el trasteo
cuando, en un momento, se perdió la vista entre el toro y las tablas sin
prácticamente sitio. Con Pirata se puso a solucionar los problemas que
planteaba un toro a menos pero con la virtud de la nobleza. En toda la cara y
arriba clavó la última banderilla, dejando con el rejón de muerte un rejonazo
final que hizo que cayese el animal. Silencio.

El
primer toro de a pie, con el hierro ya de Jandilla, llevaba por nombre
«Latoso”, nacido en febrero de 2012 con el que López Simón no brilló de salida.
Ángel Rivas se encargó de picar al animal, señalándolo tan sólo y dejándolo
crudo el torero de Barajas. Al quite por chicuelinas entró José Garrido,
manteniendo los pies juntos y su gran garbo capotero por bandera. De rodillas comenzó
su faena Simón en terrenos cercanos a tablas, siguiendo por ayudados por alto
también de hinojos sin dejar de lado el buen gusto y un pase de pecho con
transmisión también. Con un cambiado por la espalda prosiguió faena el
madrileño, llevándolo cosidito a la taleguilla y poniendo lo que al animal le
faltaba. En un momento de angustia, el toro lo cogió y le puso el pitón en el
cuello, finalmente sin calar. Afortunadamente salió sin chaquetilla de la
enfermería para seguir su faena de rodillas y pinchar en dos ocasiones su
labor.

Bonito
de cara, musculado era el castaño tercero, al que meció con muchísima suavidad
el capote José Garrido. Antonio Chacón y José María Amores pusieron banderillas
para que brindase Garrido al público su labor. Supo quedarse quieto por
estatuarios en un inicio que caló por la dulzura con que se los pegó por abajo.
Por la mano diestra y en el centro del ruedo prosiguió trasteo en redondo ante
la cierta casta del de Jandilla. Se gustó muchísimo José en las siguientes
tandas, conectando con el respetable y ganándose, tras el estoconazo, la oreja.

Alquimista
recibió al cuarto de Los Espartales, un toro con el que ya conectó de salida
con el tendido Pablo Hermoso de Mendoza. Con Disparate dejó momentos
espectaculares el rejoneador, a pesar de que el animal advertía gestos extraños
con la vista, algo que debió solventar con oficio el caballero navarro en plena
faena. Cosidito a su grupa lo llevó pasándoselo cerquísima al hilo de tablas.
Se le paró mucho el de Los Espartales en el último compás de la faena y por ese
cariz el trasteo en su última parte no fructificó.

Tampoco
sobrado de fuerzas andaba el quinto, un toro al que lanceó con suavidad López
Simón de salida y al que Tito Sandoval intentó cuidar en el peto. Brindó en el
centro del ruedo al público su labor el madrileño. Fue sacando faena Simón
entre las virtudes a menos del animal de Jandilla, pasándoselo cerquísima por
ambas manos y, cuando ya se iba aplomando la condición del de Borja Domecq,
pasándoselo por la misma taleguilla. Escuchó incluso un aviso mientras estaba
aún transcurriendo la faena. Mató de soberbio estoconazo, paseando la oreja del
animal.

Con una
larga cambiada recibió José Garrido al sexto, destacando su dulzura capotera
para ir llevándose al animal a sus terrenos. Tuvo su punto de emoción el toro,
al que le sopló tandas importantísimas el torero extremeño para calar
finalmente en la afición logroñesa. Cuando se vino a menos el toro, porfió en
cercanías para terminar su labor de hinojos. El toro no tenía demasiadas
fuerzas pero lo supo aprovechar para matarlo de un soberbio estoconazo y
cortarle de nuevo una oreja.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza
de toros de La Ribera, Logroño. Cuarta de la Feria de San Mateo. Corrida de
toros mixta. Dos tercios de entrada.

Dos toros
de Los Espartales y cuatro de Jandilla.

Pablo Hermoso de Mendoza, silencio y silencio

Alberto López Simón, vuelta y oreja

José Garrido, oreja en ambos