MARCO A. HIERRO
La Fundación
Toro de Lidia, con Carlos Núñez a la cabeza y representantes de entidades
taurinas Catalanas tras él, han presentado esta mañana más de 22.000 cartas en
el Tribunal Constitucional para que se resuelva ya el recurso de
anticonstitucionalidad presentado en 2010 para la vuelta de las corridas de
toros a Catalunya.
Carlos
Núñez señaló tras el acto que «estas cartas reivindican la sentencia del
recurso de anticonstitucionalidad del 2010. Son cartas de aficionados españoles
que se han molestado en escribirlas firmarlas y mandarlas por correo a la sede
de la Fundación. Estamos indignados por este retraso. Detrás de estas cartas
está la indignación de millones de españoles, que quieren que se defienda
nuestro Estado de Derecho y que una justicia que es lenta puede ser injusta”.
El
abogado de la Fundación. José Manuel Soriano, señaló que «el Tribunal Constitucional tiene
que hacer su trabajo. La justicia que llega tarde no es justicia. Han pasado
seis años y es tiempo más que suficiente para que se resuelva. Necesitamos seguridad
jurídica. La ley 18/2013 nos ampara y por ello estamos reivindicando el Estado
de Derecho, ni más ni menos. A día de hoy, se están escudando en una serie de
circunstancias para no resolverlo, pero lo único que solicitamos es seguridad
jurídica y que el TC resuelva ya el recurso de anticonstitucionalidad. Estamos
seguros de que se resolverá pronto para que se tenga absoluta libertad para dar
toros y que el resto de España pueda disfrutar de su libertad”.
Francisco
March, presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya, declaró
que «esa
ILP taurina que en teoría iba a proteger la tauromaquia en Catalunya fue
convertida en otra cosas. Se presentó el recurso hace más de cinco años y
medio. Desde el momento en el que entró la prohibición, que fue un claro acto
de perversión democrática. Hay que respetar la voluntad del pueblo, y a partir
de entonces se inició este proceso, que son seis años de espera. Fue una
negación total de la libertad, supuso una pérdida de puestos de trabajo
directos y, lo que más nos duele, es que esa prohibición arrebató el derecho a
sentirse libres de los aficionados de Catalunya. Es la hora: la victoria será
nuestra y la libertad volverá a Catalunya”.
