LUCAS MORALES / FOTOGALERÍA: MIGUEL MORALES
Cuantas crónicas
taurinas habrán empezado con un popular, 3 toreros, 3 estilos. Hasta yo creo
que he abusado de ese recurso tanto como algunos toreros abusarán de otros para
agradar al público. Pero hoy, a fuerza de ley, es verdad que este dicho cobra
más vigencia y valor que nunca, vimos el poderío de un maestro, el valor de una
inminente figura del toreo y el hambre con el que amanece novillero y se
acuesta matador de toros afronta la tarde más importante de su vida.
Juan, el del
barrio castilla, ese de empinadas calles y azarosas esquinas llegó a la línea
de salida de su carrera como matador de toros vistiendo un impecable traje
blanco y las ganas que siempre tiene de salir a hacerlo de la mejor manera
posible, eso sí, con toda la honestidad del caso. Bajo esa premisa recibió al primero con el
capote, un toro con una notable falta de fuerza que no dejó lucir al torero
antioqueño, quizás con la esperanza de poder vaciar todo lo que tenía en la
faena de muleta luego de recibir de manos de su padrino el doctorado que lo
acredita como matador de toros. Las ilusiones y las esperanzas de cumplir el
sueño de cortarle las dos orejas al toro de su alternativa se chocaron contra
la sosedad de un animal de extremada nobleza con el que pudo ligar tandas muy
templadas y muy lentas por el pitón derecho pero que no acabaron de romper.Acabó con su primer acto con una estocada recibiendo en todo lo alto que no
hizo efecto y tuvo que usar dos veces el golpe de descabello para dar una
clamorosa vuelta al ruedo entre el cariño y la alegría de los que acudimos a la
plaza. Con el que cerró la plaza, el toro más bruto y complicado de todo el
encierro, Juan de Castilla salió a no dejarse ganar la pelea, a buscar también su salida a hombros del coso
macareno y en ese afán de no querer perder la rueda se echó el capote a la
espalda para hacer un quite que terminó
en una fea voltereta afortunadamente sin consecuencias. Ahora de jean,
consecuencia del susto, salió con la muleta a literalmente arrancarle la oreja o
las orejas al toro, mostrando valor y serenidad en medio de los pitones y
robando tandas templadas que hicieron eco en los tendidos que pidieron con
fuerza la oreja cuando el burel rodó por la arena.
Del MaestroEnrique Ponce hablar mucho es hablar poco, hoy diré que paró los relojes, que
paró el tiempo, que más despacio no se puede torear, que más templado
imposible, que ligar tandas como las liga él se habrá visto pocas veces en esto
de lidiar toros bravos. Sus dos coprotagonistas tuvieron cierta similitud en
las embestidas, los dos adolecieron notablemente de fuerza y ahí es donde cobra
vigencia la maestría del torero de chiva, ese que explica perfectamente con la muleta y el capote la frase de «el
temple al que tiene fuerza se la administra y al que no tiene se la da”. Por la
espada se privó de haber cortado las 4 orejas y seguramente ser declarado in
situ triunfador de la temporada. Siempre será un placer y un gusto ver esos
toreros que le recuerdan a uno porque es aficionado y porque esto va más allá
de un simple espectáculo que aunque indudablemente es cruento, es bello en su
esencia y fundamento.
Hoy para mi fue
un gusto como nunca antes haber visto a Roca Rey. Argumento que ratificó fielmente en su primer toro, donde cambió el
torero del olé, por el torero del «ay que bonito” sus dos orejas son más que
justificadas en la mayoritaria petición del público, pero quedó debiendo, quedó faltando esa ligazón de tandas que hacen los que están en carrera por
un puesto de figuras de toreo y con se fue al segundo
toro de él, donde pensé que iba a ser más de lo mismo, pero no. En el segundo
vimos a un torero lidiador y poderoso, con argumentos y con clase, ligando
tandas ante un toro muy complicado que nunca la puso fácil, al que hubo que
hacerle todo perfectamente bien porque ya le había avisado que lo iba a coger y
que a la segunda no se la perdonaría y ahí estuvo el peruano, firme y honesto
toreando entre los pitones, sacando agua de un pozo seco y cortando una oreja
de mucho mérito (que si me lo preguntan hubiera cambiado el orden de los
trofeos 1 en el primero y 2 en el segundo).
La presentación
de la corrida en términos generales no fue buena, los toros no mostraban lo que
dijo la báscula, salvo uno que otro. Todos con complicaciones y una notable
falta de fuerza que supieron solventar de la mejor manera los 2 actuantes
cortando 6 orejas en todo el festejo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de
Medellín. Feria de la Macarena.
Corrida de Toros de Ernesto
Gutiérrez. Bien presentados, justos de fuerzas, nobles y de juego
variado. Interesante encierro
Enrique Ponce. Dos orejas y gran
ovación en los medios.
Roca Rey. Dos orejas y
oreja.
Juan de Castilla (Tomó la Alternativa)Vuelta tras aviso y oreja.
