LUNES DE RESACA

La afición colombiana, con el cielo ganado


lunes 23 enero, 2017

“Los taurinos no somos ni cerdos, ni psicópatas ni asesinos. Ayer quedó demostrado quienes sí los son", rezaba esta mañana la Corporación Taurina de Bogotá

La afición colombiana

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

El alcalde Enrique Peñalosa la volvió a liar de
forma encubierta ayer en la reapertura de la Santamaría de Bogotá. Cientos de
antitaurinos amenazaron, insultaron, tiraron objetos e incluso hirieron de
forma grave a los aficionados que, democráticamente, se acercaban a disfrutar
de una tarde de toros en la plaza más seria de América. La policía hizo lo que
pudo. Los pocos efectivos disponibles en los aledaños del coso capitalino
incluso salieron heridos de consideración de los brutales ataques recibidos. Incluso
un tendero que vendía aperitivos a los aficionados para el festejo debió ser
trasladado grave al Hospital. Una locura.

Y sí, el que hizo que se cumpliese la sentencia de
la Corte Constitucional colombiana fue el nuevo alcalde, pero sacó el lobo tras
la piel de cordero que presagió durante una asquerosa campaña en las RRSS en
los últimos días. Eso, sumado a una para nada limpia promoción del
antitaurinismo con las marcas de redes públicas como bandera, hizo destaparse
la careta a un personaje en toda regla.

El mismo político que, allá por 2001, se
fotografiaba en el anuncio de los carteles de la Santamaría, ahora, y obligado por
la ley, ha devuelto la libertad que Petro quitó a su ciudad. Pero creyó que evitando
la seguridad paralizaría un festejo que finalmente, y sin boletaje, se ha convertido
en histórico. Pobre diabla, que diría la canción.

Y no está el país y la capital para bromas precisamente:
una nación inmersa en una crisis de seguridad generalizada en todas las
ciudades colombianas ayer le bailó a la suerte por la irresponsabilidad para
con el ser humano de su alcalde Peñalosa. Afortunadamente, los pocos efectivos
que había en el coso sacaron pecho. Pero esto puede ser peor en las siguientes
semanas. Puede ser trágico, incluso.

«Los taurinos no somos ni cerdos,
ni psicópatas ni asesinos. Ayer quedó demostrado quienes sí los son. De nuevo, mil
gracias a la Policía de Colombia que, con su valentía y profesionalismo, evitó
una tragedia”,
señalaba esta misma mañana la
Corporación Taurina de Bogotá. De los antis, de su discurso y de su violencia
no hay más que decir, porque una imagen de la batalla campal que formaron a las
puertas de la Santamaría valen más que mil palabras en contra del animalismo

La afición colombiana tiene ganado el cielo. El
triunfo moral que durante un lustro tenía asegurado ayer fue grito de libertad
materializada en una reapertura histórica. Después de la batalla psíquica y,
antes del festejo, física. Desgraciadamente…

·Como nota estrictamente taurina, dos brindis no justifican la lucha
incluso vitalicia que los héroes de la Santamaría llevaron por recuperar esta
plaza. Los verdaderos protagonistas extradiegéticos del festejo debieron ser
ellos.